El fin del TLC: el escenario que nadie en M¨¦xico quiere ver

Se acerca la hora de la verdad en la renegociaci¨®n del mayor tratado de libre comercio del planeta. M¨¦xico y Canad¨¢ se juegan este mes buena parte de su sector exterior en la trascendental sexta ronda de conversaciones que se celebrar¨¢ en Montreal (Canad¨¢) entre el 23 y el 28 de enero. Es, en palabras de un empresario involucrado en las mesas de di¨¢logo, ¡°la m¨¢s importante de todas las que ha habido hasta ahora¡± y de ella depende buena parte del futuro del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (TLC) que une desde hace 24 a?os a las tres potencias norteamericanas: Estados Unidos, M¨¦xico y Canad¨¢. Que llegue al cuarto de siglo, subrayan todas las fuentes consultadas, depende de lo que all¨ª ocurra. Y M¨¦xico llega al momento clave con la incertidumbre en su m¨¢ximo apogeo.

La cuesta de enero nunca depara buenas noticias para el bolsillo de los mexicanos, y este a?o no ha sido menos: la perspectiva de dos subidas de precio en productos de consumo clave, la tortilla de ma¨ªz y la gasolina, espoleada por sendas patronales sectoriales y negada tajantemente por el Gobierno, ha aumentado la temperatura econ¨®mica -y pol¨ªtica- en los primeros compases de 2018. La macroeconom¨ªa, pese a los bandazos de un a?o marcado por la sombra de Donald Trump, resiste. Con dos peros: el crecimiento del PIB, al ralent¨ª en la segunda mitad de 2017, y la inflaci¨®n, que cerrar¨¢ el a?o m¨¢s cerca del 7% que del 6%. Unas re?idas elecciones a seis meses vista, en las que dos candidatos promercado ¡ªJos¨¦ Antonio Meade (PRI) y Ricardo Anaya (Por M¨¦xico al Frente)¡ª se enfrentar¨¢n al cabeza de cartel de Morena y gran favorito en los sondeos, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, completan un puzle que m¨¢s bien parece un sudoku para expertos.

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En este caldo de cultivo, la ¨²nica certeza es que nadie en M¨¦xico quiere ver el final del TLC. Entre los m¨¢s pesimistas se cuentan, parad¨®jicamente, los empresarios mexicanos. ¡°Ser¨¢ una ronda definitoria¡±, apunta un industrial que prefiere permanecer en el anonimato. ¡°Trump est¨¢ engallado y, aunque lo l¨®gico ser¨ªa que, tras haber logrado sacar adelante la reforma intentase renegociar el TLC en positivo, es tan impredecible que temo que quiera dar otro golpe encima de la mesa y denuncie el tratado. De Montreal saldremos sabiendo si esto sigue adelante o no¡±, agrega.

En esta tesitura, subraya Ignacio Bartesaghi, director del Departamento de Negocios Internacionales e Integraci¨®n de la Universidad Cat¨®lica del Uruguay, a M¨¦xico le conviene ganar tiempo. ¡°Si es h¨¢bil y le da alguna otra cesi¨®n m¨ªnima, como en salarios, ayudar¨ªa mucho. No deber¨ªa tener prisa por cerrar un acuerdo antes de sus elecciones¡±, a?ade. Por ah¨ª parecen ir los tiros: ¡°La renegociaci¨®n deber¨¢ proveer mejores salarios y una mayor calidad de vida para los trabajadores en M¨¦xico¡±, reconoc¨ªa esta semana el presidente, Enrique Pe?a Nieto (PRI), en una respuesta parlamentaria. Una puerta abierta a llevar la negociaci¨®n a un terreno todav¨ªa no transitado.

La salida de EE UU del tratado ser¨ªa la puntilla para incertidumbre econ¨®mica interna: aunque las transacciones comerciales seguir¨ªan su curso bajo la normativa de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC), que favorece a M¨¦xico, la confianza de los inversores se ver¨ªa fuertemente lastrada y el crecimiento caer¨ªa alrededor de un 1% este a?o y un 2% en 2019, seg¨²n las previsiones de los principales bancos mexicanos. Tras esa dentellada, el aumento del PIB per c¨¢pita quedar¨ªa pr¨¢cticamente en cero: un riesgo may¨²sculo que necesita crecer a buen ritmo para cerrar la brecha con los pa¨ªses ricos, combatir la todav¨ªa lacerante pobreza y no perder el tren de los emergentes asi¨¢ticos, que han metido la directa en la ¨²ltima d¨¦cada.

La presencia en Montreal de los ministros de los tres pa¨ªses al cargo de las negociaciones, que llevan casi tres meses sin ir a las reuniones, da buena muestra de lo que est¨¢ en juego. ¡°La expectativa es lograr avances, pero desde el principio sabemos que es una negociaci¨®n at¨ªpica y estamos preparados para todo: tambi¨¦n para empacar nuestras cosas y volver¡±, apunta un negociador mexicano. La delegaci¨®n del pa¨ªs latinoamericano busca, sobre todo, respuestas. Tras las pol¨¦micas demandas depositadas encima de la mesa por el equipo de Trump en octubre -reglas de origen mucho m¨¢s estrictas y una cl¨¢usula de fin autom¨¢tico del tratado cada cinco a?os-, M¨¦xico accedi¨® a renegociar algunos puntos para acercar posturas con su vecino del norte. M¨¢s de dos meses despu¨¦s, la Administraci¨®n estadounidense ni siquiera ha dado acuse de recibo.

Aunque se qued¨® corto respecto a las promesas iniciales de prosperidad infinita -el papel en el que se escriben los discursos aguanta mucho m¨¢s de lo que la realidad acaba refrendando-, el acuerdo ha modernizado el pa¨ªs, ha fortalecido su legislaci¨®n en el plano econ¨®mico y ha favorecido la llegada de nuevas inversiones.

El mayor escollo para la pervivencia del TLC est¨¢ en la Casa Blanca. Una de las primeras medidas del magnate republicano en Washington fue abrir el mel¨®n de la negociaci¨®n y ahora, con un Trump henchido tras su primera gran victoria pol¨ªtica -la aprobaci¨®n de una reforma fiscal tan ambiciosa como regresiva-, la duda es si la delegaci¨®n estadounidense llegar¨¢ a Montreal con la idea de dinamitar el acuerdo con exigencias a¨²n mayores de las ya planteadas o si, por el contrario, aceptar¨¢ las concesiones parciales de sus socios para salvar el tratado.

¡°Los republicanos van a echar toda la carne en el asador para lograr un buen resultado en las elecciones legislativas [midterm] de noviembre y creen que el discurso nacionalista y proteccionista es su mejor arma¡±, apunta Ignacio Mart¨ªnez, coordinador del Laboratorio de An¨¢lisis en Comercio Exterior de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM). Tambi¨¦n se muestra pesimista Jorge Su¨¢rez-V¨¦lez, fundador de SP Family Office, que ve un 50% de posibilidades de ruptura en Montreal: ¡°El momento es inoportuno y la tentaci¨®n de Trump para anunciar la salida del TLC es alta. Sigue viendo el comercio como un juego de suma cero y la reforma fiscal le da m¨¢s margen de maniobra¡±.

Al no haber precedentes, de firmar la orden ejecutiva para la salida el tratado, se abrir¨ªa una guerra de varios meses entre las C¨¢maras y la Casa Blanca para ver quien tiene la potestad para hacerlo y la disrupci¨®n en las cadenas de valor transfronterizas no ser¨ªa inmediata. ¡°Solo hay una cosa clara: que la incertidumbre econ¨®mica en M¨¦xico aumentar¨ªa mucho y el peso se depreciar¨ªa¡±, concluye Su¨¢rez-V¨¦lez.