Un viejo halc¨®n contra Trump: ¡°Es impulsivo, col¨¦rico; no lo quiero al mando¡±
Michael Chertoff, arquitecto de la agresiva pol¨ªtica antiterrorista con Bush, ataca al magnate
Michael Chertoff ten¨ªa los tics de un funcionario de Washington. Pasaba las 24 horas pegado al tel¨¦fono. Una ma?ana conduc¨ªa a la oficina y en manos libres llevaba a su segundo en la oficina del Departamento de Justicia, donde lideraba la divisi¨®n criminal. El ayudante le cont¨®, casi como una an¨¦cdota, que un avi¨®n acababa de estrellarse en el World Trade Center. Chertoff pens¨® que se trataba de un simple accidente pero, al cabo de un rato, cuando al otro lado de la l¨ªnea le anunciaron que un segundo aparato hab¨ªa embestido las Torres Gemelas, pis¨® el acelerador. Estados Unidos estaba siendo atacado y ¨¦l ten¨ªa mucho trabajo por delante.
Se sucedieron semanas de mucha tensi¨®n. De nervios y decisiones al l¨ªmite, el futuro de una naci¨®n estaba en juego. Echando ahora la vista atr¨¢s, Chertoff, que despu¨¦s fue nombrado por George W. Bush secretario de Seguridad Nacional, tiene una cosa clara: Donald Trump no est¨¢ preparado para afrontar este tipo de retos. ¡°Es alguien impulsivo, err¨¢tico, col¨¦rico. Cuando est¨¢s manejando problemas de seguridad nacional no es una buena idea tener a alguien as¨ª al mando. Tienes que usar el cerebro, no las tripas¡±, describe Chertoff, embutido en un traje que le queda un poco grande.
El que fuera uno de los hombres clave en la toma de decisiones tras los atentados del 11 de septiembre ha estado esta semana en Bratislava¡ª capital eslovaca¡ª para participar en el foro Globsec Tatra Summit. Su respuesta al ataque de Bin Laden fue agresiva y mucho se ha discutido sobre si se extralimit¨® en sus funciones. En las horas posteriores detuvo a cientos de ¨¢rabes en Washington y Nueva York y fue tambi¨¦n uno de los padres de la Ley Patriota, una legislaci¨®n que permiti¨® poner en suspenso algunos derechos civiles fundamentales para combatir el terrorismo.
Por su forma de entender el poder, Chertoff pareciera alguien m¨¢s cercano a Trump que a Clinton pero el ahora lobista no le tiene ninguna simpat¨ªa al candidato rubio platino. Junto a otros 49 republicanos expertos en seguridad nacional, Chertoff ha firmado una dur¨ªsima carta contra el magnate, en la que le tachan de peligro para el futuro de EE UU.
?l, adem¨¢s, ha dado un paso m¨¢s que el resto al anunciar que votar¨¢ a Hillary Clinton.
-?Es la primera vez en su vida que va a votar a un dem¨®crata?
-S¨ª, eso creo- afirma sin mucho entusiasmo.
Son viejos conocidos. Chertoff tuvo un papel muy activo en una investigaci¨®n de los a?os noventa que trat¨® de ligar a Bill y Hillary con un caso de corrupci¨®n en Arkansas. Era el caso Whitewater. El que fuera juez, siempre bajo el paraguas republicano, cree que aquello fue un error. Estados Unidos, dice, era un lugar entonces donde se cre¨ªa que "el mundo era maravilloso" y perd¨ªa muchas energ¨ªas "investigando detalles sin importancia" para atacar a los contrarios pol¨ªticos, y se olvid¨® de que Al Qaeda estaba levantando el mazo para golpear.
Cree que Clinton ha hecho algunas cosas mal, como lo descuidada que fue con los correos electr¨®nicos, pero en t¨¦rminos generales es, sin duda, una mejor opci¨®n que el poco predecible Trump: "Tiene experiencia, buen juicio, entiende las diferencias entre amigos y enemigos". Y remacha: "Va a ser una buena presidenta".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.