EE UU mantiene la pena de muerte para Troy Davis
Ser¨¢ ejecutado ma?ana por la tarde por un homicidio supuestamente cometido por ¨¦l en 1989.- La UE, Amnist¨ªa Internacional y el papa pidieron al Estado de Georgia que perdonara o le conmutara la sentencia
No hay clemencia para Troy Davis. Morir¨¢ ma?ana por la tarde, por inyecci¨®n letal, en una c¨¢rcel de Jackson, en Georgia, por el homicidio, en 1989, del agente de polic¨ªa Mark McPhail. La corte que consideraba su ¨²ltima apelaci¨®n posible, despu¨¦s de dos d¨¦cadas de recursos, ha rechazado este martes conmutarle la pena m¨¢xima por una cadena perpetua, a pesar de que siete testigos de la acusaci¨®n original han cambiado sus testimonios y de que hay sospechas m¨¢s que razonables de que uno de los hombres que le inculp¨® podr¨ªa ser el verdadero homicida.
Instituciones como la Uni¨®n Europea, organizaciones como Amnist¨ªa Internacional y pol¨ªticos como el expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter, adem¨¢s del propio papa Benedicto XVI, pidieron al Estado de Georgia que perdonara o le conmutara la sentencia al reo, d¨¢ndole relevancia internacional al caso.
Ayer, los abogados de la defensa de Davis desmontaron las pruebas y testimonios sobre los que la fiscal¨ªa construy¨® originariamente el caso, en el que el juez dict¨® una sentencia de pena de muerte en 1991.
Amnist¨ªa Internacional entreg¨® el viernes 630.000 cartas a la Corte de Perdones Judiciales de Georgia, que presid¨ªa sobre el caso, para paralizar la ejecuci¨®n. Entre las peticiones estaban las firmas de 51 miembros del Congreso federal. Todas, junto con las manifestaciones y vigilias que se organizaron en Georgia y otros Estados, resultaron in¨²tiles.
El agente McPhail, padre de dos hijos, apareci¨® muerto de tres disparos en el aparcamiento de un restaurante Burger King de la localidad de Savannah en 1989, cuando acud¨ªa, fuera de servicio, a asistir a un mendigo que estaba siendo atacado. La polic¨ªa detuvo entonces a Davis, que se encontraba en el lugar de los hechos junto a otras personas.
Una de ellas, Sylvester Cole, que hab¨ªa testificado en su contra en el juicio, admiti¨® en una fiesta en 2009, despu¨¦s de haber consumido alcohol, que ¨¦l hab¨ªa disparado al agente, seg¨²n ha revelado en declaraci¨®n jurada una testigo, Quiana Glover. El testimonio de esta se utiliz¨® ayer ante la corte de apelaciones, compuesta por cinco jueces.
A pesar del desmoronamiento del caso, y de que la fiscal¨ªa no pudo identificar ni m¨®vil ni arma en el proceso original, el tribunal decidi¨® hoy mantener la condena inicial. Ya no queda la posibilidad de presentar m¨¢s recursos, ya que incluso la m¨¢xima instancia judicial del pa¨ªs, el Tribunal Supremo federal, rechaz¨® aceptar el caso a tr¨¢mite, despu¨¦s de paralizar brevemente, en 2008, una de las tres ejecuciones que hasta la fecha se han programado para Davis y que no se han llevado a cabo. La de ma?ana ser¨¢ la cuarta, y, con toda probabilidad, la definitiva. Se efectuar¨¢ a las siete de la tarde en Georgia (una de la madrugada en la Espa?a peninsular).
"Tuvo suficiente tiempo para demostrar su inocencia, y no es inocente. Hay unas leyes en este pa¨ªs, ideadas para que no reine el caos. No mataremos a Troy porque nos d¨¦ la gana. Lo que queremos es que se le ejecute porque ese es su castigo", dijo a los medios la viuda del agente muerto, Joan MacPahil-Harris, despu¨¦s de la vista oral del lunes. El caso se ha utilizado, en numerosas instancias, como una cr¨ªtica a la pena de muerte, que fue suspendida brevemente por el Supremo entre 1972 y 1976. El a?o pasado murieron ajusticiadas en EE UU 46 personas.
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