Hombre mayor busca estabilidad: as¨ª es el militante medio del SPD
La brecha generacional podr¨ªa convertirse en un factor clave en la consulta de los socialdem¨®ratas alemanes, de resultado incierto
Hombre, mayor de sesenta, protestante y funcionario con estudios. Ese ese es el perfil medio del militante socialdem¨®crata alem¨¢n, el que tiene en sus manos el futuro de un pa¨ªs incapaz de formar Gobierno tras cinco meses de bloqueo pol¨ªtico. En total suman 463.723 y llevan semanas embarcados en intensos debates por todo el pa¨ªs. En mesas redondas, en seminarios, en caf¨¦s y a trav¨¦s de Facebook, miles de ellos han desgranado con minuciosidad los argumentos para votar a favor o en contra de un nuevo Gobierno de gran coalici¨®n. El dilema es m¨¢ximo. Si dicen que s¨ª, habr¨¢ Gobierno en Alemania tras cinco meses de bloqueo. Si dicen que no, se abrir¨¢ un nuevo cap¨ªtulo pol¨ªtico de consecuencias inciertas en el centro del poder de la Uni¨®n Europea.
El plazo para votar se cerr¨® el viernes por al noche y el domingo a primera hora de la ma?ana se conocer¨¢ el resultado, pero a estas alturas, el desenlace sigue siendo muy incierto. La c¨²pula del SPD conf¨ªa en una victoria del ¡°s¨ª¡±, pero lo cierto es que no hay sondeos que permitan adivinar una tendencia. Depende de d¨®nde y de a qui¨¦n se pregunte, la respuesta es una u otra. Hay Estados como Renania del norte-Westaflia, donde residen un cuarto de los afiliados, o Berl¨ªn, donde la oposici¨®n a la gran coalici¨®n es muy com¨²n, mientras que en muchos otros, lo normal es la defensa de la Groko, como se conoce a la Gran Coalici¨®n en Alemania. ¡°La mitad de los militantes est¨¢n fuera del radar. No van a los actos ni tenemos ni idea de qu¨¦ van a votar¡±, explican fuentes del partido.
A las afueras de Potsdam, la capital del Estado de Brandeburgo se va dejando caer un nutrido grupo de militantes. Mucho pantal¨®n de pana, muchos hombres y muchas canas. Acuden a la llamada de Andrea Nahles, la mujer llamada a presidir el partido a partir de abril, pero sobre todo la encargada de convencer a los afiliados de que la gran coalici¨®n es el mal menor frente al resto de alternativas: gobierno de minor¨ªa o nuevas elecciones.
La direcci¨®n del SPD defiende ahora una alianza, de la que reneg¨® en un principio, pero a la que se ha visto abocada tras colapsar la llamada coalici¨®n Jamaica ¡ªconservadores, liberales y Verdes¡ª que habr¨ªa permitido al SPD curar sus heridas electorales c¨®modamente en la oposici¨®n. Pero no ha sido as¨ª, y pactar con Merkel se ha convertido en la opci¨®n m¨¢s viable para que Alemania tenga pronto un Gobierno estable. En este escenario, la edad y el perfil socioecon¨®mico de los militantes podr¨ªa jugar un papel determinante.
Andreas ha venido hoy a debatir con Nahles y con militantes llegados de todo el pa¨ªs. Han dedicado la ma?ana a dar vueltas a los pros y a los contras de votar en contra o a favor. ?l tiene claro que votar¨¢ a favor, porque ¡°todo lo dem¨¢s ser¨ªa el caos¡±. Para ¨¦l, primero est¨¢ la estabilidad del pa¨ªs y solo despu¨¦s, el partido. ¡°Aqu¨ª todav¨ªa tenemos muy presente la Rep¨²blica de Weimar¡±, explica este militante de 55 a?os y afiliado al SPD desde hace 12, en alusi¨®n al periodo de inestabilidad pol¨ªtica que precedi¨® al nazismo.
Wolfgang Balint, de 66 a?os y ex funcionario va a votar tambi¨¦n que s¨ª porque cree que el contenido del contrato de coalici¨®n que el SPD negoci¨® con el bloque conservador ¡°es un ¨¦xito del SPD¡±. El texto de 177 p¨¢ginas incluye muchas de las exigencias socialdem¨®cratas y el reparto de carteras en un futuro Gobierno es un ¨¦xito indiscutible para el SPD. ¡°No tenemos una mayor¨ªa para cambiar toda la pol¨ªtica de Alemania, pero este contrato es un comienzo desde un punto de vista de vista social y sobre todo europeo. La pol¨ªtica de austeridad tiene que acabar¡±.
Balint piensa que al SPD lo atraviesa una brecha generacional, porque los j¨®venes tienen menos miedo al futuro. Pero tambi¨¦n piensa que no solo la edad fractura al partido, que hay una preocupante desafecci¨®n entre las bases y la c¨²pula del partido. ¡°No puede ser que dijeran que nunca firmar¨ªan una gran coalici¨®n y ahora¡¡±.
A sus 75 a?os, Gerhard Guldner es la prueba viviente de esa desafecci¨®n. ¡°Voy a votar que no; soy un viejo rebelde. Las grandes coaliciones solo han servido para que el neoliberalismo colonice al partido¡±, piensa este antiguo funcionario de aduanas que tambi¨¦n ha venido a Potsdam a debatir.
Miedo a las encuestas
Las encuestas de las ¨²ltimas semanas se han convertido en otro importante factor, que han hecho que algunos de los que pensaban votar ¡°no¡± hayan acabado por abandonar la idea. Por primera vez, algunos sondeos han situado a la extrema derecha por delante del SPD, al que atribuyen un desplome hist¨®rico. Traspasar esa barrera psicol¨®gica ha ejercido de revulsivo. Si no hay gran coalici¨®n y hay que repetir las elecciones, el partido saldr¨ªa todav¨ªa peor parado, piensan. Lo reconoc¨ªa hace pocos d¨ªas Kevin K¨¹hnert, l¨ªder de las poderosas juventudes socialdem¨®cratas ¡ª70.000 miembros¡ª e impulsor de la campa?a del ¡°no¡± ante un grupo de corresponsales extranjeros. ¡°Muchos me dicen: Yo estoy con vosotros, no quiero la Groko, pero me da miedo que el partido vaya a peor¡±, explicaba K¨¹hnert.
¡°Hay que ser realista y Merkel ha dicho que no aceptar¨¢ un Gobierno de minor¨ªa. La otra opci¨®n son nuevas elecciones y las encuestas son muy tristes¡¡±, recuerda Hansjochen Steinbrecher, antiguo pastor evang¨¦lico. ¡°Mire, a mis 72 a?os, yo lo que quiero es que haya ya un Gobierno. La UE tiene que echar a andar, ?no?¡±.
La direcci¨®n del partido a favor del ¡°s¨ª¡±
La c¨²pula del partido socialdem¨®crata est¨¢ convencida de que van a ganar, de que su proyecto de coalici¨®n va a salir adelante. ¡°Despu¨¦s de todas las reuniones con miembros del SPD, soy optimista¡±, explica a EL PA?S en su despacho de Berl¨ªn, Niel Annen, miembro de la ejecutiva socialdem¨®crata. ¡°No hay encuestas internas. Hay lugares como Renania del Norte-Westfalia, donde la situaci¨®n es m¨¢s complicada, pero en las dem¨¢s agrupaciones calculo que ser¨¢ entre un 60 y un 65% [a favor del s¨ª]. La mayor¨ªa tiene claro que el SPD logr¨® muy buen resultado en la negociaci¨®n y que obtuvimos los ministerios m¨¢s importantes y de que hace falta un Gobierno¡±.
A Annen no se le escapa sin embargo el papel que puede jugar el factor irracional, el mismo que sac¨® a delante al Brexit y encumbr¨® a Trump m¨¢s all¨¢ de n¨²meros y argumentos racionales. Para muchos militantes, el rechazo a una nueva gran coalici¨®n es casi una cuesti¨®n de est¨®mago.
Es consciente adem¨¢s de que muchos militantes contin¨²an furiosos por el espect¨¢culo que hace una par de semanas ofrecieron sus l¨ªderes: Mart¨ªn Schulz adjudic¨¢ndose un futuro ministerio de Exteriores despu¨¦s de haber prometido que jam¨¢s tendr¨ªa un cargo en un gobierno con Angela Merkel, y el jefe de la diplomacia saliente y ex amigo de Schulz, Sigmar Gabriel, aferr¨¢ndose sin pudor a la cartera.
Aquel episodio dio para muchos militantes la puntilla de la desafecci¨®n con la direcci¨®n de un partido que no acaba de acometer una verdadera renovaci¨®n. ¡°S¨ª fue un episodio horrible y la gente est¨¢ furiosa y eso no va a desaparecer de la noche a la ma?ana¡±, admite Annen, pero como el resto de la Ejecutiva, mira ya al d¨ªa despu¨¦s del domingo.
Ese d¨ªa, habr¨¢ que cerrar muchas heridas en un partido fracturado. ¡°Tenemos la oportunidad de convencer a la gente durante los pr¨®ximos dos o tres a?os. Con un nuevo estilo de pol¨ªtica. Es dif¨ªcil, no va a ser de un d¨ªa para otro, pero la posici¨®n estrat¨¦gica no es mala. Merkel es muy fuerte y nunca fuimos capaces de derribarla, pero ahora tenemos la oportunidad de reforzarnos para la era post Merkel¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.