Las divisiones alejan a la izquierda francesa del poder
Los socialistas de Hamon y la izquierda alternativa de M¨¦lenchon exhiben su capacidad de convocatoria en Par¨ªs
La izquierda francesa, con un largo historial de querellas internas a sus espaldas, llega dividida a la campa?a para las elecciones presidenciales del 23 de abril. La divisi¨®n se escenific¨® este fin de semana en Par¨ªs. El s¨¢bado, con una manifestaci¨®n multitudinaria con Jean-Luc M¨¦lenchon, un candidato en sinton¨ªa con movimientos como Podemos en Espa?a. Y el domingo, con un mitin del socialista Beno?t Hamon. Ni Hamon ni M¨¦lenchon se clasificar¨¢n para la segunda vuelta, el 7 de mayo, seg¨²n los sondeos.
Hegem¨®nico en la izquierda durante las ¨²ltimas d¨¦cadas, el PS de Hamon vive atrapado en una posici¨®n endemoniada. Est¨¢ sometido a la presi¨®n de M¨¦lenchon, un exsocialista con el programa de la izquierda m¨¢s aut¨¦ntica y pura, un orador efectivo que quiere salir de la OTAN y reinventar Europa con la perspectiva de una eventual salida.
Por la derecha la presi¨®n proviene de los propios notables socialistas, tentados de sumarse al candidato centrista, el exministro de Econom¨ªa Emmanuel Macron. Macron, que fue banquero de inversiones antes de entrar en pol¨ªtica, es el favorito para enfrentarse en la segunda vuelta a Marine Le Pen, la candidata del Frente Nacional, el viejo partido de la extrema derecha francesa.
Los notables socialistas no perdonan a Hamon, vencedor en las primarias de enero, que se rebelase contra el presidente Fran?ois Hollande cuando era ministro suyo. Ni Hollande ni Manuel Valls, primer ministro hasta diciembre, han querido declararle su apoyo, a pesar de ser el candidato leg¨ªtimo del partido. Destacados socialistas en la Asamblea Nacional o en el ¨¢mbito local han hecho lo contrario, sumarse a En Marche!, el peque?o partido que debe catapultar al exbanquero y exministro Macron, de 39 a?os, al El¨ªseo.
El factor Valls
En Francia la pol¨ªtica interesa y apasiona. Como el s¨¢bado M¨¦lenchon al sacar a decenas de miles de personas entre las plazas de la Bastilla y la Rep¨²blica, Hamon demostr¨® una capacidad de movilizaci¨®n extraordinaria al llenar el pabell¨®n deportivo de Bercy. El ambiente ¡ªmuchos j¨®venes y muchas banderas: rojas, verdes, arco¨ªris, europeas¡ªno era el de un perdedor.
Con Hamon el PS se transforma: sigue siendo europe¨ªsta, y esto le distancia de M¨¦lenchon, pero es m¨¢s ecologista, m¨¢s multicultural, m¨¢s atento a las desigualdades sociales y a las f¨®rmulas para atajarlas en la econom¨ªa rob¨®tica del siglo XXI, y sobre todo es desacomplejadamente de izquierdas. Desconectado de las realidades del mundo y el gobierno, le critican los socialistas m¨¢s centristas, los denostados socio-liberales.
¡°Yo prefiero la claridad¡±, replica Hamon. En Bercy, en un discurso de una hora y media, demostr¨® su capacidad para conectar con las renovadas bases, y reivindic¨® que la divisoria izquierda/derecha, que Macron repudia, a¨²n tiene sentido.
Est¨¢ claro qui¨¦n es el gran adversario. No M¨¦lenchon, ni el conservador Fran?ois Fillon, ni Le Pen. El adversario es Macron, cuyos cantos de sirena amenazan con desangrar al PS. Sin mencionarlo, lo describi¨® como el candidato de los negocios y del liberalismo fallido de los a?os ochenta. "El partido del dinero tiene demasiados candidatos¡±, lament¨®.
El desorden en la socialdemocracia francesa contrasta con el cierre de filas del SPD alem¨¢n en el congreso que proclam¨® candidato a canciller al expresidente de la Euroc¨¢mara, Martin Schulz. Los gui?os de los socialdem¨®cratas alemanes a Macron no ayudan.
El PS franc¨¦s se encuentra en una posici¨®n distinta del SPD. Pese a la inyecci¨®n de optimismo en Bercy, la posibilidad de colocar a su hombre en el El¨ªseo parece lejana, a menos que se produzca una convulsi¨®n inesperada. Desde 1969 los socialistas s¨®lo han faltado en la segunda vuelta en 2002.
El objetivo es, por lo menos, imponerse en la primera vuelta a la izquierda de M¨¦lenchon, atajar la fuga de votos y dirigentes hacia Macron, y prepararse para las elecciones legislativas de junio, la tercera vuelta de las presidenciales.
Ser¨¢ entonces cuando el nuevo presidente ¡ªen la hip¨®tesis Macron, un l¨ªder sin partido fuerte¡ª necesite al bloque socialista para gobernar. Ser¨¢ el momento para jugar sus cartas: abrirse al centro o convertirse en partido de oposici¨®n.
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