Los excluidos de la sanidad
Varios pa¨ªses europeos han limitado el acceso a la atenci¨®n sanitaria y han dejado fuera de su cobertura a miles de inmigrantes
¡°Uno, dos, tres, cuatro meses y dos semanas¡±, calcula finalmente Ahou, una solicitante de asilo de 30 a?os. Es el tiempo que pas¨® en Madrid sin que ning¨²n m¨¦dico controlara su embarazo. Cada vez que iba al centro de salud, no lograba conseguir cita "porque no ten¨ªa empadronamiento". "Incluso sin papeles, tengo derecho a asistencia sanitaria en el hospital m¨¢s cerca de mi casa", reclama Ahou. Pero el derecho a la salud, establecido en diferentes compromisos internacionales, no est¨¢ garantizado para todos por igual en Europa: m¨¢s de la mitad de las 43.000 personas atendidas por la ONG M¨¦dicos del Mundo quedaron excluidas de los sistemas sanitarios europeos en 2016, seg¨²n un informe publicado a finales de 2017 por la organizaci¨®n.
M¨¦dicos del Mundo, que trabaja en m¨¢s de 80 pa¨ªses, estima en su informe Personas excluidas: el fracaso de la cobertura sanitaria universal en Europa que m¨¢s de 23.800 personas atendidas por sus especialistas en 13 Estados de la Uni¨®n Europea?no tuvieron acceso a la asistencia sanitaria o a seguros m¨¦dicos en 2016. De ellos, 19.000 (el 79%)?eran inmigrantes extracomunitarios, llegados a la UE para "ganarse la vida" o para escapar de la discriminaci¨®n ¡ªpor motivos de orientaci¨®n sexual, ideas pol¨ªticas o religiosas¡ª, de conflictos armados o familiares, reza el informe; solo en el 2,5% de los casos las personas migraron para obtener cobertura sanitaria.
Ahou, que prefiere no decir su verdadero nombre, atraves¨® sola Mal¨ª, Mauritania y Marruecos antes de cruzar a Espa?a en patera para huir de un matrimonio forzado. Cuando obtuvo la tarjeta de solicitante de asilo (documento que da acceso a la sanidad p¨²blica), el centro de salud le neg¨® la asistencia al alegar que su tarjeta?deb¨ªa estar acompa?ada con el empadronamiento. La mujer, sin embargo, no consigui¨® empadronarse en Madrid ninguna de las tres veces que lo intent¨® porque en la vivienda donde reside ya hay muchas personas registradas, seg¨²n le dijo el Ayuntamiento. Le negaron una cita cuando le brot¨® una alergia en la piel, cuando tuvo dolores de est¨®mago y cuando qued¨® embarazada.
Jos¨¦ F¨¦lix Hoyo, presidente de M¨¦dicos del Mundo en Espa?a, destaca que el gasto sanitario que pueden producir estas personas, desde el punto de vista preventivo, "es absolutamente m¨ªnimo". Hoyo?subraya que los excluidos en Europa, que vienen fundamentalmente de Siria (13%) y Afganist¨¢n (11,3%), "son personas sanas". "La propia selecci¨®n del camino las hace ser personas j¨®venes y sin enfermedades", indica.
Pero en los ¨²ltimos a?os, en Europa, pa¨ªses como Irlanda o Alemania han limitado el acceso a la atenci¨®n sanitaria. En Espa?a, desde que entr¨® en vigor el Real Decreto de 2012, se limita el acceso a la tarjeta sanitaria a las personas que cotizan y a los extranjeros sin permiso de residencia en casos de urgencia, de embarazo o de ser menores. La mayor¨ªa de las comunidades, salvo algunas como La Rioja, emiti¨® posteriormente normativas internas para garantizar la cobertura sanitaria universal, que no siempre se cumplen.
A Ricardo, un brasile?o de 23 a?os infectado con VIH que pide ocultar su identidad, le negaron la asistencia en un hospital madrile?o porque no hab¨ªa pasado m¨¢s de 90 d¨ªas en Espa?a. Como no ten¨ªa tarjeta sanitaria, no le asignaban un m¨¦dico de cabecera que le recetara el medicamento que necesita diariamente. Para no interrumpir su tratamiento, tuvo que esperar durante horas todos los d¨ªas, durante un mes, en la sala de urgencias del hospital. Como ¨¦l, el 18% de los excluidos sanitarios en Europa usa estos servicios para obtener asistencia m¨¦dica.
The New Arrivals
Cuatro millones de inmigrantes han llegado a Espa?a en dos d¨¦cadas en avi¨®n, en patera o saltando la valla. M¨¢s de un mill¨®n de personas pidieron asilo en Europa en 2016. EL PA?S cuenta, en un proyecto de 500 d¨ªas con los diarios The Guardian, Der Spiegel y Le Monde, c¨®mo se adaptan estos nuevos europeos y c¨®mo Europa se adapta a ellos. Una mirada a un fen¨®meno que est¨¢ transformando Espa?a y el continente
Cada vez que iba a urgencias, Ricardo recib¨ªa una factura de 180 euros. Para ¨¦l, sin permiso de residencia ni trabajo estable, asumir ese coste era imposible, como para nueve de cada 10 pacientes de M¨¦dicos del Mundo. Los excluidos son sobre todo personas que viven bajo el umbral de la pobreza. Cuando Ricardo lleg¨® a Espa?a hace siete meses con su pareja, no pens¨® que iba a ser tan dif¨ªcil acceder al sistema de salud. "Es Europa", pens¨®.
A menudo, estas personas no acceden a la atenci¨®n m¨¦dica por las dificultades administrativas, porque no entienden la lengua local, porque se enfrentan a la discriminaci¨®n o porque temen ser denunciadas por su situaci¨®n irregular, seg¨²n el informe de M¨¦dicos del Mundo. Espa?a y Francia son los pa¨ªses donde la ONG ha encontrado m¨¢s barreras burocr¨¢ticas para acceder al sistema sanitario (as¨ª lo afirm¨® un 30% y un 27% de las personas encuestadas, respectivamente); en Alemania destacan las barreras econ¨®micas, es decir, consultas o seguro de salud demasiado caros (43%).
La dificultad para acceder al sistema es, adem¨¢s de una vulneraci¨®n de los derechos, un riesgo para todos los habitantes de un territorio, advierte Robert Yates, experto en sistemas de salud universal del Royal Institute of International Affairs de Reino Unido. El acad¨¦mico explica que es de inter¨¦s com¨²n que se traten las enfermedades infecciosas, como la tuberculosis o el ¨¦bola, y que se vacune a los ni?os. Los pa¨ªses europeos occidentales "son lo suficientemente ricos" para cubrir esas prestaciones, sostiene. "Sin duda alguna, los servicios de salud financiados p¨²blicamente son m¨¢s eficientes y baratos que los privados al medio y largo plazo", agrega Yates.
¡°La pasada crisis econ¨®mica hizo que los pa¨ªses se vuelvan m¨¢s ego¨ªstas¡±, sostiene el presidente de M¨¦dicos del Mundo. As¨ª, explica Hoyo, algunos pa¨ªses buscan "una supuesta sostenibilidad que a largo plazo no se sostiene¡±. ¡°Para que el sistema sea sostenible, dentro tenemos que estar todas y todos¡±, aclara. Y enfatiza que la inmigraci¨®n es una riqueza antes que un gasto. ¡°M¨¢s para las sociedades envejecidas¡± como las europeas, zanja.
El proyecto The New Arrivals est¨¢ financiado por el European Journalism Centre con el apoyo de la Fundaci¨®n Bill & Melinda Gates.