Trump todav¨ªa conf¨ªa en reunirse el d¨ªa 12 con Kim Jong-un
El Departamento de Estado habla de un ¡°progreso real¡± en establecer las ¡°condiciones¡± para el encuentro
Todo puede torcerse de golpe, como ocurri¨® la semana pasada, pero Estados Unidos afronta con optimismo la posibilidad de que se acabe celebrando la reuni¨®n, por ahora cancelada, entre el presidente Donald Trump y el dictador norcoreano, Kim Jong-un. ¡°Con suerte tendremos un encuentro el d¨ªa 12. Eso est¨¢ yendo muy bien¡±, dijo este jueves Trump. El secretario de Estado, Mike Pompeo, y el general norcoreano Kim Yong-chol, se reunieron en Nueva York para tratar de salvar la cita de Singapur.
Pompeo explic¨® que se ha logrado un ¡°progreso real¡± en establecer las ¡°condiciones¡± para celebrar una reuni¨®n entre Trump y Kim -que ser¨ªa la primera entre l¨ªderes de ambos pa¨ªses-, pero evit¨® revelar si se ha llegado a un acuerdo. El objetivo de EE UU es lograr una ¡°desnuclearizaci¨®n completa, verificable e irreversible¡± en la pen¨ªnsula coreana que har¨ªa al herm¨¦tico y empobrecido pa¨ªs asi¨¢tico m¨¢s ¡°fuerte¡± e ¡°integrado en la comunidad de naciones¡±.
Poco antes, Trump reconoci¨® por primera vez la posibilidad de que sea necesaria m¨¢s de una reuni¨®n con Kim. El presidente insisti¨® en que su objetivo es que sea un encuentro ¡°significativo¡± y que Corea del Norte desmantele lo antes posible su programa de armas nucleares, con las que hace muy poco amenazaba con golpear a EE UU. A cambio, Washington levantar¨ªa presumiblemente sus sanciones a Pyongyang, le conceder¨ªa ayuda econ¨®mica y avalar¨ªa la continuidad del r¨¦gimen.
Trump decidi¨® suspender el pasado jueves la reuni¨®n con Kim porque la ¡°hostilidad¡± de Pyongyang en sus cr¨ªticas la imposibilitaba, pero dej¨® abierta la posibilidad de reactivarla si el r¨¦gimen daba pasos ¡°constructivos¡±. Una semana despu¨¦s, el panorama es muy distinto. Ambos pa¨ªses no ocultan su deseo de lograr la reuni¨®n del 12 de junio en Singapur y han acelerado sus contactos. Hasta el punto de que Kim Yong-chol, considerado la mano derecha del l¨ªder norcoreano, viaj¨® a Nueva York y el viernes tiene previsto acudir a Washington.
El objetivo es entregarle a Trump una carta de Kim, en lo que se interpreta como la contestaci¨®n a la misiva que le envi¨® el presidente estadounidense anunciando la cancelaci¨®n de la reuni¨®n. Si la delegaci¨®n norcoreana fuera a la Casa Blanca, ser¨ªa la primera visita de un alto cargo de Pyongyang desde que Jo Myong Rok, entonces la segunda m¨¢xima autoridad militar, se reuni¨® en 2000 con el presidente Bill Clinton.
El encuentro se interpret¨® como una muestra de buena voluntad de la dictadura norcoreana seis a?os despu¨¦s de haber sellado un acuerdo con el Gobierno de Clinton de ¡°congelaci¨®n¡± de su programa nuclear. La realidad, sin embargo, es que Pyongyang no cumpli¨® sus promesas y hab¨ªa estado enriqueciendo uranio en secreto. La fotograf¨ªa de Clinton y Jo en el Despacho Oval se ha convertido en un recuerdo amargo de la desconfianza hacia Corea del Norte en torno a ambiciones at¨®micas.
Ese miedo es el que acecha a Trump y despierta dudas sobre si Corea del Norte est¨¢ dispuesta a desmantelar todo su programa nuclear. ¡°?Qu¨¦ significa desnuclearizaci¨®n completa?¡±, se pregunta Brett Bruen, un diplom¨¢tico que trabaj¨® como responsable de comunicaci¨®n global de la Casa Blanca del dem¨®crata Barack Obama entre 2013 y 2015.
Bruen, que dirige una consultora geopol¨ªtica, cree que hay una falta de estrategia definida en la Casa Blanca. Por ejemplo, cuestiona cu¨¢nto tiempo durar¨ªa la desnuclearizaci¨®n, c¨®mo se verificar¨ªa y si Trump criticar¨¢ la vulneraci¨®n de derechos humanos en Corea del Norte, como esgrimi¨® de motivo al romper el acuerdo nuclear con Ir¨¢n. ¡°Lo que Kim quiere es tener una fotograf¨ªa con Trump para tener un nivel de reconocimiento internacional¡±, sostiene.
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