¡®La Macarena¡¯ es demasiado profana para la iglesia cat¨®lica holandesa

La di¨®cesis de la ciudad holandesa de Utrecht ha decidido consagrar de nuevo una iglesia de su distrito, la de Santa B¨¢rbara, en la localidad de Bunnik, despu¨¦s de que el pasado s¨¢bado una fiesta de San Nicol¨¢s profanara, en su opini¨®n, el templo con una m¨²sica considerada inapropiada. La canci¨®n repudiada no es otra que La Macarena, la popular melod¨ªa del d¨²o espa?ol Los del R¨ªo.

Con la letra adaptada a la llegada del legendario obispo de Mira (hoy en Turqu¨ªa), que deja regalos a los ni?os el 5 de diciembre, un grupo de feligreses vestidos como sus pajes bailaron en el presbiterio. Denominados gen¨¦ricamente Zwarte Piet (Pedro el Negro), llevan la cara tiznada de holl¨ªn, atuendo morisco y gorro de plumas. Willem Eijk, el arzobispo, ha calificado la escena de ¡°profana¡± y ha ordenado consagrar de nuevo el templo.?

La nueva consagraci¨®n tuvo lugar el pasado martes, pero ha salido ahora a la luz, lo mismo que un v¨ªdeo del momento en que los Pieten (en plural, en neerland¨¦s) bailan unos segundos al ritmo de Macarena. Repiten la coreograf¨ªa popularizada por el d¨²o musical espa?ol, pero vienen a decir que ¡°todos bailamos y movemos el pompis al ritmo de Macarena; tambi¨¦n San Nicol¨¢s y Piet¡±. La letra original habla de una chica que tiene un novio al que enga?¨® con dos amigos, y se la anima con unas frases que se han hecho famosas: ¡°Dale alegr¨ªa a tu cuerpo Macarena (¡­) que tu cuerpo es pa? darle alegr¨ªa y cosa buena¡±. El arzobispo sostiene que el estribillo original es demasiado carnal para ¡°una iglesia, un lugar sagrado¡±. Y ha a?adido que ¡°el presbiterio es el espacio del altar mayor que centra la liturgia; no un lugar para estos bailes¡±.

Seg¨²n el portal digital Bunniks Nieuws, de la propia localidad, Elly de Klein, la sacrist¨¢n de la iglesia de Santa B¨¢rbara, admite que ¡°algunos feligreses se sintieron inc¨®modos con el baile¡±. ¡°Sobre todo porque hab¨ªamos acordado que los pajes de San Nicol¨¢s no subir¨ªan al presbiterio. Lo hicieron presos del entusiasmo porque hab¨ªa muchos ni?os¡±. La verdad es que en el v¨ªdeo muestra el jolgorio general y los bancos llenos de menores, que luego reciben emocionados a San Nicol¨¢s, con casulla y mitra rojos, y su b¨¢culo. Eso s¨ª, las canciones que acompa?an ese momento son las tradicionales de San Nicol¨¢s dedicadas solo a ¨¦l.

Esta vez la pol¨¦mica no se ha centrado en la figura de Zwarte Piet, considerada un estereotipo de esclavo por Naciones Unidas, y hoy criticada y apoyada por igual en Holanda. Sin embargo, en agosto pasado, otra iglesia pas¨® por un trance similar. Fue la de San Jos¨¦, en Tilburg, al sur del pa¨ªs, tras la filmaci¨®n clandestina de una escena de cine porno en uno de sus confesonarios. Jan van Noorwegen, el p¨¢rroco, roci¨® agua bendita en el interior despu¨¦s de que la Fiscal¨ªa se?alara que la grabaci¨®n era ¡°una groser¨ªa, pero no una blasfemia, porque ya no es delito desde 2013¡±. La di¨®cesis de Utrecht ha subrayado su apoyo a la fiesta de San Nicol¨¢s, pero tambi¨¦n que el arrebato de los pajes fue excesivo. Los ni?os, a los que va dirigida la fiesta, salieron muy contentos, seg¨²n los organizadores.