La carrera contrarreloj de Bachelet en La Moneda
La expresidenta intent¨® a ¨²ltima hora cerrar la c¨¢rcel Punta Peuco para violadores de los derechos humanos
La ¨²ltima semana de Michelle Bachelet en La Moneda fue a contrarreloj. A cinco d¨ªas del cambio de mando del pasado domingo, la presidenta present¨® su proyecto de nueva Constituci¨®n, que ha sido criticado por el Gobierno entrante de derecha, de Sebasti¨¢n Pi?era, cuya Administraci¨®n frenar¨¢ la iniciativa. "No lo conoc¨ªa pr¨¢cticamente nadie, ni siquiera los partidos de la Nueva Mayor¨ªa de centroizquierda", se?al¨® el mandatario en entrevista con EL PA?S. No fue la ¨²nica decisi¨®n, sin embargo, que la socialista tom¨® a ¨²ltima hora. Hasta el mismo domingo por la ma?ana, poco antes de la ceremonia de traspaso de poder, Bachelet realiz¨® gestiones para llevar a cabo su ¨²ltimo proyecto estrella: cerrar la c¨¢rcel de Punta Peuco, un recinto destinado exclusivamente a violadores de los derechos humanos de la dictadura de Augusto Pinochet, criticado por las v¨ªctimas desde su fundaci¨®n en 1995 por las condiciones privilegiadas en que viven los exmilitares y agentes. Pero la mandataria no tuvo ¨¦xito: su ministro de Justicia, Jaime Campos, se neg¨® a firmar el decreto para su cierre.
La noticia estall¨® el lunes pasado, en el peri¨®dico La Tercera, pero hasta ahora no existe ninguna versi¨®n oficial de Bachelet y su entorno respecto de un episodio que ha sido catalogado de "bochornoso". Las cr¨ªticas no provienen tanto de la derecha como del propio centroizquierda, ahora en la oposici¨®n, y de las v¨ªctimas de derechos humanos. Carmen Gloria Quintana, que fue quemada con gasolina por la dictadura en 1986, cuando con 18 a?os participaba de una protesta, escribi¨® una dura carta contra la exmandataria: "Lo sucedido con Punta Peuco es una falta de respeto cruel con el dolor las v¨ªctimas y con nuestra sociedad. Quien gobern¨® fue Michelle Bachelet y ella es la que debe dar las explicaciones de lo sucedido. Ella tuvo cuatro a?os para hacerlo, pero hoy resulta evidente que no tuvo las ganas ni la voluntad pol¨ªtica", se?al¨® en una misiva desde Montreal una de las v¨ªctimas chilenas de mayor simbolismo.
Fue justamente en una reuni¨®n entre Bachelet y Quintana, en agosto de 2015, cuando la socialista se comprometi¨® a cerrar Punta Peuco, a 44 kil¨®metros al noreste de Santiago, seg¨²n revel¨® Quintana a la salida de aquel encuentro. A lo largo de su Gobierno la socialista continuamente fue consultada por la medida. "Voy a cumplir todas las promesas que he hecho", respond¨ªa la expresidenta. En la misma l¨ªnea, la semana pasada asisti¨® a un programa de televisi¨®n, con el popular animador de televisi¨®n chileno, Don Francisco, que nuevamente le pregunt¨® por el cierre de la c¨¢rcel especial. Bachelet sugiri¨® que no se ir¨ªa del poder sin tomar la decisi¨®n: "Quedan cinco d¨ªas y no anuncio nada por la prensa... ah¨ª se ver¨¢", indic¨® en su ¨²ltima semana como presidenta.
Bachelet y sus c¨ªrculos no han entregado una versi¨®n oficial, pero el propio exministro Campos ha dado algunas luces de lo sucedido. Hasta el viernes a las cinco de la tarde, cuando dej¨® el ministerio, el extitular de Justicia no habr¨ªa recibido el decreto firmado por Bachelet. La presidenta habr¨ªa apurado las gestiones durante el s¨¢bado y domingo, los dos ¨²ltimos d¨ªas de su mandato. \ privadas con la presidenta no las comento ni con mi mujer ni menos con la prensa. Pero si el s¨¢bado o el domingo me hubiesen planteado ejecutar cualquier acto vinculado con el Ministerio de Justicia, el que hubiese sido, me habr¨ªa negado a hacerlo", advirti¨® en ADN Radio. "En los hechos, yo ces¨¦ mis funciones como ministro de Justicia el d¨ªa viernes a las cinco de la tarde. Aunque hubiese sido el Papa de Roma, ni el s¨¢bado ni el domingo ejecuto acto alguno", se?al¨® Campos, que nunca estuvo en contra el cierre, sino que se habr¨ªa negado por la oportunidad de la decisi¨®n.
Las cr¨ªticas corren por distintos caminos. Por una parte, un sector de la oposici¨®n apunta contra el exministro Campos, que se neg¨® a firmar el decreto de Bachelet, cuyo Gobierno terminaba formalmente el domingo a mediod¨ªa. Los activistas de derechos humanos y las v¨ªctimas, en tanto, reprochan la tardanza de la Administraci¨®n anterior en haber tomado la decisi¨®n de cerrar Punta Peuco, donde actualmente cumplen prisi¨®n unos 130 internos, entre los que se hallan los jefes de los ¨®rganos represivos y los agentes que actuaron con mayor crueldad. Sobre todo porque, como se?al¨® Quintana, se trataba de una decisi¨®n pol¨ªtica, que Bachelet pudo tomar en cualquier momento de sus cuatro a?os de su segundo mandato (2014-2018).
Pero lo que causa mayor sorpresa es el problema pol¨ªtico mayor que Bachelet le podr¨ªa haber heredado a su sucesor. En un sistema ordenado como el chileno, marcado por los gestos de deferencia entre un presidente y el que le sigue, a Pi?era le habr¨ªa correspondido cursar o paralizar el decreto firmado un domingo, cuando la Contralor¨ªa General de la Rep¨²blica se halla cerrada. Cualquiera hubiese sido la decisi¨®n del actual presidente respecto de Punta Peuco habr¨ªa representado su primera crisis.
El decreto firmado por Bachelet contemplada redestinar la c¨¢rcel de Punta Peuco a los presos que requieren un tratamiento especial, como las embarazadas o los enfermos. Los violadores a los derechos humanos habr¨ªan sido trasladados al penal Colina 1, que hace algunos meses fue ampliado.
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