Solo el 25 % de los universitarios colombianos estudian en instituciones de alta calidad

No basta con distribuir computadores en las instituciones educativas de Colombia si no se piensa en educaci¨®n digital para estudiantes y maestros. Tampoco sirve llevar tecnolog¨ªa a las aulas si no se reducen los costos de acceso a la educaci¨®n para acabar con la deserci¨®n escolar. Las conclusiones del Consejo Privado de Competitividad (CPC), que desde el a?o 2006 le mide el pulso al pa¨ªs, son claras. Colombia ha mejorado, pero no lo suficiente para alcanzar lo que hace 11 a?os se propuso cuando se dibuj¨® en el mapa como una naci¨®n distinta, como una de las mejores de Am¨¦rica Latina.

El CPC es una organizaci¨®n que ha servido como articulador entre el sector p¨²blico, el privado y la academia con el fin de promover la competitividad en el pa¨ªs y en su informe presentado este jueves pone en rojo las deficiencias que persisten en el gobierno de Juan Manuel Santos. Mientras la cobertura en educaci¨®n en los pa¨ªses de la OCDE es del 76%, la de Colombia es de 49,4%. Apenas el 14,9% de los programas de pregrado de educaci¨®n superior y el 14,5% de las instituciones tienen acreditaci¨®n de alta calidad. Esto implica, seg¨²n el informe, que tan solo el 25,7% de los m¨¢s de dos millones de estudiantes matriculados estudia en instituciones acreditadas.

Colombia tiene el peor puntaje en la regi¨®n en competencias digitales y no supera el promedio de desempe?o de Am¨¦rica Latina en las pruebas PISA en matem¨¢ticas, lectura y ciencias. A final de 2016, el Gobierno colombiano hab¨ªa construido o ampliado 3.243 aulas. La meta para el cuatrienio son 30.000. A Santos no le queda mucho tiempo para conseguirlo, su presidencia termina en apenas unos meses.

¡°Si Colombia no consigue avanzar en estos aspectos, ser¨¢ dif¨ªcil cumplir el objetivo planteado a 2025 y transformar la estructura productiva del pa¨ªs para 2032. Eso es especialmente relevante en el marco del posconflicto porque la educaci¨®n es un pilar esencial para lograr una paz estable y duradera en aquellas zonas que han sido asediadas por la violencia y la criminalidad durante d¨¦cadas¡±, se?ala el informe. ¡°La educaci¨®n recibe el presupuesto m¨¢s alto porque sabemos que es la clave para lograr un pa¨ªs competente en el futuro¡±, ha respondido el presidente ante el panorama poco alentador que revela el CPC. Sin embargo, cerca del 92% de ese dinero corresponde a gastos de funcionamiento y tan solo el 8% a inversi¨®n, se?ala la investigaci¨®n. ¡°Esto limita los fondos que podr¨ªan invertirse en mejorar la calidad, la infraestructura educativa y el desarrollo profesional de los docentes¡±, explican.

La cobertura en educaci¨®n preescolar tambi¨¦n est¨¢ en rojo. En los ¨²ltimos a?os ha ca¨ªdo, de 61,8% en 2010 pas¨® a 53,6% en 2016. En el contexto internacional es baja respecto al promedio de Latinoam¨¦rica, en donde pa¨ªses como Per¨² y Brasil superan el 80 %. El Gobierno nacional atendi¨® en 2016 a un mill¨®n 160.000 ni?os entre los 0 y 5 a?os, lo que representa un cumplimiento del 40,4% de la meta de educaci¨®n inicial, que es de dos millones 875.000 ni?os de bajos recursos.

La deserci¨®n sigue siendo otro pendiente. Apenas 64 de cada 100 estudiantes matriculados en quinto de primaria alcanzan el grado und¨¦cimo. Es decir, no terminan el colegio. ¡°Esta cifra evidencia que a¨²n hay mucho por hacer para evitar la deserci¨®n, sobre todo en el tr¨¢nsito de primaria a secundaria, donde desertan cerca del 10% de los j¨®venes¡±.

Para el Consejo de competitividad, los retos que faltan por cumplir le impiden a Colombia estar a la vanguardia de la educaci¨®n cuando se compara con otras naciones similares. En los ¨²ltimos resultados del ?ndice Global de Competitividad del Foro Econ¨®mico Mundial, Colombia est¨¢ en el lugar 66 entre 137 pa¨ªses, un retroceso de cinco puestos frente al a?o anterior y en Am¨¦rica Latina ocupa el quinto lugar, detr¨¢s de Chile, Costa Rica, Panam¨¢ y M¨¦xico.

Colombia logr¨®, entre 2010 y 2016, alfabetizar a 664.010 j¨®venes y adultos mayores en condici¨®n vulnerable, v¨ªctimas del conflicto y con discapacidad, pero el reto sigue siendo mayor. La poblaci¨®n que no sabe leer ni escribir alcanza el 3,8% y se tiene hasta el otro a?o para cumplir con la promesa de 400.000 nuevos cupos escolares.