Obama abre su guerra contra las armas
El presidente es consciente de que ha abierto un conflicto con una de las entidades m¨¢s poderosas del pa¨ªs, la Asociaci¨®n Nacional del Rifle
Apoyado en la conmoci¨®n provocada por la matanza en la escuela de Newtown, Barack Obama ha lanzado este mi¨¦rcoles la m¨¢s ambiciosa ofensiva contra las armas de fuego en varias d¨¦cadas y ha prometido entregarse con toda su energ¨ªa a lo que ser¨¢ una de las m¨¢s costosas empresas de su segundo mandato. El presidente enviar¨¢ al Congreso una propuesta, de incierto futuro, para la prohibici¨®n, entre otras medidas, de las armas de uso militar y ha firmado varios decretos para actuar sin permiso parlamentario en la mejora de las actuales medidas de control.
¡°Si hay una sola vida que podamos salvar, tenemos la obligaci¨®n de intentarlo. Tenemos la obligaci¨®n de actuar ahora¡±, ha declarado Obama en la emocionante ceremonia organizada para presentar esta arriesgada iniciativa. El presidente es consciente de que ha abierto un conflicto con una de las entidades m¨¢s poderosas del pa¨ªs, la Asociaci¨®n Nacional del Rifle (NRA, en sus siglas en ingl¨¦s) y sobre uno de los pilares sobre los que se asienta el nacimiento de esta naci¨®n, el derecho a poseer armas, protegido por la Constituci¨®n.
La de Obama es una misi¨®n que va a encontrar muchos obst¨¢culos en el camino ¨Cbuena parte de los miembros del Congreso son elegidos en campa?as financiadas por la NRA- y que quiz¨¢ acabe en la derrota de la Casa Blanca
Se trata, pues, de una misi¨®n que va a encontrar muchos obst¨¢culos en el camino ¨Cbuena parte de los miembros del Congreso son elegidos en campa?as financiadas por la NRA- y que quiz¨¢ acabe en la derrota de la Casa Blanca. La NRA no s¨®lo pretende ser la ¨²ltima salvaguardia de la libertad individual de los norteamericanos, sino que es la representaci¨®n de uno de los m¨¢s pr¨®speros negocios del pa¨ªs. Habr¨¢, por tanto, dinero y emociones a espuertas en el debate que hoy empieza.
Para ello, Obama ha aparecido arropado por familiares de la escuela de Newtown, por ni?os que le han escrito pidi¨¦ndole que ponga fin a esta violencia interminable y por muchos millones de norteamericanos ¨Cla mayor¨ªa, seg¨²n las encuestas- horrorizados ante la realidad de que, en el mes transcurrido desde los sucesos de Newtown, han muerto ya por armas de fuego en Estados Unidos casi un millar de personas, la mitad de todas las v¨ªctimas norteamericanas en los once a?os de guerra en Afganist¨¢n. A esos compatriotas, Obama ha pedido que presionen a sus representantes parlamentarios para que este esfuerzo concluya felizmente con menos armas en la calle.
La iniciativa del presidente es ambiciosa respecto a la historia y la tradici¨®n estadounidenses, pero muy modesta si se compara con lo que ya es ley y norma en la mayor¨ªa de los pa¨ªses civilizados del mundo. Obama ha pedido al Congreso la prohibici¨®n de las llamadas armas de asalto (los rifles autom¨¢ticos y semiautom¨¢ticos que utilizan los soldados en el campo de batalla), la limitaci¨®n a 10 balas de los cargadores a la venta, que actualmente son de 30 o m¨¢s, y, quiz¨¢ lo m¨¢s importante, la certificaci¨®n de identidad y de antecedentes de todos los compradores de armas, sin excepci¨®n.
Obama ha pedido al Congreso la prohibici¨®n de las llamadas armas de asalto, la limitaci¨®n a 10 balas de los cargadores a la venta y la certificaci¨®n de identidad y de antecedentes de todos los compradores de armas
Esta ¨²ltima medida puede ser la m¨¢s eficaz y es a la que con m¨¢s contundencia se opone la NRA, porque es la que m¨¢s amenaza su negocio. Actualmente, cerca de la mitad de las armas que se compran en EE UU se venden en ferias y convenciones en las que, seg¨²n la ley, se puede adquirir cualquier producto sin l¨ªmite y sin ninguna clase de identificaci¨®n. Cualquier criminal puede construir impunemente su arsenal en esos lugares.
Si el Congreso lo aprueba, la comprobaci¨®n de los datos personales de cada comprador de armas podr¨ªa reducir su venta, espantar a los criminales y facilitar el trabajo de la polic¨ªa en la investigaci¨®n de los delitos.
Pero no va a ser f¨¢cil que lo apruebe, ni eso, ni las otras dos prohibiciones mencionadas. El presidente del Comit¨¦ de Asuntos Judiciales del Senado, Patrick Leahy, ha anunciado que los debates en esa c¨¢mara comenzar¨¢n el pr¨®ximo d¨ªa 30. Los dem¨®cratas son mayor¨ªa en el Senado y, aunque tambi¨¦n hay dem¨®cratas apoyados por la NRA, tienen m¨¢s posibilidades de ¨¦xito en esa instancia. Pero cualquier cosa que apruebe el Senado tiene que llegar despu¨¦s a la C¨¢mara de Representantes, bajo control de los republicanos y cuyo presidente, John Boehner, dijo ayer que discutir¨¢n lo que les propongan, sin anticipar su posici¨®n ni sugerir otras ideas.
La NRA ha alertado a sus seguidores de que el Gobierno viene a quitarles las armas, los comentaristas radiof¨®nicos m¨¢s iracundos hablan del regreso a la guerra civil
El ruido que va a producir este debate ser¨¢ de los que hagan ¨¦poca. La NRA ha alertado a sus seguidores de que el Gobierno viene a quitarles las armas. Los comentaristas radiof¨®nicos m¨¢s iracundos hablan del regreso a la guerra civil. Steve Stockman, un republicano de la C¨¢mara por el estado de Tejas, ha advertido ya de que la prohibici¨®n de armas de fuego podr¨ªa ser motivo de destituci¨®n del presidente (impeachment), en cuanto que supone una violaci¨®n de la Segunda Enmienda constitucional.
Obama ha tenido cuidado de no imponer nuevas restricciones por decreto y se ha limitado con sus 23 medidas a perfeccionar el sistema actual. El apartado m¨¢s importante en ese cap¨ªtulo es la de la introducci¨®n de los antecedentes sobre enfermedades mentales entre los datos que las autoridades deben de facilitar a los vendedores de armas.
Las 23 medidas para el control de armas de Obama
1.- Promulgar un Memorandum que exija a las agencias federales la puesta a disposici¨®n de datos importantes para el sistema nacional del control de antecedentes.
2.- Estudiar las barreras legales innecesarias, en especial las relacionadas con la Ley de Responsabilidad y Transferencia de Seguros Sanitarios, que puedan impedir a los Estados la puesta a disposici¨®n de informaci¨®n para el sistema de control de antecedentes.
3.- Mejorar los incentivos para que los Estados puedan compartir informaci¨®n con el sistema de control de antecedentes.
4.- Encargar al Fiscal General la revisi¨®n de los grupos de personas que tengan prohibido el acceso a las armas para cerciorarse de que los individuos peligrosos no se amparan en vac¨ªos legales.
5.- Proponer un marco legal que proporcione a los agentes de la ley la posibilidad de realizar un control exhaustivo de los antecedentes de un ciudadano antes de devolverle un arma incautada.
6.- Publicar un documento de la Oficina de Armas, Alcohol y Tabaco para todos los vendedores de armas con licencia con las instrucciones sobre c¨®mo realizar los controles de antecedentes a los compradores particulares.
7.- Lanzar una campa?a sobre la posesi¨®n segura y responsable de armas de fuego.
8.- Revisar los protocolos de seguridad de los seguros de las armas de fuego.
9.- Promulgar un Memorandum que exija a los agentes federales el seguimiento de las armas incautadas durante las investigaciones criminales.
10.- Publicar un informe del Departamento de Justicia en el que se analice la informaci¨®n sobre las armas extraviadas y robados y distribuirlo entre los agentes de la ley.
11.- Nombrar al director de la Oficina de Armas, Alcohol y Tabaco.
12.- Dotar a los agentes de la ley, a los miembros de los servicios de emergencias y a los profesores de entrenamiento adecuado para responder en un caso de tiroteo.
13.- Maximizar los recursos de las fuerzas de seguridad destinados a prevenir la violencia armada y la persecuci¨®n de los delitos relacionados con las armas de fuego.
14.- Promulgar un Memorandum que exija a los Centros de Control de Enfermedades la investigaci¨®n de las causas y de la prevenci¨®n de la violencia armada.
15.- Encargar al Fiscal General que dirija un informe sobre la disponibilidad y el uso m¨¢s eficaz de las tecnolog¨ªas relacionadas con la seguridad en las armas y la posibilidad de que el sector privado desarrolle tecnolog¨ªa innovadora en la materia.
16.- Aclarar que la Reforma Sanitaria no prohibe a los m¨¦dicos preguntar a sus pacientes sobre las armas que poseen en sus casas.
17.- Publicar una carta a las compa?¨ªas de seguros m¨¦dicos en las que se aclare que ninguna ley federal les proh¨ªbe informar sobre amenaza de violencia a las autoridades.
18.- Promover incentivos a los colegios para la contrataci¨®n de personal auxiliar.
19.- Desarrollar un plan unificado de respuesta en caso de emergencias para las escuelas, lugares de culto e instituciones de ense?anza superior.
20.- Publicar un documento dirigido a los funcionarios de salud aclarando el ¨¢mbito de servicios sanitarios que deben cubrir los planes del Medicaid.
21.- Promulgar disposiciones que aclaren cu¨¢les son los beneficios sanitarios fundamentales y los requisitos de paridad incluidos en la Reforma sanitaria.
22.- Comprometerse a desarrollar normativas que regulen la atenci¨®n de los enfermos mentales.
23.- Promover un di¨¢logo nacional sobre la salud mental liderado por los secretarios [Kathleen] Sebelius [Sanidad] y [Arne] Duncan [Educaci¨®n].
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