La agresi¨®n del joven afgano enturbia el debate sobre refugiados en Alemania
Los conocidos del atacante lo describen como alguien "musulm¨¢n pero no radical" que viv¨ªa con una familia de acogida y con posibilidades de encontrar trabajo
El terror yihadista salpic¨® el lunes a Alemania. El ataque de un joven afgano en un tren en Baviera deja cinco heridos, dos de ellos en peligro de muerte. Podr¨ªa haber sido peor si un cuerpo de ¨¦lite policial no hubiera matado al agresor al encontr¨¢rselo por casualidad. La noticia de que el atacante estaba entre el mill¨®n de refugiados que entraron en Alemania el a?o pasado supone un golpe para la imagen de los solicitantes de asilo que viven en el pa¨ªs. Y complica la gesti¨®n de la crisis migratoria a la canciller Angela Merkel, que el a?o pasado fue tan criticada como alabada por su pol¨ªtica de puertas abiertas.
Lejos de los reproches que la oposici¨®n francesa dirigi¨® al Gobierno franc¨¦s tras a la matanza de Niza, la clase pol¨ªtica alemana ha reaccionado con sangre fr¨ªa al ataque de Wurzburgo, en el sur del pa¨ªs. La Fiscal¨ªa responsable del caso apunta a un trasfondo pol¨ªtico, posiblemente relacionado con el deseo de venganza del agresor tras la muerte de un amigo suyo en Afganist¨¢n.
?En la rueda de prensa que dio el martes, el fiscal Erik Ohlenschlager mencion¨® una v¨ªctima hasta entonces desconocida: adem¨¢s de las cuatro personas agredidas en el tren, una familia de Hong Kong de viaje por Alemania, el afgano atac¨® con su hacha al bajarse del tren a una mujer que paseaba con su perro. ¡°Voy a matarte, puta¡±, le grit¨®.
¡°Por ahora parece que se trata de un criminal solitario¡±, dijo el ministro de la Canciller¨ªa y responsable gubernamental de los refugiados, Peter Altmaier. Tan solo alg¨²n dirigente del partido xen¨®fobo de derechas Alternativa para Alemania (AfD) responsabiliz¨® de lo ocurrido a Merkel y a su ¡°pol¨ªtica de bienvenida¡±, ¡°que ha tra¨ªdo a Alemania demasiados j¨®venes musulmanes radicales y sin estudios¡±.
Debate sobre la actuaci¨®n de la polic¨ªa
Primero atac¨® con un cuchillo y un hacha a cuatro pasajeros de un tren. Luego, el afgano de 17 a?os se baj¨® y agredi¨® a una mujer. La ola de violencia par¨® cuando dio con unos agentes que le dispararon al lanzarse contra ellos ¡°con gran agresividad¡±, seg¨²n el fiscal.
La exministra de Los Verdes Renate K¨¹nast dispar¨® el martes la pol¨¦mica al cuestionar en Twitter que la polic¨ªa hubiera matado al agresor cuando hu¨ªa, en lugar de reducirlo. Los sindicatos de polic¨ªa y varios pol¨ªticos defendieron a unos agentes que evitaron m¨¢s v¨ªctimas. El periodista Jakob Augstein, sin embargo, defendi¨® la pregunta de la pol¨ªtica verde como necesaria para evitar casos de brutalidad policial como en EE UU.
Pero la ausencia de un rifirrafe pol¨ªtico no oculta una inquietud creciente ante la amenaza yihadista y el miedo a que una minor¨ªa de refugiados pueda radicalizarse. Preocupa especialmente la situaci¨®n de los menores de edad que han viajado sin familia ¡ªunos 15.000 el a?o pasado¡ª, y que podr¨ªan caer m¨¢s f¨¢cilmente en las redes radicales en los centros de acogida, como fue el caso del agresor de Wurzburgo, identificado como Muhamad Riyad en una grabaci¨®n en la que se declaraba como ¡°soldado del califato¡±.
En una entrevista reciente, el jefe de los servicios secretos para el interior del pa¨ªs, Hans-Georg Maa?en, admit¨ªa haber infravalorado el riesgo de que hubiera yihadistas entre el flujo de refugiados que lleg¨® a Alemania. ¡°Ahora sabemos que aunque no lo necesita, el ISIS infiltr¨® a algunos de los suyos entre los refugiados¡±, dec¨ªa Maa?en a la edici¨®n dominical de Die Welt en abril.
Al margen de las circunstancias personales del atacante, el suceso del lunes en Baviera contribuir¨¢ a empeorar la imagen de un colectivo que, seg¨²n las estad¨ªsticas oficiales, no comete de media m¨¢s delitos que el resto de la poblaci¨®n. Al igual que ocurri¨® con las agresiones masivas a mujeres en la pasada Nochevieja en Colonia, es previsible que crezcan la desconfianza y los recelos. Una reciente encuesta de la Fundaci¨®n Mercator y la Universidad de Bielefeld mostraba que una mayor¨ªa de alemanes cree que la llegada de solicitantes de asilo aumenta el riesgo de atentados.
El clima de miedo se extiende r¨¢pidamente. Seg¨²n un estudio elaborado por la aseguradora R+V, casi tres cuartos de los consultados mencionan el terrorismo como uno de sus grandes temores. Por primera vez desde que se hace la encuesta, este es el peligro m¨¢s citado.
Como medida preventiva, la compa?¨ªa nacional de ferrocarriles, Deutsche Bahn, ya ha anunciado que incrementar¨¢ la videovigilancia en estaciones y trenes para proteger a pasajeros y empleados. A este ambiente de incertidumbre se uni¨® el martes la confirmaci¨®n de que entre las v¨ªctimas del atentado de Niza de la semana pasada se encuentran tres alemanas: dos estudiantes y una profesora de Berl¨ªn.
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