Muere Samuel Ruiz, obispo de la liberaci¨®n en Chiapas
Medi¨® entre la guerrilla zapatista y el Gobierno de M¨¦xico
Chiapas gan¨® fama por la revuelta de los zapatistas, pero tambi¨¦n porque all¨ª se desarroll¨® una valiente experiencia religiosa en la segunda mitad del siglo pasado. La lider¨® Samuel Ruiz, uno de los prelados m¨¢s legendarios del planeta cristiano, cuya opci¨®n por los pobres le cost¨® atentados (contra ¨¦l y su hermana) y disgustos sin cuento. Ha muerto este lunes a los 86 a?os en un hospital de Ciudad de M¨¦xico.
Los padres de Samuel Ruiz, Maclovio y Lupe, se conocieron en EE UU, a donde llegaron desde M¨¦xico como espaldas mojadas, es decir, como emigrantes ilegales. Regresaron apenas casarse y el primero de sus cinco hijos, Samuel, les naci¨® en Irapuato (Guanajuato) el 3 de noviembre de 1924, se hizo cura, fue elegido para estudiar en la imponente Universidad Pontificia Gregoriana de Roma y a los 35 a?os era ya el m¨¢s joven obispo de su pa¨ªs.
Pero nunca perdi¨® el rumbo de sus or¨ªgenes. Como 500 a?os antes Bartolom¨¦ de Las Casas, obispo tambi¨¦n en Chiapas y fiero defensor de los ind¨ªgenas en la Espa?a de la conquista, a Samuel Ruiz le toc¨® remar contra corriente, no solo frente a las instituciones pol¨ªticas sino, sobre todo, ante los acomodados jerarcas del Vaticano. Nunca vieron en Roma con buenos ojos su pasi¨®n por la teolog¨ªa de la liberaci¨®n, ni que mediara entre la guerrilla del Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN) y el Gobierno mexicano. Pese a todo, Juan Pablo II no lo movi¨® de la di¨®cesis de San Crist¨®bal de las Casas, a donde lo envi¨® Juan XXIII en 1960. Se jubil¨® en el 2000, tras cuarenta a?os de pontificado.
Entre sus fundaciones, destaca el Centro Fray Bartolom¨¦ de Las Casas, que abri¨® las puertas en 1989. En 2009 recibi¨® el premio que lleva el nombre del fraile espa?ol, entregado por los Pr¨ªncipes de Asturias. Tambi¨¦n fue galardonado con el premio Sim¨®n Bol¨ªvar, concedido por la Unesco en 2000.
Samuel Ruiz irradi¨® desde su modesta Chiapas una pastoral liberadora que le hizo popular en todo el mundo, en especial entre los partidarios del Concilio Vaticano II. ?l hab¨ªa sido uno de los prelados convocados a Roma por Juan XXIII entre 1962 y 1965 y el concilio le dej¨® una huella profunda. Cont¨® su experiencia a EL PA?S, cuando vino en 2002 a Madrid como figura estelar del congreso de ese a?o de la Asociaci¨®n de Te¨®logos Juan XXII.
Las dos preocupaciones del concilio iban a ser el di¨¢logo con el ate¨ªsmo y la unidad de las iglesias, pero unos d¨ªas antes de la inauguraci¨®n, Juan XXIII introdujo una tercera l¨ªnea: los pobres. Samuel Ruiz lament¨® siempre que se torciese aquella l¨ªnea. "La reflexi¨®n sobre la opci¨®n por los pobres no estaba madura porque en Europa entonces apenas hab¨ªa pobres", lament¨® Samuel Ruiz.
Era partidario de un nuevo concilio, como el cardenal Martini. "Los concilios solo son peligrosos para la Curia. Cuando muri¨® en pleno Vaticano II el gran Juan XXIII escuch¨¦ a un monse?or de la Curia rezar por ¨¦l. Que Dios le perdone el da?o que ha hecho a la Iglesia con este concilio, rezaba el pobre hombre", dijo.
Sin embargo, el gran conflicto con Roma fue por su radical opci¨®n por los pobres. Dec¨ªa: "La ¨²nica pregunta que se nos va a hacer al fin de los tiempos es c¨®mo tratamos al pobre. Tuve hambre y me diste de comer. Por eso, Am¨¦rica Latina tiene sus m¨¢rtires y sus santos. Primero cayeron los seglares. Tambi¨¦n entre la jerarqu¨ªa que asume esta opci¨®n hay m¨¢rtires, que no son, como antes, m¨¢rtires de la fe, sino m¨¢rtires de la justicia. Hoy se muere por optar por los pobres".
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