May renueva la c¨²pula del partido conservador para recuperar el pulso pol¨ªtico perdido
El titular de Justicia pasa a ministro de Gabinete y ser¨¢ n¨²mero dos de facto de la primera ministra
Theresa May inici¨® este lunes la anunciada oleada de cambios en su Gobierno, herido por las divisiones internas y su propia falta de autoridad tras el desastroso adelanto electoral del a?o pasado, con una profunda renovaci¨®n de los mandos del Partido Conservador, cuya ca¨ªda de afiliaciones contrasta con el auge del laborismo. David Lidington, solvente y fervientemente proeuropeo, asciende a n¨²mero dos de la primera ministra. Se trata de la mayor remodelaci¨®n de Gobierno desde que May lleg¨® a Downing Street en 2016, pero su alcance limitado ¡ªlas cuatro grandes carteras no cambian de manos¡ª evidencia su estrecho margen de maniobra.
La remodelaci¨®n de Gobierno empez¨® de forma chapucera, algo que corre el riesgo de convertirse en marca de la casa. Desde la cuenta de Twitter oficial de los conservadores se felicitaba a Chris Grayling, ministro de Transportes, por su nuevo cargo como presidente del partido. El tuit se borr¨® a los pocos minutos y el puesto, finalmente, recaer¨ªa en Brandon Lewis. Exsecretario de Estado de inmigraci¨®n, de 46 a?os, Lewis sustituye a Patrick McLoughlin, cuya silla en lo m¨¢s alto del Partido Conservador se tambaleaba desde el desastre de la campa?a de las elecciones de junio, en las que los tories perdieron la mayor¨ªa absoluta.
Sobre Lewis, nombrado tambi¨¦n ministro sin cartera, recaer¨¢ la ardua tarea de atraer a los votantes j¨®venes y a aquellos de las regiones obreras de norte, ambos cruciales en las victorias de David Cameron, que huyen en masa del partido, incapaces de conectar con el proyecto de May. La p¨¦rdida de militantes es un problema serio para los tories, especialmente cuando el laborismo, de la mano de Jeremy Corbyn, disfruta de las mejores cifras de afiliaci¨®n de su historia.
Junto a Lewis, fueron renovados los cargos de presidente adjunto y nueve vicepresidencias del partido, en unos nombramientos marcados por el relevo generacional y la diversidad. James Cleverly, nuevo n¨²mero dos del partido, es negro y diputado solo desde 2015. Ben Bradley, uno de los vicepresidentes, tiene 27 a?os y lleg¨® al Parlamento en junio del a?o pasado.
La principal novedad en el Gobierno es el movimiento de David Lidington, de 61 a?os, que pasa de titular de Justicia a ministro de Gabinete y ser¨¢ n¨²mero dos de facto de Theresa May. Sustituye a Damian Green, que se vio forzado a dimitir en diciembre, tras solo seis meses en el cargo, por haber mentido acerca del hallazgo de material pornogr¨¢fico en su ordenador profesional. Lidington no hereda el simb¨®lico cargo extra de primer secretario de Estado, que s¨ª adornaba a su predecesor, pero, como este, ser¨¢ la mano derecha de May. La sustituir¨¢, cuando ella no est¨¦ presente, en la sesi¨®n semanal de preguntas parlamentarias y presidir¨¢ importantes comit¨¦s gubernamentales, incluido aquellos sobre la implementaci¨®n del Brexit. La cartera de Justicia que portaba Lidington pasar¨¢ a manos de David Gauke, que sale del ministerio de Empleo.
La que hasta este lunes era titular de Educaci¨®n, Justine Greening, ha dimitido tras conocer que dejaba su Ministerio para ocupar el de Bienestar y Pensiones. Theresa May ha lamentado su dimisi¨®n pero ha respetado su decisi¨®n.
Al margen de esta simb¨®lica vicepresidencia, vacante por dimisi¨®n, Downing Street confirm¨® en sus puestos a los pesos pesados del Gobierno, pese a las duras cr¨ªticas suscitadas por la gesti¨®n de algunos de ellos. Es el caso del ministro de Exteriores, Boris Johnson, figura clave del sector m¨¢s antieuropeo y demasiado fuerte como para ser despedido por una primera ministra d¨¦bil. Philip Hammond no cede el mando de la Econom¨ªa, Amber Rudd contin¨²a en Interior y David Davis seguir¨¢ de ministro del Brexit. Los titulares de Sanidad, Jeremy Hunt, y de Comunidades, Sajud Javid, ven ampliadas sus competencias, asumiendo el primero la de Asistencia Social y el segundo, la de Vivienda.
En un Gobierno profundamente dividido en el tema europeo, la piedra angular de la legislatura, May mantiene el equilibrio, del que depende su propia supervivencia, entre partidarios y detractores del Brexit. Y se espera que este martes, entre los cambios de segundo nivel del Gobierno, nombre un secretario de Estado encargado de dise?ar planes de contingencia ante el escenario de una ruptura con la UE sin acuerdo. Un gui?o al sector duro que transmite que no est¨¢ dispuesta a dejarse pisar en la segunda fase de las negociaciones.
Dimite el ministro de Irlanda del Norte
El primer movimiento confirmado del d¨ªa fue ajeno a los planes de May. James Brokenshire dimit¨ªa como ministro para Irlanda del Norte por problemas de salud. Una peque?a lesi¨®n pulmonar llevar¨¢ pr¨®ximamente al quir¨®fano al viejo aliado de la primera ministra y le dejar¨¢ fuera de combate durante unas semanas, como ¨¦l mismo explic¨®. Algo incompatible con la supervisi¨®n de la delicad¨ªsima situaci¨®n pol¨ªtica que atraviesa Irlanda del Norte, que lleva casi un a?o sin Gobierno, ante la incapacidad de unionistas y republicanos de reeditar el Ejecutivo de poder compartido tras las elecciones del a?o pasado. Un esc¨¢ndalo en una programa de ayudas p¨²blicas a la energ¨ªa limpia, que salpica a los unionistas del DUP, rompi¨® las relaciones entre los dos sectores pol¨ªticos norirlandeses y desencaden¨® un colapso pol¨ªtico, que Brokenshire ha sido incapaz de desbloquear, en un momento en que el futuro de la peque?a naci¨®n se juega en las negociaciones del Brexit.
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