EE UU amenaza a Ir¨¢n con sanciones ¡°sin precedentes en la historia¡±
El secretario de Estado quiere imponer un pacto a Teher¨¢n con 12 condiciones, entre ellas el abandono de la actividad nuclear y bal¨ªstica, y el fin de su intervencionismo en Oriente Pr¨®ximo
La presi¨®n no ha hecho m¨¢s que empezar. La ruptura del pacto nuclear con Ir¨¢n es el primer paso de un largo y doloroso recorrido que tiene como fin atar de pies y manos al r¨¦gimen de los ayatol¨¢s. En esta estrategia, Estados Unidos anunci¨® hoy que ejercer¨¢ una ¡°presi¨®n financiera sin precedentes en la historia¡±. El objetivo, lejos de renegociar el acuerdo de 2015, ser¨¢ cerrar uno nuevo que incluya el abandono definitivo de cualquier ambici¨®n nuclear, el desmantelamiento del programa bal¨ªstico y el fin del expansionismo iran¨ª en Oriente Pr¨®ximo. ¡°El aguij¨®n de las sanciones se volver¨¢ a¨²n m¨¢s doloroso si Ir¨¢n no cambia su curso¡±, afirm¨® el secretario de Estado, Mike Pompeo.
El jefe de la diplomacia estadounidenses no dio respiro a Ir¨¢n. En su alocuci¨®n en el conservador think tank The Heritage Foundation, dej¨® claro que para Washington la retirada del pacto nuclear marca el inicio de una ofensiva contra Teher¨¢n. No s¨®lo habr¨¢ sanciones, sino que amenaz¨® con ¡°aplastar¡± a sus organizaciones sat¨¦lites, como Hezbol¨¢, all¨¢ donde se encuentren. ¡°Ya no van a tener carta blanca en la regi¨®n¡±, afirm¨®.
El discurso era esperado. Se trataba de la primera conferencia p¨²blica de Pompeo desde que abandon¨® la direcci¨®n de la CIA y asumi¨® la direcci¨®n de la Secretar¨ªa de Estado. Su objetivo era presentar las l¨ªneas maestras de la nueva pol¨ªtica frente a Ir¨¢n. Y no defraud¨®. Pompeo ejerci¨® de l¨ªder del ala radical de la Casa Blanca y arranc¨® justificando la pol¨¦mica salida del acuerdo firmado en Viena. Aqu¨ª apenas hubo novedades. Ir¨¢n, a su juicio, ha incumplido la premisa b¨¢sica del pacto: reducir la inestabilidad en Oriente Pr¨®ximo. Por el contrario, ha desarrollado un peligroso programa bal¨ªstico, ha mentido sobre sus pretensiones nucleares y no ha dejado de intervenir en la zona. ¡°Abandonamos el acuerdo por una raz¨®n muy simple: fracas¨® a la hora de garantizar la seguridad del pueblo americano¡±, zanj¨® Pompeo.
Roto el pacto, el secretario de Estado vaticin¨® un futuro oscuro para Teher¨¢n, en el que cualquier resistencia ser¨¢ castigada, si no se pliega a los designios de Estados Unidos. Las dianas para lograrlo ya est¨¢n elegidas. La primera ser¨¢ la econom¨ªa, el gran punto d¨¦bil de Ir¨¢n. Tras casi 40 a?os de r¨¦gimen, el pa¨ªs est¨¢ exhausto. Ni siquiera el alivio que represent¨® el pacto y la consiguiente retirada de sanciones ha reducido la tensi¨®n interna. Las protestas contin¨²an y en el terreno econ¨®mico el margen de maniobra del Gobierno es limitado. El 95% de su presupuesto lo absorben los gastos corrientes y la fuga de capitales es constante. Con el 70% de la poblaci¨®n nacida despu¨¦s de la revoluci¨®n, el porvenir de Ir¨¢n dif¨ªcilmente pasa por mantener un sistema desfalleciente.
Bajo este horizonte, una nueva tanda de sanciones amenaza con causar un colapso. Es la repetici¨®n del m¨¦todo que ya se ensay¨® antes del pacto de 2015, pero esta vez multiplicado por la ambici¨®n imperial de Trump. ¡°Ir¨¢n se ver¨¢ obligado a tomar una decisi¨®n: pelear por mantener su econom¨ªa a flote o seguir desperdiciando sus preciosas riquezas en peleas en el extranjero. Pero no tendr¨¢ recursos para hacer ambas cosas¡±, pronostic¨® Pompeo.
La oferta de Washington para levantar este cerco radica en que Teher¨¢n acepte un acuerdo mucho m¨¢s restrictivo que el anterior. En la lista de exigencias de EEUU figuran 12 condiciones. El sue?o dorado de los halcones de Washington. ¡°Son tantas como actividades malignas desarrolla el r¨¦gimen¡±, puntualiz¨® el secretario de Estado.
En el apartado interior, EEUU quiere que Ir¨¢n ponga fin a cualquier ambici¨®n bal¨ªstica o nuclear. Este requisito incluye abandonar el enriquecimiento de uranio y la apertura completa a inspecciones. En el terreno exterior, Washington pretende que Teher¨¢n cese las amenazas a Israel y Arabia Saud¨ª, libere a los ciudadanos estadounidenses presos, retire sus fuerzas de Siria, no intervenga en Irak, y deje de apoyar a Hezbol¨¢ en L¨ªbano y a los rebeldes huthi en Yemen.
¡°No vamos a repetir errores del pasado ni permitir una carrera nuclear en la regi¨®n. Las sanciones parar¨¢n cuando veamos un cambio tangible y sostenido en la pol¨ªtica de Teher¨¢n. Podemos reconocer que tienen derecho a defender a su pueblo; pero no a amenazar al mundo¡±, afirm¨® Pompeo.
En esta estrategia, la Casa Blanca conf¨ªa en lograr el apoyo de sus socios. Para ello, la diplomacia estadounidense pretende hacer un viaje en el tiempo y recuperar el consenso que permiti¨® forjar el acuerdo de 2015. ¡°Vamos a trabajar con los aliados para hallar una soluci¨®n duradera a las actividades malignas de Ir¨¢n; solo pedimos que se considere aquello que ya era aceptado antes del pacto¡±, se?al¨® Pompeo. Con este objetivo, Washington va a enviar emisarios a las principales capitales.
Las posibilidades de ¨¦xito de esta pirueta son complejas. El mayor obst¨¢culo radica en la propia din¨¢mica aislacionista de Trump. La salida del acuerdo de Viena fue unilateral. Destinada a contentar a sus bases electorales, no solo dio la espalda a los otros firmantes (Francia, Reino Unido, Alemania, China y Rusia), sino que restableci¨® las sanciones a todo aquel que negocie con Ir¨¢n. No import¨® que el r¨¦gimen hubiese cumplido los t¨¦rminos del texto de Viena, ni que hubiese bloqueado el enriquecimiento del uranio, cerrado instalaciones y transportado fuera de su territorio la mayor parte del combustible. Trump asumi¨® las tesis israel¨ªes y consider¨® que Ir¨¢n, con el pacto, solo buscaba recuperar aliento para reemprender con m¨¢s fuerza el desarrollo de la bomba at¨®mica.
La salida fractur¨® a Occidente y plant¨® la doctrina del America First a la zona m¨¢s explosiva del planeta. Del terremoto han emergido pocos beneficiados. Israel y Arabia Saud¨ª se han visto complacidos, pero la herida sigue abierta en Europa. Ah¨ª, las posibilidades de abrir la negociaci¨®n para otro pacto son, de momento, escasas. Francia, seg¨²n los expertos, puede ser la potencia m¨¢s pr¨®xima a EEUU. Otros pa¨ªses como Alemania ya parecen irrecuperables. ¡°La ¨¦poca en la que pod¨ªamos confiar en EE UU se acab¨®¡±, ha sentenciado la canciller alemana, Angela Merkel.
Estados Unidos, m¨¢s solitario que nunca, ha sacudido el tablero. Su intento de forjar un nuevo acuerdo pasar¨¢, como dej¨® entrever Pompeo, por buscar otros jugadores y equilibrios. De momento, lo ¨²nico que ha logrado es disparar la inestabilidad.
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