Reino Unido rebaja medio punto la previsi¨®n de crecimiento debido al Brexit

Reh¨¦n de una minor¨ªa parlamentaria y del liderazgo laborista en los sondeos, el Gobierno brit¨¢nico present¨® este mi¨¦rcoles su primer presupuesto desde la activaci¨®n del Brexit, que revisa a la baja las previsiones de crecimiento y cuadriplica la dotaci¨®n reservada para afrontar las consecuencias de la salida de la UE. Las anunciadas inversiones en vivienda, educaci¨®n y sanidad apuntan al votante de los tories, mientras que el impulso a las infraestructuras y nuevas tecnolog¨ªas invita a abrazar una ¡°econom¨ªa del futuro¡± y fuera de las hechuras de Europa. La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, en ingl¨¦s) ha recortado sus previsiones de crecimiento econ¨®mico para el pa¨ªs, hasta situarlo en el 1,5% en 2017, frente al 2% previsto anteriormente.

Con el reloj marcando la cuenta atr¨¢s hacia el Brexit, cuya consecuci¨®n se ha fijado en el 29 de marzo de 2019, el ministro de Econom¨ªa britanico, Philip Hammond, present¨® este mi¨¦rcoles ante los Comunes un presupuesto que reconoce una merma del crecimiento en los a?os venideros pero que pretende contrarrestar con una inversi¨®n en la confianza de los brit¨¢nicos ante un futuro fuera de la UE. Esos caramelos que acaparar¨¢n titulares ¡ªcomo la exenci¨®n de impuestos para los compradores de una primera vivienda en su cap¨ªtulo social, o la garant¨ªa de nuevas inversiones en sectores tecnol¨®gicos punteros en aras de la competitividad¡ª, no han conseguido borrar la perspectiva de una mengua en la econom¨ªa al salir de Europa.

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Las cuentas del Estado expuestas por Hammond presentan m¨¢s que nunca una lectura pol¨ªtica por encima de lo econ¨®mico, en un momento en el que el Ejecutivo brit¨¢nico se debate entre un Brexit duro o el acatamiento del pragmatismo que le exige Bruselas. El presupuesto expuesto por el canciller del Exchequer reserva una partida extraordinaria de 3.000 millones de libras (3.500 millones de euros) para capear los efectos todav¨ªa desconocidos del Brexit, frente a los 700 millones de libras (816 millones de euros) inicialmente considerados.

Ese paso entra?a una victoria para los defensores de la posici¨®n m¨¢s intransigente de Londres, que quieren garantizar los fondos necesarios en caso de un colapso de las negociaciones en curso y la consecuente salida del Reino Unido de la UE sin que medie un acuerdo comercial bilateral.

En tiempos menos agitados, Hammond habr¨ªa optado por un presupuesto de continuidad que priorizara su conocida obsesi¨®n por reducir el d¨¦ficit a trav¨¦s de una firme pol¨ªtica fiscal. Pero el contexto pol¨ªtico, aderezado con el agotamiento de los brit¨¢nicos despu¨¦s de siete a?os de recetas de austeridad, le ha forzado a relajar su objetivo de borrar los n¨²meros rojos del presupuesto estatal a principios de la pr¨®xima d¨¦cada, poniendo sobre la mesa inversiones en infraestructuras y tecnolog¨ªa para apuntalar el crecimiento, que en el curso presente ser¨¢ del 1,5%, frente a las iniciales previsiones de un 2%, y que seguir¨¢ en l¨ªnea descendiente hasta el inicio de la siguiente d¨¦cada.

Infraestructuras

Otras medidas anunciadas por el canciller del Exchequer congelar¨¢n el IVA a las peque?as empresas y elevar¨¢n el umbral de los ingresos exentos de los impuestos sobre la renta, pero, sobre todo, se centrar¨¢n en las demandas de los ciudadanos con menores recursos en pro de inyecciones (muy matizadas, a tenor de las cifras) en los fondos de educaci¨®n, sanidad y vivienda, con el compromiso de revisar los proyectos inmobiliarios que los especuladores no acaban de consumar y que tendr¨ªan que traducirse en decenas de miles de viviendas. Hammond comprometi¨® tambi¨¦n una discreta porci¨®n de los recursos p¨²blicos en apuntalar infraestructuras de Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte, dentro de su apuesta por el desarrollo de una econom¨ªa post-europea.

El responsable econ¨®mico del Gobierno de May acept¨® suavizar sus pol¨ªticas fiscales sin alarmar demasiado a los mercados. De sus propuestas depende, no solo su propio futuro en el Gabinete, sino el de una primera ministra demasiado debilitada para afrontar los retos del Brexit. Las campanas de elecciones anticipadas resuenan estos d¨ªas con fuerza en los pasillos del poder de Westminster.