La protesta de las v¨ªctimas de violencia sexual contra el Congreso colombiano
Los afectados reclaman que los casos contra menores de edad ocurridos en el marco del conflicto sean atendidos por la justicia especial para la paz y no por la justicia ordinaria
El 2017 termin¨® con una mala noticia para las v¨ªctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado en Colombia. Uno de los logros que hab¨ªan celebrado con el acuerdo de paz con las FARC se desdibuj¨® en el Congreso. Por iniciativa de la senadora Maritza Mart¨ªnez (Partido de la U) los delitos de violencia sexual cometidos contra menores de 18 a?os ser¨¢n llevados a la justicia ordinaria y no entrar¨¢n a la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), el escenario que ve¨ªan como la oportunidad para que adem¨¢s de castigar con penas a los victimarios, hubiera verdad.
?ngela Escobar, presidenta de la Asociaci¨®n red de mujeres v¨ªctimas y profesionales, dice que la decisi¨®n del Congreso dej¨® "desconcertados" a quienes cre¨ªan que a trav¨¦s de la JEP pod¨ªan tener una reparaci¨®n integral. "Muchas de esas personas que fueron abusadas en su ni?ez, hoy son adultos que esperan justicia, pero tambi¨¦n verdad. A la justicia ordinaria hemos llevado 1.200 denuncias y no ha pasado nada. Hay impunidad", lamenta desde Medell¨ªn, una de las ciudades en donde la organizaci¨®n que lidera agrupa a v¨ªctimas de violencia sexual.
Uno de los argumentos de la senadora Mart¨ªnez, que cont¨® con el respaldo de la mayor¨ªa en el Congreso, es que los delitos contra menores deben ser castigados con severidad. Mientras en la justicia ordinaria las penas pueden ser hasta de 58 a?os, en la JEP la m¨¢xima podr¨ªa ser de 20 a?os, para quienes no reconozcan su responsabilidad y sean declarados culpables por el Tribunal para la Paz, creado dentro del acuerdo con las FARC. Sin embargo, Mart¨ªnez y quienes la apoyan se han concentrado en la condena m¨ªnima que impone cinco a?os para los exguerrilleros que acepten y colaboren con la justicia.
M¨¢s de 15.000 v¨ªctimas
Seg¨²n el Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Hist¨®rica (CNMH) entre 1958 y septiembre de 2017 se registraron 15.076 v¨ªctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado en Colombia.
"Establecer una pena de cinco a?os para un delito tan grave como este, que le acaba la vida a los menores abusados, no era viable dentro del ordenamiento jur¨ªdico, ya que nuestra Constituci¨®n habla de la prevalencia de los derechos de los ni?os y la severidad que debe acompa?ar este tipo de conductas", ha argumentado la senadora. Pero para las v¨ªctimas, insiste Escobar, la reparaci¨®n que han esperado por tantos a?os no se trata solamente castigar con c¨¢rcel, ellas quieren verdad.
"Vamos a seguir haciendo incidencia desde las regiones y esperamos que las curules que en teor¨ªa tendr¨ªamos este a?o en el Congreso nos permitan ser escuchadas", asegura y anuncia un informe que presentar¨¢n en febrero ante la comisi¨®n de la verdad (creada tras el acuerdo) con los datos que, seg¨²n ella, demostrar¨ªan la poca efectividad que ha tenido la justicia ordinaria en sus casos.
El Gobierno, a trav¨¦s del ministro del interior Guillermo Rivera, se opuso a la idea de excluir de la JEP los delitos contra menores, pero no fue suficiente. Tampoco lo fue la voz de las v¨ªctimas, que como lo recuerda la columnista e investigadora de Dejusticia Ana Jimena Bautista, durante su participaci¨®n en La Habana dijeron que es m¨¢s importante que se garantice el reconocimiento de responsabilidad por parte de sus victimarios, as¨ª como una sanci¨®n social y judicial en la justicia transicional que la promesa de sanciones severas, que dif¨ªcilmente van a poder ser impuestas en la justicia ordinaria.
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