Merkel advierte de que prefiere nuevas elecciones a gobernar en minor¨ªa
El presidente de Alemania pide di¨¢logo para formar gobierno tras el fracaso de las negociaciones
Ocho semanas despu¨¦s de las elecciones, Berl¨ªn, la primera econom¨ªa de la zona euro y l¨ªder pol¨ªtico de facto de la UE, sufre un bloqueo pol¨ªtico que ha sumido al pa¨ªs en la perplejidad. A falta de entendimiento de los partidos, repetir las elecciones o dar paso a un previsiblemente inestable Gobierno en minor¨ªa son las dos opciones que se barajan para salir del impase.
La canciller, Angela Merkel, ganadora de las elecciones el pasado septiembre, no est¨¢ dispuesta en ning¨²n caso a que la soluci¨®n de la crisis le obligue a dar un paso atr¨¢s. En una entrevista en la televisi¨®n, Merkel estim¨® este lunes que unas nuevas elecciones ser¨ªan ¡°un mejor camino¡±, mientras que se mostr¨® ¡°muy esc¨¦ptica¡± frente a la posibilidad de un Gobierno en minor¨ªa que consider¨® conducir¨ªa a la inestabilidad. Dijo tambi¨¦n estar dispuesta a presentarse como candidata.
El presidente alem¨¢n, Frank-Walter Steinmeier, llam¨® este lunes a los partidos a colaborar para encontrar una soluci¨®n al bloqueo. ¡°Espero que todos los partidos se muestren dispuestos para entablar conversaciones para formar Gobierno en un futuro pr¨®ximo¡±, indic¨® en una alocuci¨®n solemne, tras reunirse con Merkel. ¡°Estamos ante una situaci¨®n in¨¦dita en la historia de Alemania, en casi 70 a?os¡±, a?adi¨®. Steinmeier se reunir¨¢ ahora con los partidos para tratar de reconducir la situaci¨®n y buscar posibles acuerdos. De su intervenci¨®n se desprende que, de momento, no contempla una repetici¨®n electoral.
A la una de la madrugada del lunes Merkel, visiblemente agotada certificaba la defunci¨®n del embri¨®n de coalici¨®n. ¡°?bamos camino de lograr un acuerdo, pero el hecho es que no hemos conseguido concluirlo con ¨¦xito. Este es un d¨ªa en el que tenemos que reflexionar profundamente c¨®mo salimos adelante¡±. Poco antes, Christian Lindner, jefe de filas de los liberales anunciaba que las enormes divergencias con los conservadores, pero sobre todo con los Verdes, convert¨ªan en imposible la coalici¨®n. ¡°Es mejor no gobernar que gobernar mal¡±, dijo Lindner a los periodistas.
Conservadores, liberales y Verdes han ido limando sus divergencias en materia de inmigraci¨®n, cambio clim¨¢tico, Europa y fiscalidad a lo largo de casi cinco semanas. Despu¨¦s de maratonianas jornadas negociadoras y noches en blanco, el domingo trascendieron diversas f¨®rmulas con las que los negociadores habr¨ªan logrado salvar los principales obst¨¢culos.
Por ejemplo, para limitar el uso del carb¨®n, como exig¨ªan los Verdes, o para regular la reunificaci¨®n familiar de los refugiados, como ped¨ªan los liberales y el ala b¨¢vara del bloque conservador, la CSU, muy preocupada por el avance de la extrema derecha, tambi¨¦n en Baviera. Parec¨ªa que el acercamiento ser¨ªa por fin posible y que era solo cuesti¨®n de atar cabos sueltos. Pero horas despu¨¦s Lindner daba la espantada ante el estupor de unos negociadores unidos apenas por el pavor a los escenarios que pod¨ªan abrirse al fracasar sus conversaciones.
La capacidad de destrucci¨®n de la detonaci¨®n es a estas alturas impredecible, pero las v¨ªctimas pol¨ªticas del fracaso de la llamada coalici¨®n Jamaica se acumulan ya en los despachos oficiales en Berl¨ªn. La primera y principal, Merkel. Su partido, el bloque conservador CDU/CSU gan¨® las elecciones del pasado septiembre, aunque no logr¨® la mayor¨ªa suficiente para formar Gobierno. La importante p¨¦rdida de votos en las elecciones y el hecho de que un mill¨®n de ellos acabaran en la extrema derecha ha recrudecido las cr¨ªticas contra la canciller, cuyo final pol¨ªtico tras 12 a?os al frente de Alemania, es para muchos analistas cercano. Ahora, la supervivencia del que ser¨ªa su cuarto mandato pasa por ser capaz de poner en pie un Gobierno de coalici¨®n. Al menos de momento, no parece que vaya a ser posible.
La socialdemocracia (SPD), el segundo partido alem¨¢n volvi¨® a declarar este lunes su rechazo total a cohabitar con Merkel en una nueva Gran Coalici¨®n. ¡°No tenemos miedo de repetir las elecciones¡±, dijo Martin Schulz, el l¨ªder de un partido que sufri¨® una derrota hist¨®rica en septiembre y que culpa a la Gran Coalici¨®n de casi todos sus males.
El perdedor m¨¢s inmediato es el partido liberal (FDP), al que el resto de negociadores achacan el fracaso de las negociaciones. Los liberales quedaron condenados en 2013 al ostracismo extraparlamentario al no lograr el 5% necesario de los votos para acceder al Bundestag. El partido liberal considera que los electores castigaron el incumplimiento de sus promesas electorales al participar en un Gobierno de coalici¨®n durante el segundo mandato de Merkel. Esta vez, han querido demostrar a sus votantes que sus principios no est¨¢n en juego, aunque su decisi¨®n pase por desestabilizar un sistema pol¨ªtico cuyas contracciones se sienten con fuerza en toda Europa.
Steinmeier es ahora la persona clave para poner coto a la crisis. La Constituci¨®n alemana establece que es el presidente federal el encargado de disolver el Parlamento y de convocar nuevas elecciones o de optar por un Gobierno en minor¨ªa. Los plazos que fija la Carta Magna para el dilatado procedimiento en el caso de nueva celebraci¨®n de elecciones indican que podr¨ªan celebrarse dentro de unos tres meses. ¡°Calculo que habr¨¢ nuevas elecciones hacia Semana Santa¡±, declar¨® el diputado y negociador verde J¨¹rgen Trittin a la radio Deutschlandfunk.
En caso de celebrarse nuevos comicios, Peter Matuschek, investigador de la casa de sondeos Forsa explica que las encuestas muestran que el resultado ser¨ªa muy similar al que arrojaron las elecciones del pasado 24 de septiembre. Ni siquiera la extrema derecha que representa Alternativa para Alemania (Afd) experimentar¨ªa la subida que el resto de fuerzas pol¨ªticas temen.
La otra opci¨®n, un gobierno en minor¨ªa augura altas dosis de inestabilidad en un Bundestag en el que se respira un ambiente denso. Por un lado, se estrena la extrema derecha con 94 diputados y una ret¨®rica-espect¨¢culo que amenaza crispaci¨®n. Por otro, una socialdemocracia en busca de identidad y ¨¢vida de reafirmar sus credenciales progresistas y por ¨²ltimo, el partido de La Izquierda instalado en modo confrontacional. ¡°La mayor¨ªa de los alemanes busca estabilidad, quiere un contrato de coalici¨®n estable que dure cuatro a?os. No quieren una mayor¨ªa cambiante en el Parlamento¡±, sostiene Matuschek.
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