¡°Nacionalismo, comunismo: estamos atrapados a¨²n bajo el yugo de las ideolog¨ªas del siglo XX¡±
El escritor, pintor y cineasta de origen chino alerta sobre el auge de los populismos y llama a construir un nuevo Renacimiento
Fue el primer Nobel de Literatura chino, en 2000. Recibi¨® el galard¨®n cuando ya llevaba algo m¨¢s de una d¨¦cada exiliado en Francia, donde hab¨ªa huido de la persecuci¨®n del r¨¦gimen chino, que primero reaccion¨® al premio con un sonoro silencio y despu¨¦s con una dur¨ªsima cr¨ªtica. Hoy, Gao Xingjian no puede estar m¨¢s lejos de la China en la que naci¨® en 1940. No le gusta hablar de aquel pa¨ªs donde creci¨® y se convirti¨® en traductor; del r¨¦gimen que le oblig¨® a quemar una maleta con todos sus escritos y le envi¨® a un campo de reeducaci¨®n a labrar la tierra. ¡°China ya no es mi pa¨ªs, es mi pa¨ªs anterior. No tengo ning¨²n contacto con nada relacionado con ¨¦l desde hace 30 a?os. No poseo un pasaporte que me acredite como ciudadano del mundo, pero me considero uno¡±, comenta el escritor, pintor y cineasta, que desde 1998 tiene tambi¨¦n nacionalidad francesa.
Como ciudadano del mundo, el autor de La monta?a del alma, voraz lector de los cl¨¢sicos y audaz analista de la historia y la actualidad, alerta de la ¡°profunda crisis¡± en la que est¨¢ instalada la sociedad occidental. ¡°Estamos atrapados bajo el yugo de las ideolog¨ªas del siglo XX. Y el verdadero problema es que esas ideolog¨ªas devienen en dogma que no resuelve los problemas. Tomemos como ejemplo el marxismo, el comunismo, que se han vuelto una pesadilla. O el fascismo y el nacionalismo que tienen efectos brutales, como hemos visto. Ideolog¨ªas que a pesar de todo no han sido derrotadas y que, como hemos visto, tristemente no caducan. Tambi¨¦n el imperialismo, que se transforma en propuestas pol¨ªticas vac¨ªas, no tiene un verdadero sentido¡±, lamenta en Iasi (Rumania), donde particip¨® en el Festival de Literatura y Traducci¨®n (FILIT), uno de los eventos culturales y literarios m¨¢s importantes de Europa del Este, en el que participan escritores y traductores de todo el mundo.
Y esa desmemoria, ese abrazar dogmas caducos, contribuye, afirma, a profundizar la crisis pol¨ªtica, econ¨®mica y social a la que el mundo se enfrenta en la actualidad. Al ¡°declive de Occidente¡±, dice. ¡°La democracia se est¨¢ degradando y se enfrenta hoy a grav¨ªsimos problemas¡±, advierte. ¡°No puede ser solamente un simple recuento de votos, sin perspectiva, horizonte y futuro. Y eso es lo que pasa si dejamos a los pol¨ªticos manipular a la poblaci¨®n para obtener el poder del escrutinio. Eso no soluciona la crisis econ¨®mica, la contaminaci¨®n, el terrorismo, el desempleo, la globalizaci¨®n¡±, recalca Gao Xingjian.
Viste casi siempre de negro. Y su luto y un tono de voz suave y lento alimentan esa imagen de fragilidad en la que se asienta desde que, tras ganar el Nobel, cay¨® gravemente enfermo debido a la presi¨®n y los "compromisos" del premio. Pero Gao Xingjian no es tenue ni sutil en absoluto cuando se muestra ¡°preocupado¡± por el auge del populismo. Desde el avance de la extrema derecha en Alemania o Francia, al impulso de los ultraconservadores en los Estados Unidos de Donald Trump. ¡°Desgraciadamente son esas ideas populistas las que triunfan hoy en d¨ªa. Y podemos hablar de extremismos de ambos lados. La ideolog¨ªa de extrema izquierda, que ha llamado siempre a hacer la revoluci¨®n y que todav¨ªa toma la revoluci¨®n de Lenin como ejemplo; algo que es est¨²pido porque ya han pasado 30 a?os y parece que se olvida todo lo que pas¨®. Y por otro lado est¨¢n los pujantes extremistas nacionalistas. Lamentablemente hemos olvidado que el fascismo naci¨® de ese nacionalismo extremo, que finalmente deviene en una dictadura. Parece que hemos dejado a un lado en nuestra memoria la Historia, la masacre de los jud¨ªos, todos los cr¨ªmenes que se cometieron. El verdadero problema de la humanidad es que olvidamos nuestro pasado¡±, lamenta el escritor, que anima a lanzar un verdadero debate sobre el devenir de la sociedad.
El autor, al que muchos describen como un hombre del Renacimiento por sumergirse y sentirse c¨®modo no s¨®lo en la escritura, sino tambi¨¦n en la fotograf¨ªa, el cine, el teatro y la pintura, llama a hacer un nuevo ¡°Renacimiento social¡±. ¡°Evito hablar de revoluci¨®n, porque se ha abusado del t¨¦rmino. Prefiero hablar de renacimiento. Aunque no sea el mismo que surgi¨® para salir de la oscuridad de la Edad Media s¨ª se trata del mismo concepto: hace falta repensarlo todo, una nueva motivaci¨®n en la industria de la tecnolog¨ªa, la ciencia, un nuevo pensamiento con el foco y el inter¨¦s human¨ªstico. Un renacimiento que nada tiene que ver con la religi¨®n sino con la esencia humana¡±, propone.
Y en ¨¦l incluye tambi¨¦n la cultura, dice, que como se ha vuelto un ¡°producto de la cultura de consumo¡± no escapa de la crisis. Pero qu¨¦ papel debe jugar la literatura, el arte, dentro de ese renacimiento: ¡°La literatura no debe estar enjaulada, debe ser independiente. Los artistas, los escritores, con su propia sabidur¨ªa, lucidez y conciencia muestran su conocimiento de la sociedad con sus propias experiencias y tocan la condici¨®n humana de nuestros d¨ªas. Dej¨¦mosles testimoniar para despertar el esp¨ªritu de otros, del p¨²blico¡±.
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