Macron quiere una mayor¨ªa clara para una tercera v¨ªa a la francesa
La segunda vuelta de las legislativas debe ratificar el giro liberal y 'gaullista' del nuevo presidente
Es casi un plebiscito. Sobre un hombre y sus ideas. Emmanuel Macron buscar¨¢ este domingo en la segunda vuelta de las elecciones legislativas una ratificaci¨®n a su reci¨¦n estrenado mandato. Si, como pronostican los sondeos, el presidente franc¨¦s obtiene una mayor¨ªa absoluta en la Asamblea Nacional, comenzar¨¢ un experimento ins¨®lito en la pol¨ªtica francesa. No s¨®lo por la renovaci¨®n profunda de la clase pol¨ªtica que supone el resultado. Tambi¨¦n por la ideolog¨ªa de Macron, un liberalismo con acentos socialdem¨®cratas mezclado con un gaullismo que concede un papel central al Estado y a la figura del presidente: una tercera v¨ªa a la francesa.
En Francia, cuna intelectual del liberalismo pol¨ªtico, patria de algunos de los te¨®ricos m¨¢s influyentes de este movimiento en el siglo XIX, como Benjamin Constant o Alexis de Tocqueville, es tambi¨¦n un pa¨ªs donde la palabra liberal se usa como insulto, donde globalizaci¨®n es sin¨®nimo de pesadilla dist¨®pica y capitalismo un sistema a derribar para millones de votantes. De ah¨ª que la victoria de Macron en las elecciones presidenciales de mayo, y el probable ¨¦xito en la rev¨¢lida de las legislativas, sea una peque?a revoluci¨®n. Francia tiene un presidente ¡ªposiblemente respaldado, a partir de esta noche, por una de las mayor¨ªas parlamentarias m¨¢s amplias de la historia¡ª que sin complejos se proclama liberal.
¡°Emmanuel Macron es un liberal a la vez en el terreno econ¨®mico y en lo social o cultural, lo cual en Francia es muy original¡±, resume J¨¦r?me Perrier, historiador del liberalismo franc¨¦s. Perrier explica que, tradicionalmente la izquierda francesa ha sido liberal en cuestiones culturales o sociales ¡ªen temas como el matrimonio gay, por ejemplo¡ª y antiliberal en la econom¨ªa. La derecha, al contrario, ha sido antiliberal en lo cultural y (por lo menos program¨¢ticamente, y no siempre) m¨¢s liberal en lo econ¨®mico. ¡°La originalidad de Emmanuel Macron es que ¨¦l es un liberal completo, lo que explica su idea de que es a la vez de izquierdas y de derechas¡±.
Macron teoriz¨® sobre esta posici¨®n intermedia en su libro Revoluci¨®n. ¡°Si por liberalismo se entiende confianza en el hombre, acepto que se me llame liberal¡±, escribi¨®. Su liberalismo, que ¨¦l prefiere llamar progresismo, se opone a lo que en su opini¨®n es un conservadurismo que se encuentra en la derecha y la izquierda. ¡°?Qu¨¦ hay en com¨²n entre una izquierda conservadora que defiende el statu quo, promueve el cierre de las fronteras y la salida del euro, y una izquierda socialdem¨®crata, reformista, europea? Casi nada¡±, se responde. ¡°?Qu¨¦ hay en com¨²n entre una derecha que promueve una identidad cerrada en s¨ª misma que en el fondo nunca ha existido, que acusa a Europa de todos los males, promueve la brutalidad en el plano social y es ambigua en el plano econ¨®mico, y una derecha europea, liberal y social? Casi nada tampoco¡±.
Macron reivindica a Michel Rocard, la gran figura de la ¡°segunda izquierda¡±, una forma de socialdemocracia pragm¨¢tica y de consenso, una alternativa descentralizadora al socialismo del presidente Fran?ois Mitterrand. El nuevo presidente acaba de escribir el pr¨®logo de C¡¯¨¦tait Rocard (Era Rocard), un libro de recuerdos del veterano pol¨ªtico socialista Jean-Paul Huchon, que fue la mano derecha de Rocard. ¡°En el fondo lo que Rocard hizo toda su vida fue unir a los franceses en torno a ideas muy amplias. Siempre intent¨® unir m¨¢s all¨¢ de su mayor¨ªa estrecha. Es un precursor de lo que Macron hace hoy. Pero no dio el paso [de crear un nuevo partido, como Macron]: se qued¨® en el partido, y muri¨® socialista¡±, dice Huchon en una entrevista telef¨®nica. ¡°Michel Rocard", apunta, "fue uno de los artesanos de una l¨ªnea socialista que era realista, mundialista, europea, seria y rigurosa en el plano de la econom¨ªa, y la victoria de Macron es, un poco, una nueva victoria de Rocard sobre el esp¨ªritu que animaba a Mitterrand y a los socialistas de aquella ¨¦poca¡±. Macron, seg¨²n Huchon, ¡°no es un liberal de derechas, es m¨¢s bien un liberal de izquierdas¡±.
El polit¨®logo Rafa?l Cos, cr¨ªtico con Macron, ve m¨¢s continuidad que ruptura en su ideolog¨ªa. ¡°Es dif¨ªcil encontrar qu¨¦ hay de singular: lo que ¨¦l dice es lo que desde hace veinte a?os repite la tecnoestructura de Bercy¡±, dice en alusi¨®n a la sede del ministerio franc¨¦s de Econom¨ªa y Finanzas. Cos sostiene que en cuestiones como la reducci¨®n del d¨¦ficit o la flexibilizaci¨®n del mercado laboral, Macron retoma un dogma imperante entre las ¨¦lites pol¨ªticas e intelectuales. ¡°No hay nada menos singular que Emmanuel Macron, que no hace m¨¢s que recitar lo que dice la alta administraci¨®n, lo que dice la patronal, lo que dicen de manera un poco camuflada las ¨¦lites socialistas, lo que dicen de manera mucho menos camuflada las ¨¦lites de derecha. La agenda neoliberal encuentra en Emmanuel Macron, de manera bastante pura, una encarnaci¨®n¡±.
El historiador Perrier subraya los puntos en com¨²n de Macron con una forma de liberalismo suave, social-liberalismo, lo llaman algunos. Se trata de lo que en los a?os noventa se llam¨® la tercera v¨ªa, el programa de reformas econ¨®micas que aplicaron gobernantes de centroizquierda como Bill Clinton en EE UU y Tony Blair en Reino Unido, o unos a?os m¨¢s tarde Gerhard Schr?der en Alemania. Francia, gobernada entonces por un socialista cl¨¢sico como el primer ministro Lionel Jospin, se desenganch¨® de aquel movimiento. Macron, seg¨²n este argumento, pondr¨ªa en pr¨¢ctica en Francia lo que la izquierda occidental hizo tiempo atr¨¢s. Con veinte a?os de retraso, y cuando este movimiento es cuestionado en EE UU y Reino Unido. Y con una particularidad. ¡°En Francia hay una dimensi¨®n que nunca hay que olvidar: el Estado¡±, dice Perrier. ¡°Francia es uno de los pocos ejemplos en lo que el Estado ha precedido a la naci¨®n: en el fondo, es el Estado el que ha forjado la naci¨®n. Los franceses, incluso los liberales, tienen un respeto por el Estado que no tienen otras tradiciones liberales¡±, dice.
En sus primeros pasos en el poder, Macron ha intentado reinstaurar la autoridad mon¨¢rquica de la instituci¨®n, retomar la autoridad que el general De Gaulle quiso darle a la funci¨®n presidencial cuando inaugur¨® la V Rep¨²blica en 1958. Esto tiene poco de liberal. Y aqu¨ª Macron es m¨¢s mitterrandiano que rocardiano. Perrier aventura la posibilidad de que ¡°el liberalismo de Emmanuel Macron sea un liberalismo que va de arriba abajo, que proceda del Estado, de las ¨¦lites, como si en el fondo Emmanuel Macron fuese un Bonaparte del liberalismo¡±. Y a?ade: ¡°Las medidas liberales vendr¨¢n desde arriba, y esto es muy franc¨¦s. Emmanuel Macron es un verdadero liberal, pero tambi¨¦n un verdadero franc¨¦s¡±.
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