Una debilitada Merkel empieza a negociar una coalici¨®n con partidos muy distantes
Tres formaciones con escas¨ªsima sinton¨ªa pol¨ªtica est¨¢n condenadas a entenderse y a suscribir un programa de Gobierno para los pr¨®ximos cuatro a?os
Jamaica. Es el nombre de la coalici¨®n de Gobierno que la canciller alemana, Angela Merkel, ganadora de las elecciones en septiembre,?aspira a forjar en las pr¨®ximas semanas. Este mi¨¦rcoles ha sido el arranque oficial de unas conversaciones que se prev¨¦n arduas y dilatadas. Tres partidos con escas¨ªsima sinton¨ªa pol¨ªtica est¨¢n condenados a entenderse y a suscribir un programa de Gobierno para los pr¨®ximos cuatro a?os en la primera econom¨ªa de la zona euro. La experiencia es in¨¦dita. ¡°No van a ser conversaciones f¨¢ciles. Pero asumimos el desaf¨ªo¡±, ha reconocido esta semana la canciller.
A partir de este mi¨¦rcoles y previsiblemente hasta final de a?o, el bloque conservador de Merkel (CDU/CSU, negro), los liberales (FDP, amarillo) y los Verdes tratar¨¢n de limar sus diferencias para alumbrar la llamada coalici¨®n Jamaica, en alusi¨®n a los colores de la bandera de la isla caribe?a. Si fracasan, se abrir¨ªa un periodo de inestabilidad pol¨ªtica, en el que las opciones se reducen a la formaci¨®n de otra gran coalici¨®n ¡ªconservadores y socialdem¨®cratas¡ª que ning¨²n partido desea, un Gobierno de minor¨ªa o la muy excepcional posibilidad de convocar nuevas elecciones. Cualquiera de estas opciones podr¨ªa reforzar los apoyos de la emergente ultraderecha alemana.
La tarea se adivina herc¨²lea. Inmigraci¨®n, Europa, fiscalidad y medio ambiente son los principales temas que dividen a las tres formaciones (cuatro contando a la CSU, el ala b¨¢vara de la CDU, con identidad y demandas propias). Estos y otros asuntos deber¨¢n dirimirse en las conversaciones que tendr¨¢n lugar en la Sociedad de Parlamentarios Alemanes en Berl¨ªn, un territorio considerado neutral, en el que se repartir¨¢n tambi¨¦n las carteras. En el primer d¨ªa de negociaciones todo fueron buenas palabras y sonrisas en el balc¨®n de la sociedad de parlamentarios donde los pol¨ªticos fueron fotografiados.
Merkel es la encargada de capitanear las conversaciones, que le deber¨¢n abrir la puerta a su cuarto mandato, pero acude debilitada a la mesa de negociaci¨®n. A pesar de que su partido fue el m¨¢s votado en septiembre, tambi¨¦n sufri¨® una sangr¨ªa de votos. Hasta un mill¨®n de ellos emigraron a la extrema derecha, que entra por primera vez en el Parlamento convertida en la tercera fuerza m¨¢s votada. A la canciller le acusan dentro y fuera de su partido de vaciar la derecha pol¨ªtica y de haber permitido con su viraje al centro la irrupci¨®n de la ultraderechista Alternativa por Alemania (Afd). El rev¨¦s que sufri¨® el partido de Merkel el pasado domingo en las elecciones regionales de Baja Sajonia ha contribuido a acrecentar la sensaci¨®n de debilidad pol¨ªtica de la canciller.
El mi¨¦rcoles las conversaciones arrancaron con una reuni¨®n por la ma?ana entre la CDU y los liberales; por la tarde, el partido de Merkel se cit¨® con los Verdes. El viernes habr¨¢ formato ampliado y todas los partidos se sentar¨¢n a la misma mesa.
El rutilante l¨ªder de los liberales, Christian Lindner, ha empezado la semana negociadora disparando a bocajarro. En una entrevista con la revista Stern, Lindner considera que Merkel ha sufrido ¡°una evidente p¨¦rdida de autoridad¡± y espera que ¡°se abra un debate en la CDU en los pr¨®ximos cuatro a?os sobre la sucesi¨®n de Merkel¡±.
Poco antes, en otra entrevista, esta vez con el Frankfurter Allegemeine Zeitung, defendi¨® que el ministerio de Finanzas que hasta ahora dirig¨ªa con mano de hierro Wolfgang Sch?uble, no debe permanecer en manos de la CDU, porque a su juicio han fracasado, dejando entrever su deseo de hacerse con una cartera decisiva, tambi¨¦n para el futuro de Europa. Lindner rechaza los planes con los que, al menos de palabra, Berl¨ªn y Par¨ªs aspiran a reformar la eurozona y dotarla de un Fondo Monetario Europeo capaz de prevenir crisis. Los liberales piden adem¨¢s una dr¨¢stica bajada de impuestos, ¡ª30.000 millones¡ª, el doble de lo que desear¨ªa la CDU.
En la otra punta del pensamiento europeo residen los ultraeurope¨ªstas Verdes. ¡°La pol¨ªtica fiscal europea necesita alejarse de la austeridad y buscar un pacto fiscal com¨²n cuya recaudaci¨®n sirva para financiar la innovaci¨®n social y tecnol¨®gica¡±, dec¨ªa recientemente Simone Peters, copresidenta de los Verdes.
Ley de inmigraci¨®n
La otra l¨ªnea roja liberal pasa por la redacci¨®n de una nueva ley de inmigraci¨®n ¡°que concilie las obligaciones humanitarias con las necesidades de nuestro pa¨ªs¡±, ha dicho Lindner a Stern. La pol¨ªtica migratoria se perfila el punto mas espinoso de estas negociaciones. La CDU y su partido hermano b¨¢varo, la conservadora CSU, llegaron a un acuerdo la semana pasada con el que zanjaron sus diferencias y pactaron un supuesto n¨²mero m¨¢ximo de refugiados que Alemania estar¨ªa dispuesta a aceptar cada a?o (200.000). Es un objetivo pol¨ªtico que sin embargo nace muerto, al no ser vinculante. En cualquier caso, el acuerdo es la base con la que el bloque conservador acude a las negociaciones, en las que los Verdes ya han advertido que no quieren ni o¨ªr hablar de topes m¨¢ximos por considerar que el derecho al asilo no puede estar sujeto a restricciones.
La pol¨ªtica energ¨¦tica es otro de los asuntos que enfrentan a los llamados a entenderse. Los ecologistas exigen el cierre de las centrales que operan con carb¨®n, con el objetivo de reducir emisiones contaminantes, mientras la canciller, gran defensora de la lucha contra el cambio clim¨¢tico, ha arrastrado hasta ahora los pies a la hora de tomar medidas que puedan afectar al futuro de miles de trabajadores del carb¨®n. A pesar de que la llamada revoluci¨®n energ¨¦tica alemana ha sembrado de molinos de viento el campo, los compromisos de reducci¨®n de gases de efecto invernadero no disminuyen al ritmo al que Berl¨ªn se ha comprometido con la comunidad internacional.
De llegar a buen puerto las negociaciones, el resultado quedar¨¢ plasmado en un contrato detallado ¡ªel de 2013 ten¨ªa 185 p¨¢ginas¡ª?que las partes se comprometer¨¢n a respetar durante los pr¨®ximos cuatro a?os.
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