Cientos de flamantes conductoras salen a las calles de Arabia Saud¨ª
El avance por el levantamiento de la prohibici¨®n de conducir a las mujeres se frena ante el sem¨¢foro rojo del sistema de tutela que reduce a las saud¨ªes a eternas menores de edad
Las saud¨ªes ni siquiera han esperado a que amaneciera. Nada m¨¢s pasar la medianoche, decenas de flamantes conductoras han salido este domingo a las calles de Riad, Yeddah, Al Jobar, Qasim y otras ciudades de Arabia Saud¨ª al volante de sus coches. Despu¨¦s de a?os de espera, por fin se les permite conducir en su propio pa¨ªs. Ese avance, al que las autoridades est¨¢n dando gran publicidad, se frena sin embargo ante el sem¨¢foro en rojo del sistema de tutela. Sin el permiso de un var¨®n, una saud¨ª no puede casarse, estudiar en la universidad, viajar al extranjero o salir de la c¨¢rcel al concluir una condena.
¡°Estoy muy emocionada y contenta de que finalmente haya llegado este d¨ªa. Es un sue?o hecho realidad. Estoy encantada de poder conducir por las calles de mi pa¨ªs", ha declarado Salma Rashed al Sunaid, una de las primeras en recibir un carn¨¦ de conducir saud¨ª en Riad.
La satisfacci¨®n se ha trasladado a las redes sociales que se han llenado de im¨¢genes de sonrientes conductoras ejerciendo un derecho que hasta ahora ten¨ªan negado. Bajo la etiqueta ¡°las mujeres saud¨ªes conducen¡± (#??????_????????_????), j¨®venes, mayores, profesoras, empresarias o simples abuelas han colgado fotos y v¨ªdeos de su primera vez conduciendo de forma legal.
A¨²n no son muchas. A pesar de que el Departamento de Tr¨¢fico ha recibido 120.000 solicitudes, s¨®lo unos pocos miles han tenido tiempo de completar el cursillo para obtener el carn¨¦, o de convalidar los permisos internacionales. Adem¨¢s, para frustraci¨®n de muchas extranjeras, aquellas cuyo permiso de residencia dependa del de su esposo o de su padre est¨¢n excluidas de momento. Pero seg¨²n la consultora PwC, para 2020 habr¨¢ tres millones de conductoras en Arabia Saud¨ª lo que significa ¡°oportunidades para los inversores en sectores que van desde la venta de coches y seguros, hasta el alquiler y las autoescuelas¡±.
Para las saud¨ªes es algo menos tangible, pero m¨¢s importante. ¡°Se trata de poder ir a donde necesite sin tener que depender de que el conductor est¨¦ libre o mi marido pueda o tenga ganas de llevarme. Aunque sea simplemente a tomar un caf¨¦¡±, comenta al tel¨¦fono Nadia, una joven profesional de Riad. La principal necesidad para la mayor¨ªa es el traslado al trabajo, como en el caso de Samia Warda, que la pasada madrugada cruz¨® por primera vez al volante de su coche la verja de la petrolera Aramco, donde est¨¢ empleada.
¡°Arabia Saud¨ª acaba de entrar en el siglo XXI¡±, asegura el multimillonario pr¨ªncipe Alwalid Bin Talal en una grabaci¨®n colgada en su Twitter, durante la que acompa?a como copiloto a su hija Reem, y agradece la decisi¨®n al rey Salm¨¢n. Pero su entusiasmo parece tan excesivo como el titular ¡°D¨ªa de la Independencia¡± empleado por el oficialista Arab News.
Ning¨²n observador cuestiona el valor de este cambio en el conservador Reino del Desierto. La prohibici¨®n de conducir se hab¨ªa convertido en el s¨ªmbolo de la represi¨®n de las saud¨ªes. Sin embargo, su discriminaci¨®n institucionalizada no es fruto de ese veto, sino al rev¨¦s. Levantarlo es ¡°un peque?o paso en la direcci¨®n adecuada¡±, coinciden las activistas, pero es insuficiente. Piden que se ponga fin al sistema de tutela, una mezcla de leyes y costumbres que las hace dependientes de por vida de los varones de su familia (padre, marido o, en ausencia de estos, hijo, hermano o t¨ªo paterno). Necesitan el permiso de un tutor var¨®n para casarse, ir a la universidad, viajar fuera del pa¨ªs, ciertas intervenciones quir¨²rgicas, e incluso, para salir de la c¨¢rcel tras haber cumplido condena.
Las reformas anunciadas por Mohamed Bin Salm¨¢n, hijo y heredero del rey, suscitaron la esperanza de que pusiera fin a la situaci¨®n de ciudadanas de segunda para las mujeres. El poderoso pr¨ªncipe ha enviado se?ales contradictorias. Aunque ha declarado que cree que hombres y mujeres son iguales, no ha abolido la tutela y ha encarcelado a una docena de activistas que hac¨ªa campa?a en ese sentido.
Sacar el carn¨¦ de conducir es una de las contadas excepciones para las que una mujer no requiere el consentimiento del tutor. Ahora queda por ver c¨®mo van a tratar los saud¨ªes a las conductoras una vez que se pase la novedad. Se han anunciado multas de 500.000 r¨ªales (unos 120.000 euros) y hasta cinco a?os de c¨¢rcel para quienes las acosen o ridiculicen.
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