Trump con su muro y Europa con el suyo
Tras el plan de la UE de crear las eufem¨ªsticamente llamadas ¡°plataformas de desembarco¡±, ?con qu¨¦ derecho podr¨¢ criticar Europa a Trump por construir el muro con M¨¦xico?
Solo una semana despu¨¦s de la cumbre dedicada a la migraci¨®n, los hechos confirman que Europa ha dado un enorme paso atr¨¢s en sus principios b¨¢sicos, en su alma. Lo demuestran hoy las iniciativas fronterizas en Alemania y Austria. El pacto de los 28 es todo un triunfo de la antiEuropa porque se han impuesto las medidas de la extrema derecha, el nacionalismo y el neofascismo. En el dilema entre vidas y votos, Europa deja atr¨¢s uno de sus valores b¨¢sicos: la defensa de los derechos humanos.
A la vista de los votos que la neofascista Marine Le Pen pescaba en la derecha francesa, el expresidente Sarkozy propuso en 2015 crear ¡°centros de retenci¨®n¡± de migrantes en el norte de ?frica. Le llovieron cr¨ªticas por usar armas propias de la extrema derecha. Ahora, la Uni¨®n Europea en su conjunto es la que acepta todo tipo de centros para estabular a quienes huyen del hambre y la guerra.
Las eufem¨ªsticamente llamadas ¡°plataformas de desembarco¡± fuera de la UE constituyen el ejemplo obvio de que Europa ha decidido incumplir las normas m¨¢s elementales del derecho internacional. A ellas ser¨¢n llevados a la fuerza y encerrados los migrantes recogidos en alta mar. A partir de ahora, ?con qu¨¦ derecho podr¨¢ criticar Europa a Trump por construir el muro con M¨¦xico?
Aunque apenas se menciona, la cumbre ha enterrado una gran iniciativa de solidaridad boicoteada por los pa¨ªses del Este: el reparto por cuotas de refugiados. Con retrocesos como ese, los mandatarios han salvado el Gobierno de Angela Merkel, pero han condenado a mayores sufrimientos a los migrantes que ya se juegan la vida.
Lejos de amainar, las olas migratorias ser¨¢n cada vez mayores, sobre todo por los efectos del cambio clim¨¢tico y la explosi¨®n demogr¨¢fica en ?frica. Por eso, en breve ser¨¢ insostenible la distinci¨®n, hoy consagrada por el derecho internacional, entre refugiados y migrantes econ¨®micos. Valen lo mismo las vidas de quienes huyen de las bombas que las de quienes son expulsados de sus casas por las hambrunas.
Tambi¨¦n por eso es inexplicable la actitud de Europa, el continente m¨¢s rico del planeta que, por su baja natalidad, necesita migrantes para mantener su estado de bienestar y las pensiones. ?No ser¨ªa m¨¢s razonable, y sobre todo m¨¢s humano, que la UE pacte unas cuotas de admisi¨®n anual de migrantes y refugiados en lugar de buscar el r¨¦dito de unos votos a cambio de vidas en el muro mediterr¨¢neo? Hace 20 a?os que la propuesta est¨¢ sobre la mesa.
Hace solo un a?o, Europa abr¨ªa con esperanza un nuevo periodo de refundaci¨®n. Hoy, atraviesa la que puede ser su m¨¢s grave crisis, porque erosiona su cimiento m¨¢s sensible. Merkel se ha percatado: ¡°La migraci¨®n puede decidir el destino de la UE¡±. Si la Uni¨®n mantiene el rumbo de la ¨²ltima cumbre, ser¨¢ su perdici¨®n.
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