Jud¨ªos ultraortodoxos: ellos rezan y ellas trabajan
El 73% de las hared¨ªes est¨¢n ocupadas frente al 51% de los hombres ultrarreligiosos, sin embargo ellos cobran un 25% m¨¢s
Las mujeres ultraortodoxas son las que m¨¢s contribuyen a estrechar la brecha laboral entre las comunidades ultra religiosas jud¨ªas y el resto de la sociedad israel¨ª. Mientras los hombres ultraortodoxos rezan, ellas trabajan y su salario es la principal fuente de ingresos de la familia, junto con las ayudas estatales que perciben por tratarse de familias numerosas.
En un pa¨ªs con 8,5 millones de habitantes, donde los hared¨ªes ¡ªultraortodoxos jud¨ªos¡ª son un 12% de la poblaci¨®n y donde los expertos esperan que esa cifra se eleve hasta el 20% en los pr¨®ximos 20 a?os, las autoridades han optado por desarrollar pol¨ªticas que favorezcan su integraci¨®n, a sabiendas de que las mujeres de estas comunidades son m¨¢s permeables al cambio que los hombres.
Seg¨²n la estad¨ªstica hecha p¨²blica por el Instituto de la Democracia de Israel y el Instituto de Jerusal¨¦n para la Investigaci¨®n Pol¨ªtica, a pesar de que estos grupos siguen marcados por el aislacionismo cultural, en el plano laboral s¨ª se han producido cambios significativos en los ¨²ltimos a?os. El m¨¢s evidente, la integraci¨®n progresiva de las mujeres hared¨ªes en el mercado laboral.
Existe a¨²n una enorme brecha salarial que hace que, mientras las mujeres ultraortodoxas cobran de media mensual unos 1.400 euros, el resto percibe 2.000 euros?
Los datos, revelados a finales de diciembre, pintan un panorama en el que el 73% de las ultraortodoxas trabajan, en una sociedad en la que el 82% de las mujeres, que no pertenecen a esas comunidades, forman parte activa de la fuerza laboral israel¨ª. Una cifra que ha aumentado significativamente en la ¨²ltima d¨¦cada, a pesar de las limitaciones que, por motivos religiosos y de formaci¨®n, tienen este colectivo.
La falta de formaci¨®n acad¨¦mica las limita mucho a la hora de buscar trabajo pero cada vez son m¨¢s las que apuestan por estudiar para optar a puestos mejor remunerados. El n¨²mero de matriculaciones aument¨® y aproximadamente, el 51% de ellas se encuentran inmersas en alg¨²n tipo de estudios superiores. El sector educativo sigue siendo su favorito para integrarse en el mercado laboral. ¡°Tenemos un nivel educativo m¨¢s alto que los hombres pero para cualquier mujer hared¨ª la familia es lo primero y eso limita tambi¨¦n mucho las posibilidades laborales¡±, reconoce a EL PA?S Pnina Pfeuffer, una activista ultraortodoxa por los derechos de la mujer que se presentar¨¢ como candidata para formar parte del Ayuntamiento de Jerusal¨¦n, en las pr¨®ximas elecciones municipales.
Al mirar la radiograf¨ªa de los datos arrojados por el estudio, no se puede olvidar que estas mujeres suelen tener a su cargo una media de 6 ¨® 7 hijos ¡ªfrente a los 2 ¨® 3 del resto de jud¨ªas¡ª, que viven en condiciones econ¨®micas muy dif¨ªciles ¡ªun 45% de las familias ultraortodoxas vive por debajo del umbral de pobreza¡ª y que proceden de un ¨¢mbito familiar patriarcal, donde la toma de decisiones a nivel individual apenas tiene espacio. ¡°Eso queda tambi¨¦n reflejado en los partidos pol¨ªticos hared¨ªes. Son monol¨ªticos. No aceptan mujeres. Tienen su propia agenda. Las cuestiones relacionadas con nosotras no son prioritarias. No existimos¡±, asegura Pfeuffer.
La integraci¨®n laboral de los hombres avanza a un ritmo mucho m¨¢s lento. La estad¨ªstica muestra que a finales del 2017, pr¨¢cticamente la mitad de ellos continuaba dedic¨¢ndose exclusivamente al estudio de la Torah ¡ªlos textos sagrados jud¨ªos¡ª. Por eso, los investigadores de este estudio afirman categ¨®ricamente que, a pesar de su aparente inmovilismo, la situaci¨®n de las mujeres hared¨ªes refleja que la comunidad ultraortodoxa est¨¢ en continua evoluci¨®n.
Brecha salarial
Aunque el porcentaje de mujeres trabajadoras ultra religiosas se acerca ya al del resto de mujeres jud¨ªas, no sucede lo mismo con sus salarios. Existe a¨²n una enorme brecha salarial que hace que, mientras las ultraortodoxas cobran de media mensual unos 5.800 shekels (unos 1.400 euros), el resto percibe 8.600 shekels (2.000 euros). ¡°Cuando buscan trabajo, lo hacen dentro de su ¨¢rea porque muchas prefieren ganar menos, a exponerse al mundo secular donde su remuneraci¨®n ser¨ªa mayor¡±, explica la doctora Lee Cahaner, coautora del informe. Una diferencia salarial que se mantiene con respecto a los hombres ultraortodoxos trabajadores que, aunque son menos en porcentaje, perciben entorno al 25% m¨¢s de sueldo que las mujeres.
Otro factor que explica esa brecha es que los empleadores saben que las ultra religiosas son mujeres con una gran carga familiar que les har¨¢ ausentarse a menudo del trabajo. ¡°A¨²n as¨ª, lo aceptan porque hay una nueva generaci¨®n que ha comprendido que ser la principal fuente de ingresos de la familia posiciona para conquistar una mayor cuota de poder. Poco a poco vamos ganando terreno en ese campo¡±, explica Pfeuffer.
La mayor¨ªa de las hared¨ªes trabajadoras (un 62%) se desplaza caminando o utiliza el transporte p¨²blico para llegar al centro de trabajo; entre otras razones, porque tan s¨®lo un 29% posee licencia para conducir. Conducen menos que los hombres, pero utilizan m¨¢s Internet. ¡°En la ¨²ltima d¨¦cada el uso de Internet entre las mujeres ultraortodoxas se ha duplicado. En parte porque el Gobierno y los l¨ªderes de la comunidad, al ver que muchas ya no encontraban trabajo en la ense?anza, incluyeron la inform¨¢tica entre las nuevas especialidades de formaci¨®n de las adolescentes hared¨ªes¡±, explica Cahaner.
A pesar de los notables cambios, el encontronazo entre seculares y ultraortodoxos sigue presente en el d¨ªa a d¨ªa. Existe interacci¨®n pero siguen siendo un grupo bien diferenciado al que a¨²n se considera, en muchos aspectos, al margen de la sociedad. Constantemente protagonizan protestas para mostrar su rechazo al servicio militar obligatorio y su empe?o en que se respete escrupulosamente el Shabat hace temer que su influencia, cada vez mayor en la esfera pol¨ªtica, pueda llegar a suponer una amenaza para el modo de vida de la mayor¨ªa secular en la sociedad israel¨ª.
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