Trump, o la brutal l¨®gica de la fuerza
La actual Casa Blanca abraza la confrontaci¨®n, un rasgo clave del presidente, como t¨¢ctica principal en pol¨ªtica exterior
De la gran constelaci¨®n de an¨¦cdotas que marca los primeros 16 meses de la presidencia Trump, hay una peque?a pero que brilla con una luz especial, que parece una suerte de estrella polar. En mayo de 2017, en una cumbre de la OTAN, el presidente estadounidense protagoniz¨® un significativo gesto mientras se hallaba rodeado de otros l¨ªderes. Sin contemplaciones, con crudeza, extendi¨® su brazo derecho y con la mano desplaz¨® en¨¦rgicamente al primer ministro montenegrino para conquistar el proscenio en una situaci¨®n de grupo. Posteriormente, con rostro digno, cabeza hacia arriba, se alis¨® la chaqueta y disfrut¨® de la posici¨®n. America First. Que los dem¨¢s dejen paso.
El gesto retrata probablemente el principal instinto subyacente a la l¨®gica pol¨ªtica de Trump: la l¨®gica de la fuerza; del yo te empujo para situarme mejor; del juego de suma cero: si t¨² pierdes yo gano. Mors tua vita mea.
La salida del pacto nuclear con Ir¨¢n parece una variante de esa filosof¨ªa. Es irracional pensar que el desgarro conduzca a la renegociaci¨®n de un acuerdo mejor (igual que lo era pensar que se pod¨ªa reformular el tratado de Par¨ªs contra el cambio clim¨¢tico). Porque es m¨¢s probable que persiga el arma nuclear un Ir¨¢n acorralado y d¨¦bil que no uno que se desarrolla e integra en el mundo por la v¨ªa del comercio, del progreso, de la modernizaci¨®n, del cambio de su sociedad. As¨ª que es leg¨ªtimo sospechar que la l¨®gica profunda de la decisi¨®n sea infligir da?o al adversario, bloquear su capacidad de desarrollo econ¨®mico y por ende de fortalecimiento.
Esta posici¨®n t¨¢ctica se sit¨²a en las ant¨ªpodas de la pol¨ªtica exterior de Obama. Esta se reg¨ªa por la convicci¨®n de que la soluci¨®n pasa m¨¢s por provocar el cambio, la apertura y la reforma de los adversarios que por la confrontaci¨®n, el intento de doblegarlos. As¨ª fue con Cuba tambi¨¦n.
La l¨®gica de la fuerza se aplica tambi¨¦n a aliados y amigos. Por lo general, por la v¨ªa de las amenazas: habr¨¢ consecuencias si M¨¦xico no paga el muro; no conf¨ªen los aliados de la OTAN en la cl¨¢usula de defensa mutua si no gastan el 2% de su PIB en lo militar. O por la v¨ªa de los hechos: el mundo se calienta, pero que lo arreglen los dem¨¢s (con todos los costes derivados en varios sectores econ¨®micos). Sean cual sean los objetivos, se consiguen por la v¨ªa muscular, con pocas contemplaciones, como el empuj¨®n del montenegrino.
Es la brutal l¨®gica de la fuerza. Ojal¨¢ no se convierta en la l¨®gica de la fuerza brutal.
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