Alhucemas aguarda un posible perd¨®n del rey para sus presos
Mohamed VI suele conceder la absoluci¨®n a miles de reclusos con motivo de las fiestas religiosas y nacionales
Alhucemas contiene el aliento ante el discurso que pronunciar¨¢ el rey de Marruecos este domingo 30 de julio. Mohamed VI ofrecer¨¢ una alocuci¨®n con motivo de la Fiesta del Trono, el d¨ªa que conmemora su coronaci¨®n en 1999. Y como todos los 30 de julio, Mohamed VI ofrecer¨¢ la gracia real a cientos de presos. En cada fiesta religiosa o nacional el monarca suele hacer uso de esa prerrogativa que le otorga la Constituci¨®n. El a?o pasado a?o, por ejemplo, fueron 1.272 los agraciados. Y en 2014 llegaron a 13.218. El r¨¦cord se alcanz¨® en 2009 con 24.000. La mayor¨ªa suelen salir de la c¨¢rcel y otros ven reducidas sus condenas. Ahora, algunos de los 180 reos condenados tras las protestas de Alhucemas podr¨ªan obtener clemencia.
¡°Estamos todos pendientes del 30 de julio¡±, explica un simpatizante del llamado Movimiento (Hirak), la asociaci¨®n que organiza las protestas. ¡°El Consejo Nacional de Derechos Humanos [CNDH, un ¨®rgano oficial] est¨¢ ejerciendo de mediador entre los presos y el Palacio Real", se?ala la misma fuente. "El Palacio quiere obtener ciertos compromisos de los reclusos para que la situaci¨®n se apacig¨¹e. Lo ideal ser¨ªa que hubiese una absoluci¨®n general para todos, pero eso va a ser muy dif¨ªcil. Aqu¨ª se tiene la impresi¨®n de que todo depende del consejero del rey Fuad Al¨ª el Himma, que es el que tiene la sart¨¦n por el mango. Creemos que El Himma es el partidario de la soluci¨®n con mano dura. En el Rif no tiene muy buena fama¡±.
El pasado 26 de junio, fiesta del Aid-el-Fitr, que marca el fin del Ramad¨¢n, tambi¨¦n?se hab¨ªan creado muchas expectativas respecto a una gracia real. Pero en vez de absoluci¨®n para los reos de Alhucemas lo que hubo fueron decenas de heridos en la ciudad. Miles de j¨®venes salieron a las calles ese d¨ªa para pedir la liberaci¨®n de los presos y la polic¨ªa los disolvi¨® de forma violenta. Ahora, el ambiente es m¨¢s tenso y la expectativa a¨²n mayor. Tras nueve meses de protestas la represi¨®n no ha logrado acallar las protestas.
Las absoluciones suelen aliviar unas c¨¢rceles superpobladas. Marruecos es el pa¨ªs con mayor n¨²mero de presos del mundo ¨¢rabe, seg¨²n un estudio difundido en febrero de 2016 por The International Centre for Prison Studies (ICPR, por sus siglas en ingl¨¦s), un organismo brit¨¢nico que basa sus informes en las estad¨ªsticas de los diferentes Gobiernos y en las de la ONU. Cuando se public¨® el estudio hab¨ªa 76.000 presos en Marruecos, frente a los 60.220 de Argelia, con una poblaci¨®n comparable. Cuatro meses despu¨¦s, en diciembre de 2016, la cifra de reclusos llegaba a 80.000.
Creemos que el rey absolver¨¢ a algunos, pero no a todos. Mi marido no ha pedido la gracia del rey Rachida Kaddouri, esposa del recluso Mohamed el Majaoui
La capacidad de conceder la absoluci¨®n es una prerrogativa del rey vigente desde 1958, dos a?os despu¨¦s de la independencia de Marruecos. La demanda debe ser formulada por el preso, su familia o la propia Administraci¨®n. Y ah¨ª est¨¢ la clave del asunto. Hay presos que no tienen ning¨²n reparo en pedir compasi¨®n y otros que se niegan a hacerlo. Medios locales aseguran que unos 60 reclusos de Alhucemas ha solicitado la gracia real. Pero no hay ninguna informaci¨®n oficial al respecto.
Ashraf Idrisi, uno de los miembros m¨¢s destacados del Movimiento, actualmente en libertad, indic¨® a este diario que no tiene informaci¨®n precisa sobre el hecho de que algunos detenidos hayan pedido clemencia. "Pero yo creo que los detenidos que hay en Alhucemas no han firmado ning¨²n documento solicitando el perd¨®n. Puede que sus familias s¨ª lo hayan hecho".
A veces el rey absuelve a cientos y a veces a miles, entre ellos, cientos de salafistas. En la memoria de los marroqu¨ªes a¨²n perdura el nombre de Daniel Galv¨¢n, un pederasta que hab¨ªa sido condenado a 30 a?os de prisi¨®n en 2011 por abusar de 11 ni?os. Ante el juez que lo conden¨® se jact¨® de lo f¨¢cil que era abusar de los menores en Marruecos. Galv¨¢n fue indultado durante la fiesta del Trono de 2013 y aquello provoc¨® graves disturbios en el pa¨ªs. En el caso de Alhucemas, sin embargo, nadie se ha expresado p¨²blicamente en Marruecos en contra de una posible absoluci¨®n.
Mohamed el Majaoui es uno de los principales l¨ªderes del llamado Movimiento de Alhucemas. Est¨¢ preso, como el l¨ªder Nasser Zafzafi, en la c¨¢rcel de Okasha, en Casablanca. Su esposa, Rachida Kaddouri, acude a visitarlo cada mi¨¦rcoles. Tras su visita de esta semana indic¨®: ¡°Mi marido est¨¢ a la expectativa, como todos los presos. Creemos que el rey absolver¨¢ a algunos, pero no a todos. Mi marido no ha pedido la gracia del rey. ?l piensa que no hizo nada malo y no tiene por qu¨¦ solicitar perd¨®n¡±.
Ashraf Idrisi est¨¢ plenamente de acuerdo con la postura de El Majaoui. "Pedir la amnist¨ªa del rey cuando se le acusa de delitos muy graves sin ning¨²n fundamento implica t¨¢citamente el reconocimiento de los cr¨ªmenes que le atribuyen", precisa.
?Qu¨¦ pasar¨¢ el 30 de julio en Alhucemas si el rey no otorga su clemencia o lo hace solo a una parte reducida de los presos? El Movimiento funciona ahora mediante c¨¦lulas y no hay un l¨ªder indiscutible. Su posici¨®n no est¨¢ clara. Pero los principales l¨ªderes presos prefieren mantener la calma. Suspendieron una huelga de hambre y comunicaron a los familiares que no se debe salir a la calle el 30 de julio". ¡°Mi marido piensa que este domingo no es el momento de salir a la calle¡±, ratific¨® Rachida Kaddouri.
Los partidarios de salir recuerdan que en la protesta del 20 de julio, donde miles de j¨®venes desafiaron la prohibici¨®n expresa de manifestarse, el joven Imad Atabi result¨® herido de gravedad en la cabeza y a¨²n se encuentra en coma. Desde entonces, apenas ha trascendido informaci¨®n oficial sobre su evoluci¨®n. Hay una calma muy tensa en Alhucemas y las se?ales de distensi¨®n han sido pocas desde entonces.
Un periodista marroqu¨ª, preso y dos espa?oles, expulsados
El pasado 20 de julio, el Gobierno detuvo a decenas de j¨®venes en Alhucemas. La mayor¨ªa de ellos fueron puestos en libertad al d¨ªa siguiente. Entre los presos tambi¨¦n se encontraba?Hamid El Mahdaoui, director del sitio badil.info,?un periodista que goza de gran popularidad en las redes sociales de Marruecos. Ahora cumple tres meses de prisi¨®n firme, acusado de incitar a la manifestaci¨®n prohibida. Y este martes, los periodistas espa?oles Jos¨¦ Luis Navazo y Fernando Sanz fueron expulsados de Marruecos.
Navazo es el director del portal informativo Correo Diplom¨¢tico y Sanz es el delegado de este medio en Madrid. Navazo llevaba varios a?os residiendo en Marruecos y hab¨ªa informado muy de cerca sobre las protestas del Rif.
El ministro de Comunicaci¨®n, Mohamed La?raj, justific¨® la expulsi¨®n por el hecho de que los dos periodistas no dispon¨ªan de permiso para filmar.
Adem¨¢s, hay siete periodistas locales detenidos. Entre ellos se encuentra Rabie al Ablaq, enviado especial a Alhucemas de Badil.info. Rabie al Ablaq est¨¢ en huelga de hambre desde hace 32 d¨ªas en protesta por su situaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.