La lecci¨®n de los navajos
Los hispanos hacen suya la lucha de los indios americanos en Arizona
Una especie de m¨ªstica indigenista flota en el movimiento hispano organizado en contra de la nueva ley de inmigraci¨®n de Arizona. "Hasta ahora los indios iban a lo suyo y es la primera vez que se unen a algo m¨¢s", se?ala uno de los dirigentes locales de la lucha contra la legislaci¨®n SB1070. La manifestaci¨®n que el s¨¢bado recorri¨® las calles de Phoenix arranc¨® con una ceremonia india y sus representantes fueron los primeros que intervinieron desde la tribuna. Esa inspiraci¨®n indigenista trata de conectar con discursos como el del boliviano Evo Morales; pero tambi¨¦n es cierto que el peso de nativos americanos, de los indios, es enorme en Arizona. En este Estado, viven 21 tribus diferentes y un cuarto de sus tierras totales son reservas indias y en este movimiento en defensa de los sin papeles se cruzan los carteles de Ger¨®nimo, el rebelde Apache que luch¨® por estos desiertos, con Zapata.
"A ellos la frontera les cruz¨®, porque estaban aqu¨ª mucho antes de las fronteras", explica Salvador Reza, uno de los l¨ªderes de la movilizaci¨®n contra la Ley SB 1070, que comenzar¨¢ a aplicarse el 29 de julio si la protesta global no lo impide y que permite a la polic¨ªa parar e identificar a cualquiera que pueda parecer que est¨¦ en situaci¨®n irregular en EEUU. Los miembros de la tribu Tohono Oodham, por ejemplo, hablan espa?ol en el norte de M¨¦xico e ingl¨¦s en el sur de Estados Unidos porque son hermanos divididos por la frontera. Esta tribu, que cuenta con 20.000 miembros, es la segunda m¨¢s importante de EE UU, despu¨¦s de la naci¨®n Navajo que, con 250.000 miembros, es la mayor tribu de este pa¨ªs. Y tambi¨¦n est¨¦n los Hopi, los Cocopah, los Apache, los Yavapai, los Nojave, los Quechan, los Paiute...
Frente al capitolio de Arizona, puede verse una gigantesca estatua en homenaje a los Navajo que participaron en la II Guerra Mundial, los Navajo code talkers, los h¨¦roes olvidados de aquel conflicto: utilizaban el navajo para comunicarse y su lenguaje ancestral se convirti¨® en un c¨®digo tan secreto como sencillo que resultaba indescifrable para los japoneses. Lo malo es que no pod¨ªan ser capturados vivos (la pel¨ªcula de John Woo con Nicolas Cage Windtalkers no hace ning¨²n honor a sus haza?as con tantos tiros a c¨¢mara lenta), porque hab¨ªa que proteger el c¨®digo por encima de todo. Su papel fue reconocido solo mucho m¨¢s tarde, en los sesenta porque, en teor¨ªa, hab¨ªa que mantener el secreto para que los enemigos (comunistas entonces) no se dedicasen a estudiar el navajo. En realidad, detr¨¢s de este olvido se escond¨ªa el claro prop¨®sito de robarles su reconocimiento a los indios.
La inmensa reserva de los navajos del norte de Arizona es un territorio ¨¢rido y duro, sin recursos, pobre y con ley seca por los problemas de alcoholismo, pero est¨¢ ba?ado por una dignidad ancestral que se disputan las dos partes del conflicto que divide este Estado y este pa¨ªs: los partidarios de expulsar a todos los inmigrantes sin papeles y aquellos que luchan por los derechos civiles que han conquistado con su trabajo. Los nativos americanos han elegido apoyar esta segunda opci¨®n. La reserva navajo contiene dos de los lugares m¨¢s bellos de Estados Unidos: Monument Valley, los icebergs de roca roja que se alzan en mitad de la nada y entre los que John Ford rod¨® obras maestras como Centauros del desierto, y el ca?¨®n de Chelly, un lugar sagrado para los navajos porque encarna su resistencia frente al hombre blanco, sobre todo simboliza su principal virtud: que nunca se rindieron y all¨ª siguen. Toda una lecci¨®n de vida.
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