Un sistema que garantizaba las mayor¨ªas absolutas... hasta ahora

Reino Unido tiene un sistema mayoritario simple a una sola vuelta. El pa¨ªs se divide en 650 circunscripciones uninominales y cada una elige a un diputado, aquel candidato que en la votaci¨®n logra la mayor¨ªa simple de los votos. Este sistema ha dado tradicionalmente amplias mayor¨ªas en el Parlamento al partido m¨¢s votado , aunque fuera por una diferencia relativamente peque?a, en el conjunto del pa¨ªs. De hecho, desde 1974 la C¨¢mara de los Comunes ha tenido siempre mayor¨ªa absoluta de un partido pero si los sondeos aciertan en esta ocasi¨®n se romper¨¢ la tendencia.

Los colegios electorales han abierto a las siete de la ma?ana hora local, las siete en Espa?a y cerrar¨¢n a las diez de la noche. Tres cadenas de televisi¨®n dar¨¢n a conocer encuestas a pie de urna cuando cierren los colegios, pero el recuento de las 649 circunscripciones en juego ser¨¢ lento y no permitir¨¢ asegurar un ganador hasta bien entrada la madrugada del viernes.

La C¨¢mara de los Comunes brit¨¢nica (c¨¢mara baja del Parlamento) est¨¢ formada por 650 diputados (533 ingleses, 59 escoceses, 40 galeses y 18 norirlandeses), pero en una de las circunscripciones -Thirsk and Malton (en el norte de Inglaterra)-no habr¨¢ elecci¨®n hasta el 27 de mayo por la muerte de uno de los candidatos. La intenci¨®n del Gobierno es que durante la madrugada se conozcan los ganadores en el 96,5% de las circunscripciones, para lo que se ha encargado a 50.000 funcionarios de los Gobiernos locales participar en el escrutinio de cada colegio electoral.

El sistema tiene, como todos, sus ventajas e inconvenientes. Puede resultar muy injusto porque el ganador se lleva el esca?o aunque haya ganado por un solo voto y los sufragios de los perdedores quedan totalmente desperdiciados. Pero tiene al menos dos ventajas: suele garantizar amplias mayor¨ªas y por tanto Parlamentos muy estables -algo que en esta ocasi¨®n est¨¢ por ver- y acerca m¨¢s a los ciudadanos y a sus representantes. Los parlamentarios son elegidos en circunscripciones que engloban a un promedio de 65.000 electores, lo que facilita que los votantes conozcan a los candidatos y a su vez estos est¨¦n m¨¢s pr¨®ximos a sus problemas.

Arma electoral

La reforma del sistema electoral ha sido uno de los temas que ha centrado la campa?a electoral, sobre todo tras la irrupci¨®n del candidato liberal Nick Clegg. Ante una probable victoria sin mayor¨ªa absoluta, Clegg ha condicionado su apoyo al partido ganador a que se reforme el sistema de reparto de voto, que perjudica a su partido. "Mi posici¨®n es que, debido a que las excentricidades e injusticias del sistema electoral son m¨¢s evidentes que nunca, creo que la reforma electoral es el primer paso para cualquier Gobierno, sea del color que sea, para restablecer la confianza del p¨²blico en el sistema pol¨ªtico", seg¨²n Clegg.

El conservador Cameron ha insistido durante la campa?a, en que su partido mantendr¨¢ el actual sistema ya que a su juicio, la introcci¨®n de un sistema proporcional, que dar¨ªa m¨¢s participaci¨®n a los partidos m¨¢s peque?os, "no es poner el poder en manos del pueblo, sino en manos de los pol¨ªticos".

Por su parte, Brown ha evitado entrar a fondo en el debate ya que su partido sale con desventaja ante los posibles pactos de Gobierno si se cumple el vaticinio de algunas encuestas que sit¨²an a los laboristas como la tercera fuerza del pa¨ªs tras las elecciones. El partido del actual primer ministro han aceptado reformarlo para facilitar un acuerdo con los liberales.