El general Flynn negoci¨® cobrar 15 millones de Turqu¨ªa por entregar al cl¨¦rigo Fetul¨¢ G¨¹len

El teniente general Michael Flynn ha vuelto al disparadero. El fiscal especial, Robert Mueller, investiga si el primer y ef¨ªmero consejero de Seguridad Nacional de Donald Trump negoci¨® cobrar 15 millones de d¨®lares a cambio de la entrega forzada al Gobierno turco de su archienemigo: el cl¨¦rigo Fetul¨¢ G¨¹len. Este nuevo cap¨ªtulo, revelado por The Wall Street Journal, muestra la extensi¨®n que han cobrado las indagaciones de Mueller. Una investigaci¨®n que ya desborda el per¨ªmetro de la trama rusa y se adentra de lleno en el turbio juego de connivencias, presiones y pagos del entorno de Trump.

Flynn es el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil del caso. Considerado en su d¨ªa uno de los hombres de la m¨¢xima confianza del presidente, este militar aguarda ahora las imputaciones formales de Mueller. El abanico de las acusaciones, seg¨²n fuentes conocedoras del caso, ser¨¢ casi tan amplio como su curr¨ªculum: el de un general que toc¨® cielo en la era Obama y luego se precipit¨® al vac¨ªo.

En la anterior Administraci¨®n, Flynn era considerado uno de los grandes valores del Ej¨¦rcito. Brillante, implacable y disruptivo, gan¨® batallas, fue jefe de inteligencia de unidades de ¨¦lite como los SEAL y Delta Force, y en 2012 pas¨® a dirigir la Agencia de Inteligencia Militar.

Destinado a alcanzar la cima de la carrera militar, su ascenso se torci¨® por su propio pie. En la agencia su car¨¢cter tir¨¢nico y su islamofobia le incapacitaron para el di¨¢logo con sus superiores y quebraron su liderazgo hasta el punto de que en 2014 fue destituido.

Fue entonces cuando el teniente general dej¨® el empleo militar y abri¨® una consultor¨ªa, Flynn Intel Group. Un negocio de influencia que pronto entr¨® en la ¨®rbita de Rusia y de Turqu¨ªa. Como asesor recibi¨® pagos de la compa?¨ªa de ciberseguridad Kaspersky y de la aerol¨ªnea Volga-Dnepr. Tambi¨¦n trabaj¨® para el grupo medi¨¢tico estatal ruso RT, considerado por la CIA como uno de los eslabones de la campa?a de intoxicaci¨®n contra Hillary Clinton. Su ascenso en este universo fue de tan fulgurante que en 2015 lleg¨® a asistir a una gala en Mosc¨² en la que se sent¨® en la misma mesa que el presidente Vlad¨ªmir Putin.

Atra¨ªdo por su capacidad influencia en Washington, su empresa fue contratada asimismo por un intermediario turco. Su objetivo era que ejerciera como lobista del Gobierno de Recep Tayyip Erdogan.

La nueva empresa la iba bien. El dinero entraba y Flynn iba extendiendo sus tent¨¢culos. Pero jugaba en la trastienda. No se hab¨ªa declarado agente de intereses extranjeros y, como se supo meses despu¨¦s, tampoco consign¨® los pagos en su declaraci¨®n de bienes cuando fue elegido consejero de Seguridad Nacional, cargo del que fue destituido a los 24 d¨ªas por ocultar el contenido de sus conversaciones con el embajador ruso en Washington.

Tanto estos cobros como las irregularidades formales alertaron desde el inicio a los investigadores del FBI. Eran una grieta alarmante en un personaje que hab¨ªa estado en contacto directo con secretos de Estado y que hasta pr¨¢cticamente el momento de ser nombrado consejero de Seguridad Nacional manten¨ªa ambivalentes relaciones con Mosc¨² y Ankara.

Ahora, las pesquisas muestran que Flynn fue mucho m¨¢s all¨¢ del asesoramiento. ?l y su hijo mantuvieron en diciembre una reuni¨®n en el Club 21 de Nueva York con representantes del Gobierno turco. Ah¨ª trazaron un plan, siempre seg¨²n The Wall Street Journal, para expulsar a G¨¹len y transportarle en un avi¨®n privado a la prisi¨®n turca de Imrali. En aquel momento, Trump ya hab¨ªa ganado las elecciones y Flynn era uno de sus hombres m¨¢s pr¨®ximos.

Si en el Club 21 estaba actuando como lobista, futuro consejero de Seguridad Nacional o ambas cosas a la vez es algo que la investigaci¨®n a¨²n debe determinar. Pero en cualquier caso la cita revela la enorme proximidad de Flynn con los intereses de Erdogan.

Para el Gobierno turco, G¨¹len y su organizaci¨®n Himet forman parte de un peligroso entramado islamista y son los responsables del intento de golpe de Estado de julio de 2016. Durante a?os, Ankara ha pedido que el cl¨¦rigo, que vive en EEUU desde 1999, sea extraditado por la v¨ªa r¨¢pida. Obama rechaz¨® de plano la exigencia, pero con la llegada de Flynn se abri¨® una puerta que Turqu¨ªa trat¨® de aprovechar.

Pese a la dimensi¨®n que ha cobrado el esc¨¢ndalo, Flynn ha mantenido silencio. Consciente de que el FBI le pisa los talones, ha llegado a pedir la inmunidad al Senado a cambio de prestar declaraci¨®n. El intento ha sido bald¨ªo. Los parlamentarios han preferido dejar el campo libre al fiscal especial. La investigaci¨®n avanza.