Comienza la evacuaci¨®n de la ¨²ltima milicia insurrecta de Guta Oriental
En el mes y medio de ofensiva, las tropas regulares sirias han recuperado el 95% de lo que dos semanas atr¨¢s fuera el mayor cerco insurrecto en el coraz¨®n del pa¨ªs
Entre el olor a p¨®lvora y un reguero de explosivos sin detonar prosegu¨ªa este lunes el despliegue del Ej¨¦rcito sirio en Guta Oriental, periferia noreste de Damasco. Al tiempo que el soldado Hasan inspeccionaba un t¨²nel cavado por los insurrectos, lejanas r¨¢fagas de kalashnikov celebraban la rendici¨®n de Jeish al Islam, la ¨²ltima y mayor fuerza islamista atrincherada en este enclave. En el mes y medio de ofensiva, las tropas regulares sirias han recuperado el 95% de lo que dos semanas atr¨¢s fuera el mayor cerco insurrecto en el coraz¨®n del pa¨ªs. Al menos 1.500 civiles han muerto bajo los bombardeos y 165.000 han sido desplazados por los combates, seg¨²n el recuento que hacen las ONG.
Han transcurrido siete a?os desde que las tropas regulares sirias pisaran por ¨²ltima vez Guta Oriental y cinco desde que sus efectivos cercaran los 100 kil¨®metros cuadrados sobre los que se extienden estos suburbios. Las dos fuerzas islamistas minoritarias, Ahrar el Sham (respaldada por Turqu¨ªa) y Faylaq Al Rahman (afiliada de Al Qaeda y respaldada por Qatar), han entregado sus armas. Este domingo concluy¨® la evacuaci¨®n de los ¨²ltimos 200 de los 15.000 combatientes que, junto a 30.000 familiares, abandonaron Guta en direcci¨®n a la provincia de Idlib, en el noroeste del pa¨ªs y bajo el dominio de la rama local de Al Qaeda (el Frente Al Nusra).
Esta ma?ana, las im¨¢genes de autobuses verdes cargados con milicianos y civiles regresaban en bucle a las televisiones de los sirios. Esta vez se trata de los primeros milicianos de Jeish al Islam, la ¨²ltima facci¨®n en rendirse. Han salido de Duma, la ciudad m¨¢s poblada del enclave donde la ONU estima permanecen entre 70.000 y 78.000 civiles, y lo han hecho en direcci¨®n a Yarablous, localidad en el norte del pa¨ªs y bajo control de facciones insurrectas aliadas a Turqu¨ªa. ¡°Las negociaciones prosiguen con la mediaci¨®n rusa, pero el ala m¨¢s radical de Jeish al Islam reh¨²sa abandonar Guta¡±, cuenta un oficial del Ej¨¦rcito sirio en Yubar, localidad occidental de Guta.
Seg¨²n el militar, los combatientes islamistas han solicitado permanecer en Duma y entregar sus armas a condici¨®n de que sean efectivos rusos, y no sirios, los que se desplieguen en la zona. Condiciones que el liderazgo castrense sirio rechaza amenazando con extirpar al remanente de combatientes por la fuerza. Por su parte, Damasco exige la liberaci¨®n de los m¨¢s de 5.000 soldados y sus familiares que asegura Jeish al Islam mantiene en sus celdas desde hace m¨¢s de un lustro.
Una evacuaci¨®n a Idlib se antoja una muerte certera para los estimados 12.000 hombres de Jeish Al Islam, enfrentados en el tablero sirio a la filial de Al Qaeda all¨ª dominante. A 10 kil¨®metros del basti¨®n de Duma, Damasco y hogar de 4,5 millones de habitantes celebra el avance del Ej¨¦rcito sirio y aguarda la expulsi¨®n final de los armados. Los 135.000 civiles desplazados de Guta Oriental, seg¨²n datos del Gobierno sirio, esperan a su vez una soluci¨®n que les permita regresar a sus hogares. La mitad de ellos se hacinan en campos de acogida temporales habilitados por agencias gubernametales, y el resto se han sumado al mill¨®n de desplazados internos que saturan los barrios de la capital siria.
En Guta se cierra una de las ¨²ltimas batallas intr¨ªnsecas a la guerra siria, y ello tras la progresiva internacionalizaci¨®n de una contienda que acaba de cerrar su s¨¦ptimo a?o con m¨¢s de 500.000 muertos. A diferencia del resto de frentes, donde las tropas regulares sirias combaten junto con fuerzas aliadas rusas, iran¨ªes y milicias libanesas e iraqu¨ªes, en Guta tan s¨®lo combaten soldados sirios. ¡°Con menos frentes abiertos, el Ej¨¦rcito dispone de efectivos suficientes. Adem¨¢s, hoy quieren demostrar a sus bases sociales que puede liderar la lucha y liberar el resto del pa¨ªs¡±, valora en Damasco una fuente cercana al Gobierno sirio.
Los uniformados leales a Bachar el Asad ondean de nuevo su bandera conforme afianzan su control sobre Guta. Morteros, manojos de balas y alg¨²n que otro lanzagranadas de fabricaci¨®n turca se esparcen por lo que fuera el cuartel general de Faylaq el Rahman en Yubar. Una compleja red de t¨²neles de hasta 5 kil¨®metros de longitud roe el subsuelo. ¡°No sab¨ªa que estaban construyendo un metro en Siria¡±, ironiza uno de los Generales del Ej¨¦rcito sirio que gu¨ªa al grupo de periodistas por el laberinto subterr¨¢neo.
En el exterior, varios lanza morteros apuntan hacia la capital siria, donde en los ¨²ltimos tres meses han muerto m¨¢s de 128 civiles bajo el fuego de proyectiles. Es en los t¨²neles bajo tierra donde se resguardaron de las bombas los combatientes insurrectos, y es en precarios s¨®tanos donde lo hicieron? tambi¨¦n los civiles. En la superficie no se aprecia m¨¢s vida que la de los uniformados que pululan por un terreno sembrado de escombros y edificios colapsados. Ni siquiera las l¨¢pidas de los cementerios han logrado sobrevivir a la guerra en Guta.
Bachar el Asad se afianza en Damasco
El apoyo a las tropas sirias est¨¢ en alza entre sus bases sociales de Damasco, y ello conforme Bachar el Asad logra recuperar el control del 65% del territorio nacional. M¨¢s all¨¢ del avance militar, los habitantes de la capital celebran la t¨ªmida recuperaci¨®n econ¨®mica y sobretodo el retorno de la electricidad y del agua a sus hogares durante las 24 horas del d¨ªa. Conforme el Ej¨¦rcito regular sirio anuncia una inminente victoria en Guta Oriental, se ha acallado la lluvia de morteros. Un silencio que ha permitido que, por primera vez en un lustro, los cristianos del casco antiguo de Damasco inunden sin temor las callejas para celebrar las festividades de Semana Santa. Los controles militares disminuyen descongestionando el insoportable tr¨¢fico y los empresarios sirios comienzan a reconstruir los complejos hoteleros que anta?o poblaban Zabadani, campi?a damascena y testigo de cruentos combates durante la guerra.
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