La falta de di¨¦sel y gasolina enloquece a Puerto Rico
El colapso del suministro de combustible impide la reactivaci¨®n de la actividad econ¨®mica y hace del d¨ªa a d¨ªa una pesadilla
Todo Puerto Rico se acuesta y se levanta, cada d¨ªa, con las dos mismas palabras grabadas a fuego en su mente: gasolina y di¨¦sel. En Puerto Rico hoy la gente no se saluda al cruzarse; se pregunta: "?Tienes gasolina?" o "?Sabes si hay di¨¦sel?".
El domingo pasado el gobernador Ricardo Rossell¨® aseguraba que hab¨ªa suficiente combustible y que solo exist¨ªa un problema de distribuci¨®n que empezar¨ªa a resolverse el martes. Este mi¨¦rcoles las portadas de los diarios locales confirmban que el mandatario fue tal vez demasiado optimista.
El Nuevo D¨ªa: "Disloque mayor en el suministro de combustible".
El Vocero: "Cr¨ªtico cuadro en hospitales. Abiertas solo 18 instituciones hospitalarias, en las cuales escasea el di¨¦sel".
Metro: "Supermercados piden di¨¦sel para llevar los alimentos del muelle a las g¨®ndolas [estantes]".
Rossell¨® insiste en que se est¨¢ haciendo todo el esfuerzo posible. "Se siguen abriendo gasolineras", dec¨ªa este martes, se?alando que el lunes operaban 185 estaciones y el martes ya 450. Este mi¨¦rcoles asegur¨® que ya son m¨¢s de 500.
Pero tanto en la capital San Juan (390.000) como en el resto de rincones de esta quebrada isla de 3,5 millones de habitantes, la vida se reduce a una fila de personas con bidones rojos en la mano a la espera de que llegue su turno despu¨¦s de varias horas para llenar gasolina, producto escaso pero al alcance ech¨¢ndole infinita paciencia. El di¨¦sel est¨¢ todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil y es crucial porque es el que hace funcionar el grueso de generadores el¨¦ctricos que suplen la red el¨¦ctrica, arruinada al 100%, o la maquinaria pesada necesaria para desbloquear la colapsada red de carreteras. Hasta el aeropuerto internacional de San Juan, que opera bajo m¨ªnimos porque el hurac¨¢n lo dej¨® sin tres de sus cuatro radares, est¨¢ sin luz ni aire acondicionado.
La escasez de agua potable y de alimentos a la venta en tiendas o supermercados resulta tambi¨¦n cada vez m¨¢s apremiante. El gobernador Rossell¨® viene alertando que si no se act¨²a con m¨¢xima premura y con todo el apoyo del Gobierno de EE UU en Puerto Rico se podr¨ªa desatar en los pr¨®ximos d¨ªas una profunda crisis humanitaria, que seg¨²n ¨¦l ya est¨¢ iniciando.
Si el despliegue de ayuda no aumenta y alcanza la suficiente operatividad r¨¢pido por todo el territorio insular, Puerto Rico podr¨ªa convertirse en el Katrina de Donald Trump. Si George Bush Jr. mordi¨® el polvo por la mala gesti¨®n de la crisis humanitaria provocada por aquel hurac¨¢n en Luisiana, al actual jefe de la Casa Blanca le est¨¢ creciendo bajo los pies un enorme l¨ªo.
En Puerto Rico ¨CEstado Libre Asociado¨C se clama porque se les trate como "ciudadanos americanos" ¨Clo que son¨C y no como ciudadanos de segunda clase de una isla caribe?a no prioritaria.
La Agencia Federal para la Gesti¨®n de Emergencias (FEMA por sus siglas en ingl¨¦s) atiende a la vez las crisis dejadas por los ciclones Harvey en Texas e Irma en Florida y trata de exprimir recursos para ayudar a Puerto Rico, pero recorriendo el interior de la isla se observa el abandono general de los damnificados: sin luz, sin agua, con viviendas arruinadas entre cerros que podr¨ªan derrumbarse a la pr¨®xima lluvia torrencial. Este mi¨¦rcoles junto a Rossell¨® estuvo el jefe de la Guardia Nacional de EE UU, el general de cuatro estrellas Joseph L. Lengyel. El Pent¨¢gono establecer¨¢ un centro de mando en Puerto Rico para coordinar la llegada de aeronaves y buques militares.
Pero de momento, por m¨¢s recursos que se est¨¦n poniendo en circulaci¨®n ¨Clocales, estatales y federales, civiles y militares¨C el desastre de infraestructuras es de tal calibre que la voluntariosa reacci¨®n gubernamental se est¨¢ quedando todav¨ªa corta y las necesidades b¨¢sicas crecen con peligro.
A Puerto Rico le costar¨¢ como m¨ªnimo varios meses volver a ponerse en pie. Y m¨¢s de un a?o para la tarea de fondo que ha marcado Rossell¨®: "Reconstruirlo mejor de lo que estaba". Para ello ser¨¢ imprescindible que el Capitolio apruebe un paquete de rescate hist¨®rico para la isla, que encima carga con un agujero financiero de 123.000 millones de d¨®lares, en bancarrota nacional.
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