Las dos velocidades del cambio clim¨¢tico

Nicolas Hulot, ministro franc¨¦s de Transici¨®n Ecol¨®gica, se remont¨® esta semana miles de a?os atr¨¢s, hasta la edad de piedra. En concreto, al momento en el que el ser humano transit¨® hacia la edad de los metales. "El cambio no se hizo porque se acabara la piedra, sino porque la alternativa era mejor", dijo este conocido ambientalista desde la Cumbre del Clima de Bonn, que se ha cerrado a primera hora de este s¨¢bado.

Hulot se refiri¨® tambi¨¦n a una nueva transici¨®n: la que debe sacar a la humanidad de la actual era de la combusti¨®n. Y esa transformaci¨®n, como intent¨® explicar el ministro franc¨¦s, no se debe hacer porque se agoten los combustibles f¨®siles ¨Cel carb¨®n, el petr¨®leo o el gas natural¨C, sino porque la alternativa es "mejor". De hecho, los estudios cient¨ªficos apuntan a que una parte importante de las reservas de combustibles f¨®siles deber¨¢n dejarse bajo tierra si se quiere evitar que los efectos del cambio clim¨¢tico sean catastr¨®ficos. Francia, record¨® Hulot, ha vetado ya las prospecciones en su territorio en busca de petr¨®leo y gas. ?

Desprenderse de los combustibles f¨®siles es, sin embargo, una tarea realmente complicada; son la sangre que recorre las venas de la econom¨ªa mundial. Su problema reside en que cuando se queman para generar energ¨ªa liberan el di¨®xido de carbono (CO₂), el principal gas de efecto invernadero. Una parte importante se acaba concentrando en la atm¨®sfera e impide que el planeta libere el calor con la misma intensidad con la que lo hac¨ªa antes de la etapa industrial, seg¨²n el consenso cient¨ªfico. La buena noticia es que las renovables?¨Cfundamentalmente solar y e¨®lica¨C se perfilan cada vez m¨¢s como la alternativa, a la espera del desarrollo de los sistemas de almacenamiento de electricidad que los expertos dicen que est¨¢n por llegar para no depender de que sople el viento o haga sol.

De esta transici¨®n se habla en las cumbres clim¨¢ticas anuales, como la que se ha cerrado este s¨¢bado en Bonn tras una larga negociaci¨®n nocturna. Las delegaciones de casi 200 pa¨ªses han discutido durante dos semanas sobre la forma en la que se debe desarrollar el Acuerdo de Par¨ªs, que se cerr¨® en 2015 y ya est¨¢ en vigor, pero cuyas medidas no se aplicar¨¢n hasta 2021, cuando morir¨¢ el Protocolo de Kioto. En Bonn, como estaba previsto, se ha avanzado en el desarrollo de los reglamentos del pacto de Par¨ªs. Pero no se aprobar¨¢n hasta la pr¨®xima cumbre, que se celebrar¨¢ dentro de un a?o en la ciudad polaca de Katowice.?

Alarmas clim¨¢ticas

La lentitud con la que avanzan estas negociaciones desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas contrasta con la fuerza y la urgencia de las alarmas sobre los efectos del cambio clim¨¢tico. Coincidiendo con estas cumbres, se suelen difundir informes sobre la evoluci¨®n de los gases de efecto invernadero. En el de la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial (OMM), se advert¨ªa de un nuevo r¨¦cord en la concentraci¨®n de CO₂ en la atm¨®sfera, que est¨¢ en unos niveles desconocidos desde hace miles de a?os. "Hay que elevar urgentemente el nivel de ambici¨®n si queremos cumplir los objetivos del Acuerdo de Par¨ªs", advirti¨® el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.

El gran objetivo a largo plazo del Acuerdo de Par¨ªs es que todos los firmantes reduzcan los gases de efecto invernadero para que el aumento medio de la temperatura a final de este siglo no supere los dos grados respecto a los niveles preindustriales. Y se incluy¨® tambi¨¦n que se tratar¨ªa de rebajar esa meta al grado y medio.

Pero en estos momentos, el planeta est¨¢ ya en un aumento medio de un grado. Y los recortes de emisiones de los firmantes del pacto, seg¨²n las proyecciones de la ONU y de los cient¨ªficos, llevar¨ªan al planeta a los 3 grados en 2100. "Las negociaciones clim¨¢ticas van muy lentas en un contexto de urgencia como el de ahora", resume Tatiana Nu?o, la responsable de Greenpeace Espa?a que ha seguido la cumbre desde Bonn.

Otro de los estudios presentados durante estos d¨ªas, liderado por Carbon Global Project, lanzaba una importante advertencia: "el tiempo se est¨¢ agotando" para cumplir con Par¨ªs. "Solo la descarbonizaci¨®n [eliminaci¨®n del di¨®xido de carbono de la econom¨ªa] profunda y r¨¢pida evitar¨¢ que la Tierra sobrepase el umbral de temperatura del grado y medio en solo una d¨¦cada y los dos grados unas pocas d¨¦cadas despu¨¦s". El pr¨®ximo a?o, el IPCC, el panel de expertos que bajo el paraguas de la ONU radiograf¨ªan el cambio clim¨¢tico, debe tener listo un informe sobre el objetivo del grado y medio. Y, seg¨²n fuentes conocedoras de los primeros borradores de este informe, las perspectivas sobre la posibilidad de que la humanidad est¨¦ en disposici¨®n de cumplir esa meta del grado y medio no son buenas.

"La urgencia por actuar es tanta", alerta tambi¨¦n David Howell, experto en estas negociaciones clim¨¢ticas de SEO/BirdLife. Pero no solo las ONG hablan de urgencia. Casi cada vez que ha tenido una intervenci¨®n, la responsable de la ONU de cambio clim¨¢tico, Patricia Espinosa, ha utilizado esa palabra para instar a los pa¨ªses a ser m¨¢s ambiciosos. Y casi cada vez que ha tenido una intervenci¨®n en Bonn, Espinosa ha alertado de los desastres naturales vinculados al calentamiento global.?

El cambio clim¨¢tico no solo aumenta la temperatura. Seg¨²n el consenso cient¨ªfico, tambi¨¦n incrementa en algunos casos la intensidad y frecuencia de los fen¨®menos extremos. Se trata de fen¨®menos como los huracanes que han azotado este a?o EE UU, un pa¨ªs que, tras las elecciones de hace un a?o en las que gan¨® Donald Trump, decidi¨® borrarse de la lucha internacional contra el cambio clim¨¢tico.?

El Acuerdo de Par¨ªs sobrevive a Trump

Quiz¨¢s, entre los puntos m¨¢s positivos de la cumbre de Bonn est¨¢ la constataci¨®n de que el Acuerdo de Par¨ªs ha sobrevivido a la desaparici¨®n de uno de sus padres, Barack Obama, y a la aparici¨®n de un presidente de EE UU empe?ado en desmontar todo el legado de su antecesor, el pacto clim¨¢tico incluido. Pero su anuncio de salida no ha desencadenado un efecto contagio y la segunda potencia m¨¢s emisora de gases de efecto invernadero se ha quedado aislada.?

Obama no es la ¨²nica baja entre los padres del acuerdo. Tampoco est¨¢ ya el expresidente franc¨¦s Fran?ois Hollande. Sin embargo, su sustituto, Emmanuel Macron, sigue comprometido con el Acuerdo de Par¨ªs y ha organizado para diciembre (cuando se cumplen los dos a?os del pacto) una cumbre en la capital francesa sobre financiaci¨®n clim¨¢tica.?

La canciller Angela Merkel, madre tambi¨¦n del pacto de Par¨ªs de 2015, ha participado en la cumbre al igual que Macron. Sin embargo, su discurso tuvo un "tono de funeral", resume Teresa Ribera, directora del Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales. Merkel lleg¨® a admitir que Alemania no cumplir¨¢ en 2020 con los recortes de emisiones de gases de efecto invernadero a los que se comprometi¨®.

Alemania (al igual que Polonia y Espa?a) se quedaron fuera de una gran declaraci¨®n firmada en Bonn en la que se insta a poner fin a las centrales de carb¨®n de aqu¨ª a 2030. Luego, su ministra de Medio Ambiente, Barbara Hendricks, reconoci¨® que este asunto est¨¢ sobre la mesa de negociaci¨®n para tratar de cerrar un Gobierno de coalici¨®n en Alemania. Teresa Ribera cree que ese nuevo Gobierno alem¨¢n "va a marcar la pol¨ªtica clim¨¢tica europea" en los pr¨®ximos a?os.