Jap¨®n sit¨²a a Fukushima al nivel de Chern¨®bil
El primer ministro niega haberse retrasado en reconocer la magnitud real de la tragedia.- El OIEA considera los incidentes en los reactores 1, 2 y 3 como un solo accidente.- El ministro de Ciencia y Tecnolog¨ªa reconoce que hay estroncio, un metal que provoca leucemia, en el suelo y las plantas alrededor de la central.- Un nuevo terremoto afecta a la central, aunque sin provocar da?os
Jap¨®n ha tardado un mes en admitir la realidad del accidente de Fukushima. La pasada madrugada (hora espa?ola), el Gobierno de Tokio admiti¨® que el desastre merece un 7 en la escala de sucesos nucleares (en la escala internacional del 0 al 7 de accidentes nucleares INES, por sus siglas en ingl¨¦s) debido a los altos niveles de radiaci¨®n detectados tras las fugas de la central. El salto de 5 a 7 sit¨²a el accidente en el nivel de Chern¨®bil, ocurrido hace 25 a?os, el ¨²nico precedente. La Agencia de Seguridad Nuclear japonesa (NISA) ha reconocido el cambio de nivel porque la emisi¨®n de yodo radiactivo ha sido de decenas de miles de terabequerelios, un nivel que ha considerado como un 10% de la emisi¨®n de Chern¨®bil. A¨²n as¨ª, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud se ha apresurado a decir que el riesgo para la salud p¨²blica por el accidente nuclear no es peor hoy que ayer, cuando todav¨ªa no se hab¨ªa elevado el nivel del desastre nuclear. "Nuestra evaluaci¨®n de la salud p¨²blica es igual hoy que ayer ", ha asegurado Gregory Hartl, portavoz de la OMS a Reuters."Por el momento hay muy poco riesgo para la salud p¨²blica fuera de la zona de 30 kil¨®metros de evacuaci¨®n", ha insistido.
Por su parte, el ministro de Ciencia y Tecnolog¨ªa japon¨¦s ha confirmado que se han encontrado peque?as cantidades de estroncio, un metal altamente radiactivo que puede provocar leucemia, en la tierra y plantas alrededor de la central. Estas part¨ªculas se unen a otros elementos encontrados en las mediciones de los alrededores de la central, como el yodo, el cesio y el plutonio.
Pese a tardar un mes, en su primera comparecencia tras la elevaci¨®n de la categor¨ªa del accidente, el primer ministro japon¨¦s, Naoto Kan, ha rechazado que haya habido un retraso en reconocer la magnitud real de la tragedia y ha negado que se infravalorase lo sucedido. Kan ha vuelto a demandar m¨¢s informaci¨®n a Tepco, y le ha pedido que muestre sus planes para controlar la situaci¨®n, pero ha enviado un mensaje pretendidamente tranquilizador: "la planta de Fukushima se est¨¢ estabilizando paso por paso". Sin embargo, y pese a que ayer decidieron evacuar una zona m¨¢s amplia afectada por los escapes radiactivos de la central, Kan ha dicho que est¨¢ descendiendo el escape de part¨ªculas radiactivas y ha pedido a los japoneses que, poco a poco, se vayan incorporando a la vida normal, despu¨¦s de pedirles, como medida para reconstruir el pa¨ªs, que consuma los productos de las zonas devastadas por el terremoto, informa Kyodo.
Mientras tanto, un portavoz de la compa?¨ªa que gestiona la central, Tokyo Electric Power (TEPCO), ha reconocido a la agencia local de noticias Kyodo News, el temor de la compa?¨ªa a que las filtraciones de materiales radiactivos superen en el futuro a las que se produjeron en 1986 en Chern¨®bil. "La filtraci¨®n de radiaci¨®n no se ha detenido completamente", ha dicho este portavoz.
Y por su parte, el Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) ha confirmado en un comunicado la nueva valoraci¨®n del accidente, mientras que en el mismo comunicado considera que los da?os sufridos en los tres primeros reactores se consideran ahora como un solo incidente, incidente que merece la calificaci¨®n de nivel 7, informa Efe. Hasta ahora, los da?os sufridos en esos reactores estaban considerados como incidentes separados, calificados con un 5. Mientras tanto, la unidad 4 de Fukushima permanece en el nivel preliminar 3 de la escala. El OIEA, adem¨¢s, a?ade que la nueva calificaci¨®n "requiere aplicar amplias y planeadas contramedidas".
Mientras Jap¨®n lucha contra el desastre nuclear un mes despu¨¦s del gran terremoto, la tierra contin¨²a temblando. Esta madrugada (hora espa?ola) han sido dos: el primero, que se ha sentido principalmente en Tokio, ha sido de magnitud 6,4 en la provincia de Chiba, seg¨²n inform¨® la agencia metereol¨®gica nipona, una intensidad que no activ¨® la alerta de tsunami pero que hizo temblar los edificios de Tokio; el segundo, en los alrededores de Fukushima, de magnitud 6,3.
La NISA cree que la mayor parte del material radiactivo liberado en la atm¨®sfera desde Fukushima Daiichi proviene del reactor 2, que el 15 de marzo sufri¨® una explosi¨®n de hidr¨®geno cerca de la piscina de supresi¨®n, en la base del reactor, que da?¨® la vasija de contenci¨®n que protege el n¨²cleo. Eso desat¨® una fuga masiva de materiales radiactivos en el reactor, que se cree ha experimentado una fusi¨®n parcial de las barras de combustible, seg¨²n la agencia nuclear, informa Efe.
Fukushima no es un "accidente sin impacto significativo", como declar¨® Tokio durante semanas; tampoco es un "accidente con riesgo fuera del emplazamiento", como mantuvo durante un mes. Fukushima es "un accidente grave", un nivel siete. Los expertos internacionales insist¨ªan desde hace semanas en que el accidente deb¨ªa ser calificado, como m¨ªnimo, como un nivel 6 en la escala internacional INES. Hasta ayer, Jap¨®n a¨²n manten¨ªa el nivel 5, similar al accidente de Three Mile Island, en Harrisburg (Estados Unidos, 1979, en el que apenas hubo escape.
Pese a elevar la gravedad, NISA ha insistido en separar el accidente del de Chern¨®bil: "Hay muchas diferencias", se?al¨® el portavoz de NISA, entre ellas que a¨²n se puede trabajar junto a la central nuclear o que la emisi¨®n al exterior es significativamente menor. La estimaci¨®n de que lo emitido por Fukushima es un 10% de Chern¨®bil ya la dio el instituto de radiolog¨ªa franc¨¦s el 24 de marzo.
El organismo de control japon¨¦s ha dicho adem¨¢s que sus c¨¢lculos preliminares se?alan que la cantidad de exposici¨®n externa a la radiaci¨®n de Fukushima ha alcanzado el l¨ªmite anual de un milisievert en zonas situadas a m¨¢s de 60 kil¨®metros al noroeste de la planta y a unos 40 kil¨®metros en direcci¨®n suroeste. En el radio de 20 kil¨®metros de zona de exclusi¨®n, ampliado ayer por el Gobierno, la cantidad de radiaci¨®n var¨ªa de uno a 100 milisieverts por hora, mientras que en la zona comprendida entre los 20 y los 30 kil¨®metros de la central, la cantidad se reduce a niveles inferiores a 50 milisieverts.
Que en Iitate, un pueblo de 7.000 habitantes a 40 kil¨®metros al noroeste de la nuclear, hay altos niveles de contaminaci¨®n no es ninguna sorpresa. El 25 de marzo, dos semanas despu¨¦s del tsunami, los partes del Gobierno japon¨¦s ya detectaban una contaminaci¨®n por cesio -137 en el suelo de 163.000 bequerelios por kilo (500 veces m¨¢s de lo permitido en la UE). El cesio-137 tarda unos 300 a?os en desaparecer.
Ampliaci¨®n de la zona de exclusi¨®n
La central nuclear de Fukushima retrocedi¨® ayer durante 49 minutos al punto de partida, a la cr¨ªtica situaci¨®n que vivi¨® tras el tsunami justo un mes antes. Un terremoto de magnitud 6,6 en la escala de Richter a 68 kil¨®metros de Fukushima dej¨® a la planta sin suministro el¨¦ctrico y sin refrigeraci¨®n entre las 17.16 y las 18.05 (hora local japonesa). La p¨¦rdida de energ¨ªa externa tras el tsunami del 11 de marzo dej¨® a cuatro de los seis reactores de la central en tan mal estado que, tras treinta d¨ªas de trabajo, Jap¨®n no logra controlarlos ni aventura cu¨¢ndo podr¨¢ llevarlos a una parada fr¨ªa. La refrigeraci¨®n es esencial para enfriar el combustible del reactor y de las piscinas y evitar as¨ª la fusi¨®n del n¨²cleo.
Seg¨²n Tepco, cuando retom¨® la inyecci¨®n de agua dulce los cuatro reactores m¨¢s afectados segu¨ªan estables. El problema es que casi nadie sabe a ciencia cierta eso qu¨¦ significa, porque los datos de la central son escasos. El Congresista dem¨®crata Edward J. Markey mostr¨® la semana pasada en Washington un correo electr¨®nico que le hab¨ªa enviado la Agencia Nuclear de EE UU (NRC) seg¨²n el cual tem¨ªa que el n¨²cleo del reactor dos estuviese fundido y hubiera salido de la vasija. Ese panorama es peor que el que presentan las autoridades japonesas, aunque la NRC matiz¨® despu¨¦s que no ten¨ªa claro si eso hab¨ªa ocurrido. La situaci¨®n refleja la incertidumbre en la que a¨²n se mueven los expertos.
Ingenieros de todo el mundo escudri?an los datos que Jap¨®n hace p¨²blicos para intentar aventurar cu¨¢l puede ser la situaci¨®n en el interior de los reactores. La NRC tiene expertos en Jap¨®n desde el primer d¨ªa y la Embajada estadounidense en Tokio recomienda a sus ciudadanos que se mantengan a 80 kil¨®metros de la central (para enojo del Gobierno japon¨¦s) y les ha repartido pastillas de yoduro pot¨¢sico. El yoduro pot¨¢sico a altas dosis satura el tiroides e impide la absorci¨®n de yodo radiactivo.
Por otro lado, el Ejecutivo anunci¨® que se pondr¨¢ serio con los residentes que, ignorando la recomendaci¨®n, siguen en la zona de exclusi¨®n. Desde el 13 de marzo, las autoridades japonesas han medido la radiaci¨®n a 131.604 personas. De ellas, 102 presentaron contaminaci¨®n en la ropa, pero ninguna contaminaci¨®n corporal por encima de los l¨ªmites. En Iitate y Kawamata se han realizado mediciones en 946 ni?os para estudiar la acumulaci¨®n de yodo radiactivo en su gl¨¢ndula tiroides, sin que se hayan detectado niveles superiores a los fijados por Jap¨®n, seg¨²n el Consejo de Seguridad Nuclear. "Nos parece bien esta decisi¨®n, pero deber¨ªan haberla tomado antes", explic¨® por tel¨¦fono Greg McNevin, del equipo de Greenpeace en Jap¨®n. No es la primera vez que la realidad obliga a corregir las optimistas previsiones del Gobierno de Tokio.
La organizaci¨®n afirma que la gente que a¨²n vive alrededor de Fukushima podr¨ªa recibir una dosis de radiaci¨®n de cinco milisievert al a?o, "que fue el umbral de evacuaci¨®n en Chern¨®bil". Las mediciones muestran que la dispersi¨®n de las part¨ªculas radiactivas no es uniforme. Aunque los vientos dominantes van hacia el Pac¨ªfico, hay una lengua de contaminaci¨®n hacia el noroeste, que es la que engloba a Iitate.
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