Guatemala juzga a los militares acusados de someter a esclavitud sexual a mujeres mayas
La violencia sexual fue una pr¨¢ctica recurrente durante la guerra civil librada entre 1960 y 1996
La guerra de guerrillas librada en Guatemala entre 1960 y 1996 est¨¢ considerada como una de las m¨¢s sangrientas del continente. El informe Guatemala, memoria del silencio de la Comisi¨®n de Esclarecimiento Hist¨®rico de la ONU confirma la percepci¨®n. Una de las formas m¨¢s crueles de la represi¨®n militar fue el sometimiento a la esclavitud de las mujeres de los campesinos sospechosos de colaborar con la insurgencia. Ellos eran secuestrados y desaparec¨ªan a manos del Ej¨¦rcito o de grupos paramilitares. Ellas, obligadas a cocinar y lavar la ropa en los cuarteles y a satisfacer el apetito sexual de los soldados.
Seg¨²n el informe, ¡°la violencia sexual estuvo vinculada de modo sistem¨¢tico con la privaci¨®n de la libertad de las mujeres y con las masacres¡±. Estas matanzas de poblaci¨®n civil desarmada alcanzaron la escalofriante cifra de 626. Mayoritariamente se perpetraron entre 1978 y 1984, durante los reg¨ªmenes de los generales Romeo Lucas Garc¨ªa y Efra¨ªn R¨ªos Montt, los m¨¢s sanguinarios de esa etapa de la historia de Guatemala. La violencia contra las mujeres tuvo tambi¨¦n un claro componente racista: el 88,7% de las v¨ªctimas (1.465 denuncias recibidas) son mayas. Y aunque la mayor¨ªa (62%) fueron mujeres de entre 18 y 60 a?os, tambi¨¦n se registran casos de ni?as. ¡°El porcentaje de menores de edad¡± ¨Cun tercio de las denuncias¨C ¡°muestra c¨®mo esta forma de violencia marc¨® la vida o trajo la muerte a muchas ni?as¡±, subraya el documento.
Este lunes, m¨¢s de treinta a?os despu¨¦s de perpetrados los delitos, 11 v¨ªctimas ?ver¨¢n comenzar el juicio de dos de los responsables identificados. Se trata del coronel (retirado) Esteelmer Reyes Gir¨®n, ahora de 59 a?os, y del ex comisionado militar (civil al servicio del Ej¨¦rcito) Heriberto Valdez, de 74. Seg¨²n la Fiscal¨ªa, las violaciones se registraron entre 1982 y 1983 en un destacamento militar ubicado en la comunidad de Sepur Zarco, en el l¨ªmite de las provincias de Alta Verapaz e Izabal, al norte de esta capital.
Las violaciones se registraron entre 1982 y 1983 en un destacamento militar de ?Sepur Zarco
¡°Previo a que las mujeres fueran esclavizadas sexual y dom¨¦sticamente, sus esposos fueron desaparecidos. Unas eran viudas, otras ten¨ªan hijos peque?os¡±, se lee en un comunicado emitido por la unidad de Casos Especiales del Conflicto Armado Interno.
En su denuncia ante la Fiscal¨ªa, las v¨ªctimas detallaron c¨®mo se vieron obligadas a servir, en un r¨¦gimen de virtual esclavitud, a los soldados. ¡°Les cocinaban, les lavaban la ropa con jab¨®n que ellas ten¨ªan que comprar y despu¨¦s fueron violadas durante un tiempo prolongado, al extremo de que muchas todav¨ªa sufren hemorragias y enfermedades¡±, puntualiza la denuncia.
Como una condena a?adida al sufrimiento, estas mujeres son repudiadas en sus comunidades, sospechosas de colaborar con sus verdugos, extremo que las ha obligado a vivir en lugares aislados.
El asunto se juzga ante el Tribunal de Mayor Riesgo A, a cargo de Yasm¨ªn Barrios, la juez que en mayo de 2013 conden¨® a 80 a?os de prisi¨®n al exdictador Efra¨ªn R¨ªos Montt, en un proceso que fue anulado despu¨¦s por el Constitucional.
En la v¨ªspera, la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Mench¨², quien califica la violaci¨®n como ¡°un crimen repudiable en cualquier rinc¨®n del mundo¡±, dijo a EL PA?S que lo m¨¢s importante del proceso es que, por primera vez en Guatemala, los casos de violaci¨®n lleguen a juicio. ¡°Es una meta importante el que se vuelva una verdad jur¨ªdica que trasciende la verdad de la v¨ªctima. Guatemala se dignifica en el momento en que empieza a juzgar las violaciones sexuales como parte de los delitos que ofenden la conciencia humana¡±, concluy¨®.
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