Las fotos vetadas por Berlusconi
EL PA?S publica en exclusiva las im¨¢genes censuradas en Italia tras una denuncia del primer ministro
Ver¨®nica Lario, primera dama italiana, afirm¨® hace un mes que bajo el influjo de su marido, Silvio Berlusconi, la pol¨ªtica italiana se ha convertido en una "basura imp¨²dica", donde s¨®lo cuenta el f¨ªsico y la televisi¨®n, y en la que "muchos padres est¨¢n dispuestos a cerrar los ojos para ofrecer sus v¨ªrgenes al drag¨®n".
Sus palabras desencadenaron un terremoto pol¨ªtico que no ha cesado de crecer. En ese contexto, el fot¨®grafo sardo Antonello Zappadu, de 51 a?os, que entre 2007 y enero de 2009 fotografi¨® Villa Certosa, la espl¨¦ndida mansi¨®n sarda de Berlusconi, se ha convertido en el principal testigo de cargo.
Zappadu no es un paparazzo, es un reportero y ha preferido proteger la identidad de las personas que aparecen en las im¨¢genes. Por eso, todos los rostros que se ven en estas p¨¢ginas son irreconocibles porque fueron pixelados por ¨¦l. Todos, salvo el del propio Berlusconi. Su reportaje refleja c¨®mo es el ambiente en Villa Certosa, con qui¨¦n se relaciona y c¨®mo vive sus ratos de expansi¨®n el primer ministro italiano. La finca ocupa una extensi¨®n de 60 hect¨¢reas y se encuentra cerca de Porto Rotondo, la zona m¨¢s tur¨ªstica de la Costa Esmeralda.
La semana pasada, Zappadu intent¨® vender su reportaje gr¨¢fico a Panorama, una de las revistas vinculadas al imperio medi¨¢tico de Berlusconi, por 1,5 millones de euros. La revista rechaz¨® pagar ese dinero por las fotos y Berlusconi y sus abogados denunciaron a Zappadu ante la fiscal¨ªa y ante el Defensor de la Privacidad por "violaci¨®n de la intimidad e intento de estafa".
A ra¨ªz de la denuncia, el fiscal secuestr¨® todo el archivo de Zappadu, incluidas las im¨¢genes tomadas en lugares de acceso p¨²blico como el aeropuerto sardo de Olbia.
Esas fotograf¨ªas han dado origen adem¨¢s a la investigaci¨®n sobre el presunto uso indebido por parte de Berlusconi de los vuelos de Estado.
El reportero asegura que "pr¨¢cticamente cada fin de semana", aviones de oficiales pilotados por el 31? Escuadr¨®n de la Aeron¨¢utica Italiana depositaban en el aeropuerto de la Costa Esmeralda a los amigos, artistas, bailarinas y velinas (azafatas televisivas) del primer ministro.
En agosto de 2008, Berlusconi aprob¨® un reglamento nuevo por el que los vuelos de Estado se extend¨ªa a diferentes categor¨ªas de acompa?antes, en funci¨®n de las necesidades del primer ministro.
Las fotos de Zappadu atestiguan que cuatro meses antes de entrar en vigor la norma, Berlusconi viaj¨® a Olbia con su amigo el cantante napolitano Mariano Apicella y una supuesta bailaora flamenca.
La oposici¨®n sostiene que Berlusconi ha triplicado los gastos y movimientos de pasajeros que originaban esos vuelos en la etapa de Romano Prodi (2007-2008).
Adem¨¢s, seg¨²n el documento oficial de Aviaci¨®n Civil al que ha tenido acceso este diario, una orden de presidencia del Gobierno decidi¨® el 4 de junio de 2008 que cinco aviones y helic¨®pteros privados de Berlusconi, a nombre de la compa?¨ªa Alba y del consorcio de Helic¨®pteros Fininvest, pasaran a ser cualificados desde ese momento como vuelos oficiales del Estado italiano.
Las fotos de Villa Certosa revelan que en la mansi¨®n se vive un ambiente desinhibido, vigilado por fuertes medidas de seguridad. El propio Silvio Berlusconi declar¨® que un hombre que aparece en las fotos de Zappadu es el ex primer ministro checo Mirek Topolanek. Este diario no ha podido comprobar la identidad del hombre que aparece desnudo en una de las im¨¢genes.
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