Ser ¡®Charlie Hebdo¡¯ o la irreverencia a pesar del miedo
Despu¨¦s de tres a?os del atentado contra su redacci¨®n, la revista sat¨ªrica francesa mantiene su tono provocador, aunque reconoce un descenso en sus ventas
Durante sus ¨²ltimos 157 n¨²meros, Charlie Hebdo ha seguido siendo Charlie Hebdo, una revista irreverente con todo y con todos, especialmente con las religiones y en particular con la musulmana. Pero defender a ultranza la libertad de expresi¨®n y el laicismo militante que profesa en una sociedad que sigue debatiendo acaloradamente estos conceptos no ha sido f¨¢cil. ¡°Cuando llego [a la redacci¨®n], cuando todav¨ªa estoy en la calle, tengo miedo¡±, reconoce uno de los miembros del equipo en el ¨²ltimo ejemplar de la revista, que revela detalles de la vida ¡°como en una lata de conservas¡± ¡ªen una oficina cuya direcci¨®n es mantenida en secreto y bajo fuertes y costosas medidas de seguridad¡ª, en medio de constantes amenazas y un miedo permanente del equipo del semanario sat¨ªrico tres a?os despu¨¦s del atentado que diezm¨® su redacci¨®n.
No es un sentimiento exclusivo del equipo de Charlie. ¡°El miedo se ha instalado, no solamente a la hora de dise?ar una caricatura, sino en el momento mismo de manifestar una opini¨®n. La gente dice cada vez menos lo que piensa¡±, lamenta el caricaturista de Le Monde Jean Plantureux, Plantu, creador tambi¨¦n de la fundaci¨®n Caricaturas por la Paz.
Para Charlie Hebdo, siempre habr¨¢ un antes y un despu¨¦s del 7 de enero de 2015. Ese mi¨¦rcoles sal¨ªa a los quioscos el n¨²mero 1.171 del semanario m¨¢s pol¨ªticamente incorrecto de Francia. Poco despu¨¦s, los hermanos Ch¨¦rif y Said Kouachi entraban con fusiles de asalto a la redacci¨®n parisina, en un ataque islamista en el que murieron 12 personas, entre ellos ocho miembros de Charlie?entre los que se encontraba su director, Charb, y los hist¨®ricos Cabu, Wolinski y Tignous. Fue el primero de la oleada de ataques terroristas en Francia que ese 2015 dej¨® m¨¢s de 130 muertos y una naci¨®n traumatizada, que sin embargo respondi¨® con un contundente Je Suis Charlie?(Yo soy Charlie), como muestra de repulsa al ataque m¨¢s virulento en a?os a la libertad de expresi¨®n en un pa¨ªs occidental.
?Qui¨¦n es 'Charlie' hoy?
Tres a?os m¨¢s tarde despu¨¦s, la solidaridad ha deca¨ªdo. Adem¨¢s de una bajada sustancial de las ventas tras las extraordinarias tiradas tras el ataque, tambi¨¦n el sentir popular se ha enfriado. Seg¨²n una encuesta, el 61% de los franceses declara seguir ¡°sinti¨¦ndose Charlie¡±, diez puntos menos que en 2016. Y un 38% de los sondeados considera que con sus caricaturas, que han seguido provocando a todo y a todos, la revista sat¨ªrica va demasiado lejos.
¡°Charlie es una revista sat¨ªrica y de opini¨®n. La s¨¢tira no tiene por objetivo gustar a todo el mundo, y la opini¨®n puede ser siempre cuestionada¡±, replic¨® este s¨¢bado G¨¦rard Biard, redactor jefe de Charlie Hebdo, al t¨¦rmino de un debate el s¨¢bado en Par¨ªs entre intelectuales, funcionarios p¨²blicos, educadores, activistas y periodistas sobre qu¨¦ significa ¡°ser Charlie¡± hoy en d¨ªa al que asistieron, entre otros, el ex primer ministro Manuel Valls y la alcaldesa Anne Hidalgo.
¡°No existe el derecho a no sentirse ofendido, pero existe un derecho incondicional a la libertad de expresi¨®n¡±, sostuvo por su parte Inna Shevchenko, una de las fundadoras del movimiento feminista Femen. Durante el encuentro, la fil¨®sofa Elisabeth Badinter achac¨® el menor apoyo a Charlie a un ¡°trabajo de intimidaci¨®n de islamistas y de culpabilizaci¨®n de una parte de la izquierda¡± francesa, muy dividida sobre la laicidad y el concepto de islamofobia.
¡°El t¨¦rmino islamofobia est¨¢ en el centro de una guerra sem¨¢ntica sin tregua¡±, coincid¨ªa en un an¨¢lisis el diario Lib¨¦ration. Para unos, ¡°la acusaci¨®n de islamofobia es una manera de prohibir toda cr¨ªtica del islam y, por tanto, de condenar el esp¨ªritu de la ley de 1905¡± que establece una separaci¨®n tan estricta entre Estado y religi¨®n que, hasta hoy, en Francia est¨¢n prohibidos los s¨ªmbolos religiosos en lugares p¨²blicos salvo en los de culto. Pero ¡°para los otros¡±, conclu¨ªa Lib¨¦ration, el t¨¦rmino islamofobia es ¡°una nueva faceta del racismo¡±.
Ese debate, como las heridas de Charlie, a¨²n est¨¢ abierto. Pero seg¨²n el fil¨®sofo Rapha?l Enthoven, ello no debe afectar a la defensa de la idea de Charlie Hebdo. ¡°Lo importante no es lo que contiene Charlie, sino lo que representa¡±, sostuvo. Y eso, acot¨® la escritora Emilie Fr¨¨che, significa hoy en d¨ªa ¡°querer ser siempre libre de escribir y leer lo que queramos¡±.
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