El Mundial, protagonista inesperado de la segunda vuelta en Colombia
El exalcalde de Bogot¨¢ Gustavo Petro necesita una alta participaci¨®n en la capital para competir con el candidato uribista Iv¨¢n Duque
Darlin Leonida Bland¨®n es viuda de un militar y v¨ªctima del conflicto armado en Colombia. Pero decidi¨® votar por el exalcalde de Bogot¨¢ Gustavo Petro, representante de la izquierda antiestablishment, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que disputa con el candidato de la derecha Iv¨¢n Duque. Las FARC mataron hace 20 a?os a su esposo en una emboscada, pero no ve ninguna contradicci¨®n en apoyar en las urnas a Petro, un exguerrillero del M-19.
¡°Es la opci¨®n que tenemos los del pueblo. Ya es hora y es justo, no m¨¢s de lo mismo¡±, dice Bland¨®n, una afrodescendiente ataviada con un colorido turbante de tonos rojizos y naranjas de 41 a?os, en el puesto de votaci¨®n del Colegio Agust¨ªn Nieto Caballero, en la popular localidad de Los M¨¢rtires, en el centro de Bogot¨¢. Apoya decididamente el acuerdo de paz que sell¨® el gobierno de Juan Manuel Santos con las otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, y dice que ahora en el Congreso ¡°tendr¨¢n que demostrar cu¨¢l era su idealismo pol¨ªtico, que hasta ahora no se ha visto¡±. Por contraste, considera que el M-19 s¨ª lo ten¨ªa, y Petro es heredero de esas banderas. ¡°No podemos seguir viviendo de una manera indigna, a duras penas trabajamos por un m¨ªnimo vital¡±, sentencia esta comerciante independiente.
¡°Se necesita un cambio en la direcci¨®n de este pa¨ªs, justicia social y equidad¡±, la secunda Jeisson Valencia, un comerciante de 40 a?os que tambi¨¦n apoya a Petro. Es originario de Medell¨ªn, la capital de Antioquia, y lleva una gorra verde del Atl¨¦tico Nacional, el equipo de su tierra, donde el expresidente ?lvaro Uribe, f¨¦rreo opositor de los acuerdos y mentor de Duque, es imbatible. ¡°Es como ver un partido de la selecci¨®n Colombia, uno le hace fuerza pero de pronto se estrella con la realidad¡±, admite sobre la tendencia de las encuestas, que muestran como claro favorito a Duque, que cuenta con el respaldo de los empresarios y la mayor¨ªa de la clase pol¨ªtica.
El f¨²tbol, precisamente, se muestra como un protagonista inesperado de una jornada electoral que se celebra en medio del Mundial de Rusia. Duque gan¨® la primera vuelta del 27 de mayo con casi el 40 % de los votos, mientras Petro, que obtuvo el 25%, aspira a una remontada de ¨²ltimo momento. Para lograrla, necesita una alta participaci¨®n que encuentra un obst¨¢culo adicional en la atractiva fecha mundialista, que inclu¨ªa el partido en que M¨¦xico, dirigido por el colombiano Juan Carlos Osorio, derrot¨® sorprendentemente 1-0 a Alemania, la campeona del mundo. ¡°Si gana M¨¦xico es que va a ganar Petro en Colombia¡±, declar¨® con gracia el exalcalde al conocer la noticia.
En muchos puestos de la capital se ve¨ªan hasta el mediod¨ªa menos votantes que hace tres semanas, aunque los colombianos son famosos por dejar el voto para ¨²ltimo momento. "Si est¨¢n viendo el partido, salgan a votar y luego sigan disfrutando del Mundial", declar¨® Santos en un ¨²ltimo llamado a participar ante la deca¨ªda afluencia en la ma?ana de una jornada que se extiende hasta las 4:00 de la tarde.
Petro necesita consolidar su ventaja en la capital que gobern¨® entre 2012 y 2015 para contrarrestar la fortaleza de Duque en otras regiones. ¡°Los votos de Bogot¨¢ y Antioquia ponen presidente¡±, apunta Valencia, con algo de resignaci¨®n, sobre los dos mayores colegios electorales del pa¨ªs.
El ¨²ltimo acto de Petro
La segunda vuelta electoral en Colombia ha sido una batalla de redes. Los dos candidatos han competido m¨¢s en Facebook que en las calles. Durante las dos ¨²ltimas semanas, Gustavo Petro e Iv¨¢n Duque han intentado convencer a los votantes en sus directos de la red social. Algunos d¨ªas, han llegado a transmitir m¨¢s de tres veces. Actos de campa?a, conversaciones con la audiencia, encuentros con empresarios, j¨®venes, aliados electorales. Cualquier excusa ha sido v¨¢lida. La noche del s¨¢bado, a menos de 10 horas de que se abrieran las urnas, el representante de la izquierda en esta elecci¨®n cerr¨® su campa?a en Internet.
A las siete de la noche estaba previsto el ¨²ltimo debate en la televisi¨®n p¨²blica de Colombia. Duque, por consejo o por elecci¨®n, se ha negado a participar en estos encuentros y en esta segunda parte de la campa?a no se ha celebrado ninguno. La decisi¨®n le ha servido a Petro como estrategia electoral hasta el ¨²ltimo minuto.
Con cierto retraso, como es habitual en el candidato de izquierda, apareci¨® el s¨¢bado en el plat¨® del canal dispuesto a debatir. El l¨ªder de Colombia Humana sab¨ªa que su opositor no iba a aparecer y su equipo era consciente de que ten¨ªa la oportunidad de alargar la campa?a. Esper¨® 15 minutos sentado en su sitio con el micr¨®fono puesto. Cuando pas¨® el tiempo que el candidato hab¨ªa considerado oportuno, con m¨¢s de 30.000 personas conectadas a su cuenta en Facebook y a la de varios de sus simpatizantes m¨¢s populares, empez¨® a debatir consigo mismo.
Petro lanz¨® al aire las preguntas que le hubiera gustado debatir con Duque: el fracking en zonas protegidas como los p¨¢ramos, la corrupci¨®n, la edad de jubilaci¨®n, el empleo o la educaci¨®n. Respondi¨® a las inquietudes de la prensa que acudi¨® a la cita. Atendi¨® a las preguntas de los usuarios que le iba transmitiendo su equipo. Y los responsables de la televisi¨®n p¨²blica de Colombia se lo permitieron. No retransmitieron el momento, pero tampoco le invitaron a abandonar sus instalaciones aunque las estuviera usando en beneficio propio.
Unos 45 minutos despu¨¦s, Gustavo Petro se despidi¨® de su audiencia, de los periodistas congregados y del t¨¦cnico de sonido del canal que le quit¨® el micr¨®fono. Eran casi las nueve de la noche y lo hab¨ªa vuelto a conseguir: miles de personas pendientes de sus declaraciones. Mientras el candidato de izquierda cerraba su ¨²ltimo acto de campa?a, Iv¨¢n Duque y Marta Luc¨ªa Ram¨ªrez, f¨®rmula vicepresidencial, contraatacaban en su cuenta de Facebook con un saldo menor, unas 7.000 personas.
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