?Qui¨¦n asesin¨® al caricaturista palestino m¨¢s ¨¢cido?
Scotland Yard reabre el caso de la muerte del dibujante sat¨ªrico Naji al Ali hace 30 a?os en Londres
Nunca cay¨® en el olvido de su pueblo, que el domingo le reserv¨® una sala de honor en la exposici¨®n inaugural del Museo de Palestina en Cisjordania. Sin aparente conexi¨®n con el homenaje, la polic¨ªa metropolitana de Londres decidi¨® reabrir el caso de su asesinato al d¨ªa siguiente, la v¨ªspera del 30 aniversario de su muerte de un tiro en la nuca en una calle del c¨¦ntrico Knightsbridge. ?Qui¨¦n mat¨® al caricaturista Naji al Al¨ª, el dibujante sat¨ªrico cuyas vi?etas se convirtieron en emblema de la causa palestina, poco antes de que estallara la Primera Intifada?
¡°Estamos abiertos a considerar todas las opciones sobre el asesinato de Al Ali¡±, explicaba el jefe de la unidad antiterrorista londinense, Dean Haydon, en un comunicado citado por la BBC. ¡°Creemos que hay personas en alg¨²n lugar que tienen informaci¨®n que puede ayudar a conducir a los responsables del crimen ante la justicia¡±. Cuando se produjo el atentado ¡ªel 22 de julio de 1987¡ª que desemboc¨® en la muerte del caricaturista palestino cinco semanas despu¨¦s, Scotland Yard detuvo a los sospechosos habituales. Activistas de las Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), agentes del Mosad (servicio secreto exterior israel¨ª) y esp¨ªas en general de pa¨ªses ¨¢rabes pasaron por las salas de interrogatorio de la polic¨ªa metropolitana. Las pesquisas no dieron resultado. Todos parec¨ªan tener coartada.
Naji al Ali hab¨ªa nacido en 1936 en un pueblo de Galilea (en el actual Estado de Israel) que qued¨® destruido en 1948 durante la guerra entre ¨¢rabes e israel¨ªes. La partici¨®n acordada por la ONU del territorio bajo mandato brit¨¢nico fue el desencadenante del conflicto. Como m¨¢s de 700.000 palestinos, el ni?o se vio forzado al exilio junto con su familia, que se dirigi¨® a un campo de refugiados en el sur de L¨ªbano. A?os m¨¢s tarde emigr¨® a Kuwait, donde empez¨® a colaborar como caricaturista en la prensa pan¨¢rabe. El diario Al Qabas acab¨® contrat¨¢ndole para su redacci¨®n internacional en Londres.
Las m¨¢s de 10.000 ¨¢cidas vi?etas que dibuj¨® contra los abusos del Ej¨¦rcito israel¨ª en los territorios ocupados, la corrupci¨®n de los dirigentes palestinos y las dictaduras establecidas en los pa¨ªses ¨¢rabes le granjearon enemigos en casi todos los frentes diversos. ¡°Las ilustraciones de Al Ali eran percibidas a veces como cr¨ªticas¡±, detallaba con brit¨¢nica correcci¨®n la nota de la polic¨ªa metropolitana, que revelaba que antes del ataque que sufri¨® ¡°hab¨ªa recibido varias amenazas de muerte en los a?os anteriores¡±. Los mandos de la unidad antiterrorista buscan ahora testigos que puedan arrojar luz sobre el crimen. Creen que lo conseguir¨¢n. ¡°Las cosas cambian en 30 a?os, las fidelidades evolucionan. Personas que no quisieron hablar en su momento podr¨ªan facilitar ahora informaci¨®n esencial¡±. Scotland Yard ya ha actualizado el retrato robot del pistolero para adecuarlo a su edad real en 2017.
El dibujante palestino ten¨ªa 51 a?os cuando fue tiroteado, se hallaba en la cima de su carrera y gozaba de gran popularidad en el mundo ¨¢rabe. Poco despu¨¦s de las cinco de la tarde se dirig¨ªa a pie a la redacci¨®n de Al Qaba, pr¨®xima al Museo Victoria & Albert, cuando recibi¨® el tiro por la espalda. Fue hospitalizado, pero ingres¨® ya en estado de coma. La pistola, una Tokarev de fabricaci¨®n rusa, fue localizada dos a?os m¨¢s tarde en el distrito londinense de Paddington. Los informes de bal¨ªstica corroboraron que fue el arma que dispar¨® la bala que se incrust¨® en la nuca del ilustrador palestino.
La imagen de un peque?o refugiado de 10 a?os,? Handala, fue su gran creaci¨®n. El propio Al Al¨ª se reconoc¨ªa en el personaje como el ni?o que tuvo que abandonar su aldea tras la Naqba (desastre, derrota palestina). Sus vi?etas se exponen en el nuevo Museo de Palestina. Muestran al mocoso ¡ªdescalzo, la ropa zurcida, las manos cruzadas tras la espalda¡ª mientras observa los dibujos desde el interior sin volver la mirada hacia el exterior, como un espectador absorto ante su tragedia cotidiana. El autor sosten¨ªa que Handala le daba deliberadamente la espalda al mundo y no pod¨ªa crecer hasta que regresara a su tierra natal. Vinculado a la izquierda palestina y enfrentado a la direcci¨®n de la OLP controlada por Yasir Arafat, Al Al¨ª no ahorr¨® s¨¢tiras en sus vi?etas contra l¨ªderes ¨¢rabes como los egipcios Anuar Sadat y Hosni Mubarak.
Scotland Yard sigue ahora la pista del pistolero, identificado por testigos de los hechos como un joven Oriente Pr¨®ximo de unos 25 a?os, y de un segundo hombre en la cincuentena que desapareci¨® de la escena del crimen a bordo de un Mercedes gris plateado con el volante situado a la izquierda, al contrario que los veh¨ªculos brit¨¢nicos. La polic¨ªa ha difundido descripciones m¨¢s elaboradas de los sospechosos, seg¨²n inform¨® The Guardian, que las comunicadas tres d¨¦cadas atr¨¢s. ¡°Obviamente, hab¨ªa mucha gente disgustada con sus vi?etas (¡) desde Israel, hasta dirigentes ¨¢rabes y palestinos¡±, reconoci¨® a la BBC su hijo Jalid. ¡°Mi pincel es mi ¨²nica arma¡±, sol¨ªa esgrimir ante familiares y amigos el dibujante Naji al Ali para disipar sus temores antes de ser asesinado.
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