La UE prepara la segunda fase del Brexit pese a las dudas del divorcio
Ning¨²n acuerdo que se alcance en la negociaci¨®n afectar¨¢ a Gibraltar sin el consentimiento de Espa?a
La UE prepara ya la segunda fase del Brexit. Pese a las inc¨®gnitas que persisten sobre la negociaci¨®n del divorcio, Bruselas tiende la mano a Reino Unido al hablar de lo que m¨¢s interesa a Londres: la relaci¨®n futura con Europa. Bruselas arranca esos trabajos con dos exigencias: el marco postBrexit debe incluir cooperaci¨®n antiterrorista ¡ªno solo un pacto comercial¡ª y Londres se abstendr¨¢ de hacer competencia desleal a sus exsocios. El primer documento interno recuerda, adem¨¢s, que ning¨²n acuerdo se aplicar¨¢ a Gibraltar sin el consentimiento de Espa?a.
Los representantes de los Estados miembros en Bruselas han trazado ya un calendario sobre c¨®mo tejer ese segundo mandato que permita negociar con Reino Unido tanto la relaci¨®n futura como la transici¨®n hacia esa segunda etapa. As¨ª figura en el primer borrador interno sobre la segunda fase del Brexit, al que ha tenido acceso EL PA?S. Ning¨²n pa¨ªs quiere dar garant¨ªas a la primera ministra brit¨¢nica, Theresa May, de que en diciembre habr¨¢ progresos suficientes en el divorcio como para pasar al segundo cap¨ªtulo. Pero al menos el documento elaborado por el Consejo Europeo contempla tener listo un borrador del nuevo mandato a finales de noviembre. Y que los jefes de Estado y de Gobierno puedan aprobarlo en la ¨²ltima cumbre del a?o, a mediados de diciembre.
El texto, de ocho p¨¢ginas, pretende abrir el debate sobre c¨®mo proceder en el futuro. Consciente de que Londres muestra signos de debilidad al pedir a Bruselas un acuerdo de transici¨®n de dos a?os ¡ªMay rechaz¨® inicialmente esa idea¡ª, el Consejo aprovecha para poner sus condiciones. La primera es incluir la seguridad, un ¨¢mbito en el que Reino Unido aporta mucho a Europa, tanto en el esquema de transici¨®n como en el acuerdo futuro. ¡°La UE est¨¢ preparada para establecer acuerdos en ¨¢reas diferentes del comercio, en particular la lucha contra el terrorismo y el crimen internacional, as¨ª como la seguridad, la defensa y la pol¨ªtica exterior¡±, recoge el documento. Respecto a la transici¨®n, los Estados proponen preservar ¡°el acceso mutuo a los mercados y la participaci¨®n en las actuales medidas de seguridad¡±. Esa etapa intermedia debe ser, adem¨¢s, ¡°limitada¡± y estar sujeta a la tutela del Tribunal de Justicia de la UE, un anatema para Londres.
El Consejo Europeo inicia este ejercicio porque los l¨ªderes se comprometieron ante May en la ¨²ltima cumbre europea. El objetivo es dar por encauzado el divorcio a final de a?o para empezar a hablar del futuro a principios de 2018. Pero el escepticismo respecto a estas metas, que ya se incumplieron en octubre, es a¨²n may¨²sculo.
Competencia desleal
El texto recoge varias advertencias contra la amenaza que ha deslizado en alguna ocasi¨®n Reino Unido: que puede convertirse en un para¨ªso fiscal, medioambiental y laboral para atraer a las empresas en una Europa postBrexit. ¡°Deben asegurarse unas reglas del juego justas, especialmente en competencia y ayudas de Estado¡±, piden los pa¨ªses miembros, temerosos de que Londres decida incentivar la presencia de empresas con ayudas que ser¨ªan ilegales bajo el paraguas europeo pero que no podr¨¢n castigarse una vez Reino Unido salga del club. Por eso Bruselas pretende incluir en el marco futuro ¡°salvaguardas contra ventajas selectivas injustas¡±.
Bruselas concibe la transici¨®n hacia el marco futuro ¡ªen principio, dos a?os¡ª como una mera prolongaci¨®n del actual estatus de Reino Unido en la UE. Pero la idea plantea problemas. El Consejo se pregunta qu¨¦ hacer con la representaci¨®n institucional de Londres en el seno comunitario. Aunque formalmente no ser¨¢ un pa¨ªs miembro (no tendr¨¢ comisario, eurodiputados ni otros representantes), es probable que el Gobierno brit¨¢nico exija alg¨²n mecanismo para hacerse o¨ªr, dado que durante esa transici¨®n cumplir¨¢ con las reglas europeas.
El documento concluye con cinco preguntas abiertas que los Estados miembros deber¨¢n consensuar antes de negociar el encaje futuro con Reino Unido. Se trata de fijar el alcance, el tipo de acuerdo y su duraci¨®n, las reglas del juego, el n¨²mero de pactos aplicables y la forma de garantizar su cumplimiento.
El arreglo con Gibraltar depender¨¢ de Espa?a
Los Estados miembros incorporan, ya en este primer documento de trabajo, la pol¨ªtica europea respecto a Gibraltar. El texto se limita a recordar el mandato que data de marzo, muy controvertido para Reino Unido: ¡°Ning¨²n acuerdo entre la UE y Reino Unido se aplicar¨¢ al territorio de Gibraltar sin acuerdo entre el Reino de Espa?a y Reino Unido¡±. El mensaje supon¨ªa un dardo envenenado a Londres, que ve c¨®mo el Gobierno espa?ol podr¨ªa vetar que los beneficios pactados entre Londres y Bruselas se apliquen autom¨¢ticamente a la colonia brit¨¢nica, cuya soberan¨ªa reclama Espa?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.