L¨ªbano congela la expedici¨®n de permisos de residencia para el personal de ACNUR

El acalorado di¨¢logo entre Beirut y la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) ha ido a parar en un callej¨®n sin salida este viernes, cuando el ministro de Exteriores liban¨¦s, Gebran Basil, ha ordenado la congelaci¨®n de la tramitaci¨®n de los permisos de residencia solicitados por ACNUR. Previamente, el responsable de Exteriores acus¨® a la agencia de ¡°amedrentar¡± a los refugiados que desean retornar a su pa¨ªs.

La posturas enfrentadas sobre el devenir de los refugiados sirios es una crisis que arrastra el pa¨ªs desde 2015, cuando el Ejecutivo liban¨¦s dio por terminado todo nuevo registro de refugiados ante las oficinas de la ONU. De ah¨ª que el Gobierno contabilice en m¨¢s de 1,5 millones los nacionales sirios en su territorio y la ONU en menos de un mill¨®n.

Los primeros se dicen incapaces de seguir haciendo frente al peso de unos refugiados que cuentan por el 25% de la poblaci¨®n total del pa¨ªs, y ello sin que la comunidad internacional se haga cargo de los gastos. Una factura que el primer ministro, Saad Hariri, cifra en 16.000 millones de euros para el L¨ªbano durante los primeros seis a?os de contienda frente a los 5.614 millones recibidos de la comunidad internacional. Los segundos advierten de que un retorno forzoso de los refugiados, sin que existan garant¨ªas para su seguridad f¨ªsica, quebranta el derecho internacional. Y a pesar de las repetidas promesas de tanto la ONU como de la UE, las ayudas a los refugiados siguen menguando.

La portavoz de ACNUR en L¨ªbano, Lisa Abu Jalil, ha desmentido las acusaciones. "Los refugiados sirios tienen derecho a decidir si quieren o no regresar [a Siria], y si lo hacen, nosotros les ayudamos y continuaremos haci¨¦ndolo en Siria", ha explicado en declaraciones recogidas por EFE. Al menos 500 refugiados han desandado el camino en direcci¨®n a Siria durante el mes de abril y otros 3.000 han solicitado este jueves hacerlo desde la localidad de Arsal, situada en la frontera oriental de L¨ªbano. En esta poblaci¨®n, el 10% de los 120.000 refugiados all¨ª acogidos replegaron el pasado verano sus tiendas de los campamentos informales para subirse a un convoy de autobuses escoltado por uniformados libaneses y milicianos de Hezbol¨¢ rumbo a Calam¨²n, regi¨®n occidental de Siria.

Al desborde de unas infraestructuras nacionales ya de por s¨ª deficientes, se a?ade el temor a un cambio confesional-demogr¨¢fico en L¨ªbano. ¡°Son m¨¢s de un cuarto de la poblaci¨®n y en su gran mayor¨ªa musulmanes y sun¨ªes¡±, comenta un funcionario del Ministerio para los Asuntos de Refugiados liban¨¦s, estrenado hace dos a?os. ¡°Imagine el cambio que supondr¨ªa en la balanza de L¨ªbano¡±, advierte. Basado en un sistema sectario, los esca?os del parlamento son repartidos salom¨®nicamente entre cristianos y musulmanes. El espectro pol¨ªtico liban¨¦s se encuentra partido en dos con las fuerzas cristianas divididas de la coalici¨®n sun¨ª, dirigida por el primer ministro Saad Hariri, y la encabezada por el partido chi¨ª Hezbol¨¢.

El escollo de los refugiados sirios junto con el deterioro de la econom¨ªa se han convertido en una de las prioridades para el Ejecutivo liban¨¦s, que se encuentra en plena formaci¨®n del nuevo Gobierno. El actual ministro de Exteriores se apresur¨® la semana pasada a enviar una carta a su hom¨®logo sirio, Walid Muallem, para comunicarle sus reservas sobre un nuevo decreto emitido por Damasco sobre la ley de propiedades. Decreto que las ONG advierten que obstruye el regreso de decenas de miles de refugiados que han quedado indocumentados durante la contienda.

¡°L¨ªbano teme que las condiciones impuestas por esta ley puedan impedir el retorno de un n¨²mero significativo de refugiados [sirios] a sus hogares¡±, fue el mensaje que transmiti¨® Basil al Gobierno sirio. La respuesta de su hom¨®logo sirio no se ha hecho esperar, ya que desde hace tiempo reclama una pol¨ªtica coordinada con Beirut que, de paso, normalice las relaciones bilaterales. Damasco ha ampliado el inviable plazo de 30 d¨ªas a un a?o para que los sirios presenten sus registros de propiedad.

Los cristianos, que representan el 40% de la poblaci¨®n libanesa seg¨²n el ¨²ltimo censo oficial (que data de 1932), conforman la otra cara de la moneda en la crisis de los refugiados sirios. Tanto ruido est¨¢ haciendo el dossier de los refugiados que hasta el Patriarca de los maronitas en L¨ªbano, Bechara Boutros Ra?, se ha sumado al debate. La semana pasada, el cardenal vol¨® a Par¨ªs para reunirse con el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron.

Temen un cambio demogr¨¢fico si los refugiados sirios se asientan en el pa¨ªs, perjudicando con ello a los cristianos del Monte L¨ªbano. ¡°Esta ley tiene un lado positivo, porque motiva a los sirios a volver a sus casas, y uno negativo, en el caso de que no dispongan de los medios necesarios para hacer valer sus derechos¡±, es la evaluaci¨®n que ha hecho el patriarca sobre el decreto sirio en declaraciones recogidas por el rotativo liban¨¦s L'Orient-Le Jour.