La batalla por la reforma sanitaria de Obama sigue dividiendo a los tribunales
La decisi¨®n puede encarecer los seguros m¨¦dicos para 5 millones de personas
Una corte federal de Apelaciones rechaz¨® este lunes uno de los art¨ªculos fundamentales de la reforma sanitaria aprobada por el presidente Obama en 2010. La decisi¨®n, que ser¨¢ apelada por la Casa Blanca, lleg¨® casi al mismo tiempo que una segunda, de otra corte distinta, que afirm¨® exactamente lo contrario. Los dos dict¨¢menes son un ejemplo m¨¢s de c¨®mo la medida legislativa m¨¢s importante del primer mandato del presidente dem¨®crata, justo cuando da se?ales de consolidaci¨®n entre los ciudadanos, sigue dividiendo a la justicia estadounidense cuatro a?os despu¨¦s de su aprobaci¨®n.
La primera decisi¨®n judicial de este martes puede suponer el encarecimiento de los seguros m¨¦dicos contratados por m¨¢s de la mitad de los 8 millones de estadounidenses, al rechazar los subsidios proporcionados por el Gobierno federal a trav¨¦s de la reforma. El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, asegur¨® sin embargo en rueda de prensa que la Administraci¨®n Obama garantizar¨¢ el coste actual a pesar de la sentencia. Apenas unas horas despu¨¦s, otra corte de Apelaciones, dictaminaba que las subvenciones s¨ª deben estar permitidas.
La reforma sanitaria estableci¨® la creaci¨®n de un nuevo sistema de salud basado en la obligaci¨®n de los ciudadanos a contratar una p¨®liza -conocido como ¡®mandato individual¡¯ y respaldada por el Tribunal Supremo en 2012-, el deber de las aseguradoras a proporcionar dichas p¨®lizas independientemente de las condiciones m¨¦dicas previas del ciudadano y, por parte del Gobierno federal, la aportaci¨®n de subsidios que redujeran el coste de los seguros.
Con la legislaci¨®n naci¨® el conocido como ¡°mercado¡± de seguros m¨¦dicos, una bolsa de p¨®lizas donde los ciudadanos pueden comparar prestaciones y costes. Estos mercados son imprescindibles para el funcionamiento del sistema: 24 Estados han accedido a crearlos pero otros 36 se han negado -siguiendo la iniciativa de gobiernos republicanos en contra de la reforma- por lo que cuentan con un mercado supervisado por el Gobierno federal.
Nuestra decisi¨®n puede tener importantes consecuencias para los millones de individuos que reciben subsidios como para las aseguradoras¡±
Y en esa divisi¨®n surgi¨® la demanda decidida este martes en Washington, la ¨²ltima de una serie de iniciativas (incluidos m¨¢s de 40 votos en la C¨¢mara de Representantes) para revocar la ley o impedir su funcionamiento tal y como fue concebida. El texto legal dice que los ciudadanos tendr¨¢n acceso a subsidios para pagar el seguro m¨¦dico cuando este sea ¡°proporcionado por el Estado¡±. Para los demandantes, el Estado se refiere a cada uno de los 50 gobiernos estatales, no el Gobierno federal. Para la Casa Blanca, por el contrario, el Gobierno federal act¨²a como sustituto en el caso de los 36 Estados que se negaron a participar en el sistema y que, t¨¦cnicamente, el mercado sigue siendo estatal.
¡°Al menos hasta que los Estados creen esos mercados de seguros, nuestra decisi¨®n puede tener importantes consecuencias tanto para los millones de individuos que reciben subsidios a trav¨¦s del sistema federal como para las aseguradoras¡±, reconoci¨® el juez Thomas Griffith, autor de la sentencia en contra de la parte fundamental de la reforma. De resultar bloqueados los subsidios, la decisi¨®n afectar¨ªa a cinco millones de personas.
Harry Edwards, el ¨²nico de los tres jueces que vot¨® a favor de este art¨ªculo de la ley ante la Corte de Apelaciones, argumenta en su texto que las subvenciones son imprescindibles para el funcionamiento de la reforma. ?stas ¡°garantizan que el mandato individual tiene suficiente influencia como para atraer a ciudadanos sanos que entren en el mercado y le doten de estabilidad¡±.
Una de las claves para el ¨¦xito de la reforma, seg¨²n defendi¨® en numerosas ocasiones la Administraci¨®n Obama, fue lograr que ciudadanos j¨®venes y sanos adquirieran p¨®lizas m¨¦dicas. Su contribuci¨®n al ¡°mercado¡± permitir¨ªa sufragar los gastos en los que incurre el sistema al sufragar seguros de la poblaci¨®n enferma y mantener el precio estable y m¨¢s barato que antes en el sistema anterior.
La sentencia emitida este martes en contra de la reforma todav¨ªa puede ser apelada por la Administraci¨®n Obama e incluso terminar su recorrido en el Tribunal Supremo. En el caso de avanzar y si la m¨¢xima instancia judicial del pa¨ªs da la raz¨®n a los demandantes, la reforma perder¨ªa definitivamente uno de los elementos esenciales de su arquitectura y ver¨ªa amenazado su funcionamiento.
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