Condenada a prisi¨®n una pareja en T¨²nez por besarse en un coche
Un turista franc¨¦s de origen argelino y una tunecina han sido sentenciados a cuatro y dos meses de c¨¢rcel respectivamente
A Nessim Ouadi, un turista franc¨¦s de origen argelino de 33 a?os, le ha tocado padecer la cara m¨¢s oscura y retr¨®grada de T¨²nez, el alumno aventajado de las llamadas ¡°Primaveras ?rabes¡±. Un tribunal de apelaci¨®n dict¨® el pasado mi¨¦rcoles una pena firme de cuatro meses de c¨¢rcel para Ouadi y de dos meses a una amiga suya de nacionalidad tunecina en un controvertido caso, conocido en el pa¨ªs magreb¨ª como el ¡°asunto del beso¡±. La pareja fue arrestada el pasado 29 de septiembre mientras se hallaba dentro de un coche cerca de una zona de ocio nocturno de las afueras de la capital y fue acusada de ¡°atentado al pudor¡±, en un episodio m¨¢s propio de la Polic¨ªa de la moral saud¨ª.
En el juicio, se pudo comprobar de nuevo que las versiones de la Polic¨ªa y de los acusados difieren sustancialmente. Seg¨²n Ouadi, tras salir sobre las 2.00 de la madrugada de Yuka ¡ªuna discoteca de referencia de la noche tunecina¡ª, ¨¦l y su amiga decidieron estacionar el coche al borde de la carretera para conversar, cuando les abord¨® un veh¨ªculo de la Polic¨ªa. Algunos de sus familiares explicaron a la prensa que estaban abrazados o se hab¨ªan besado. Uno de sus abogados, Ghazi Mrabet, afirma que entre ellos no hubo ni tan siquiera un beso.
Sin embargo, el informe de la Polic¨ªa asegura que estaban manteniendo relaciones sexuales. ¡°Lo que se ha difundido en la prensa nacional e internacional es falso. No fueron arrestados por un beso. La pareja estaba completamente desnuda¡±, asegur¨® el portavoz de la Fiscal¨ªa, Sofiane Sliti, a la agencia France Presse. Ambos se hallan ya cumpliendo la sentencia, que simplemente redujo ligeramente las penas de c¨¢rcel del primer juicio, celebrado el 4 de octubre.
En cambio, hay menos discrepancias entre las diversas versiones sobre lo que sucedi¨® despu¨¦s. Tras pedir la documentaci¨®n de la pareja e inspeccionar el coche, el joven franc¨¦s film¨® a los polic¨ªas y les pidi¨® que se acreditaran y mostraran su placa. Quiz¨¢s creyendo que pod¨ªa actuar con las mismas garant¨ªas que en su Francia natal, Ouadi abri¨® la caja de Pandora. Los agentes decidieron arrestarlos y los trasladaron a comisar¨ªa, donde al cargo relativo a su acci¨®n ¡°indecente¡± a?adieron el de ¡°desacato a la autoridad policial¡±.
M¨¢s all¨¢ de los detalles concretos, el caso ha servido para poner de manifiesto las carencias del sistema judicial del pa¨ªs y una cierta esquizofrenia de la sociedad tunecina en cuestiones morales. Hace tan solo un mes, T¨²nez se convirti¨® en el primer pa¨ªs ¨¢rabe en permitir el matrimonio de las mujeres musulmanas con hombres de otras religiones, dando pie a intelectuales y pol¨ªticos a presumir de lo progresista y tolerante que es el pa¨ªs. No obstante, la homosexualidad todav¨ªa est¨¢ tipificada como delito en el C¨®digo penal, y los besos en la boca est¨¢n prohibidos en p¨²blico.
¡°Esta sentencia es contraria a la Constituci¨®n del pa¨ªs, que garantiza el derecho a la privacidad y a la libertad de conciencia. La Polic¨ªa no puede ejercer de guardiana de la moral y entrometerse en la vida privada de los ciudadanos¡±, denuncia Amna Guelali, responsable de la ONG Human Rights Watch en T¨²nez. Durante la dictadura de Ben Al¨ª, los agentes sol¨ªan aprovechar algunas leyes o decretos de car¨¢cter conservador para extorsionar a los ciudadanos, amenaz¨¢ndolos de imputarles actos que no hab¨ªan cometido para obtener una mordida. La pr¨¢ctica todav¨ªa no ha desaparecido. Ahora bien, temeroso el Gobierno de antagonizar a la Polic¨ªa en plena ¡°guerra contra el terrorismo¡±, todav¨ªa no se ha producido una reforma profunda del Ministerio de Interior tras la Revoluci¨®n del 2011.
¡°El otro problema que evidencia el caso actual es la falta de garant¨ªas procesales. Se han violado varios derechos: a disponer de un abogado inmediatamente tras el arresto, tomar declaraci¨®n con un traductor ¡ªhabida cuenta que uno de los acusados no habla ¨¢rabe¡ª, y el derecho a contactar con el consulado franc¨¦s¡±, lamenta Guelali. Las organizaciones de derechos humanos han criticado en numerosas ocasiones la impunidad policial ante los centenares de abusos y torturas que se registran en las comisar¨ªas y c¨¢rceles cada a?o. ¡°Es un problema cr¨®nico: a menudo, los jueces dan por buena la versi¨®n de la Polic¨ªa, sin tan siquiera cuestionarla¡±, espeta. El ¡°asunto¡± va mucho m¨¢s all¨¢ de un beso.
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