Se busca: candidatos a las elecciones hist¨®ricas de Brasil. Abst¨¦nganse pobres
La ley favorece la reelecci¨®n de los parlamentarios y de quienes disponen de dinero propio para sufragarse sus campa?as
Un pu?ado de pol¨ªticos lleva meses recorriendo Brasil de mitin en mitin, calentando motores para cuando el pr¨®ximo d¨ªa 15 arranque la campa?a para las elecciones generales y sus partidos les confirmen oficialmente como candidatos a los muchos altos cargos que hay en juego, desde presidente de la Rep¨²blica a diputado. Resulta instructivo ver c¨®mo viajan. Jair Bolsonaro, el ultraderechista que lidera las encuestas de intenci¨®n de voto a la presidencia, va en aviones comerciales, al igual que la siguiente en esa lista, la evang¨¦lica Marina Silva, que adem¨¢s intenta volver en el mismo d¨ªa para ahorrar en hoteles: si tiene que pernoctar, lo hace en casa de alg¨²n simpatizante, en un sistema que la revista Piau¨ª ha bautizado como el "Airbnb da Marina". Nada que ver con Jo?o Doria, un millonario que hace campa?a para gobernador de S?o Paulo a bordo de su jet privado -valorado en 26,3 millones de euros-, y que sufraga el coste de pancartas y carteles para que sus fieles le reciban con mensajes de ¡°Bienvenido Jo?o¡±. De las muchas lecturas que pueden hacerse de estas elecciones, ninguna es tan evidente como que en el pa¨ªs no africano m¨¢s desigual del mundo, los bolsillos de los candidatos son una cuesti¨®n m¨¢s decisiva que nunca.
Todo se debe a una ley relativamente nueva cuyo alcance se empieza a vislumbrar ahora. La norma se aprob¨® en 2015 y proh¨ªbe que las empresas donen a campa?as electorales. Sin esos donativos, que siempre han sido la principal forma de financiaci¨®n electoral, los candidatos deben limitarse ahora a lo que les toque de unos fondos de dinero p¨²blico que el Congreso reparte en proporci¨®n al n¨²mero de diputados de cada partido. El total apenas suma 2.000 millones de reales (454 millones de euros), a repartir entre las 35 formaciones que se presentan a las elecciones. O sea, nada.
¡°Los costes reales de las elecciones no han sido reducidos a esos l¨ªmites legalmente impuestos¡±, alerta para EL PA?S la jueza Denise Goulart Schlickmann, autora del libro Financiamento de campanha y asesora del Tribunal Electoral para estos asuntos. En febrero, el Tribunal Electoral aprob¨® in extremis una posible soluci¨®n: que cada candidato pueda pagarse la campa?a de su propio bolsillo. De repente, las elecciones se hab¨ªan vuelto mucho m¨¢s f¨¢ciles para los ricos. Mejor tener un jet privado que un "Airbnb da Marina".
Lo cual puede afectar lo que van a ser las elecciones m¨¢s importantes en la memoria reciente del primer pa¨ªs latinoamericano. Para bien o para mal, estos comicios van a marcar el fin de una era y el comienzo de otra: es la primera vez que los brasile?os votan tras la explosi¨®n del caso Petrobras, que desvel¨® que pr¨¢cticamente toda la clase pol¨ªtica se beneficiaba de un gigantesco esquema de malversaci¨®n de fondos p¨²blicos usando la petrolera estatal, Petrobras. Son las primeras elecciones tras el traum¨¢tico impeachment a Dilma Rousseff en agosto de 2016 y las que deber¨ªan poner fin a la par¨¢lisis pol¨ªtica provocada por el impopular gobierno que la reemplaz¨®, el de Michel Temer. Y tras el encarcelamiento por corrupci¨®n del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, eterno candidato preferido con diferencia en todas las encuestas, los comicios de este octubre deber¨ªan ser la mayor oportunidad en a?os de renovar la pol¨ªtica brasile?a y dejar el pa¨ªs en manos de personas si no m¨¢s j¨®venes, al menos ajenas a la vieja ¨¦lite pol¨ªtica.
Fortunas personales
La realidad, sin embargo, es que es la gran oportunidad de los ricos y conocidos. En el Legislativo las nueve principales agrupaciones, consultadas por EL PA?S, admiten que se centrar¨¢n en los m¨¢s veteranos del Congreso, porque al ser ya conocidos no tienen que gastar tanto en comunicaci¨®n.
Y en el Ejecutivo, el partido en el gobierno, el Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o, ha confiado su futuro a Henrique Meirelles, el exministro de Hacienda, en buena parte porque tiene una fortuna personal (217 millones de reales; 59,5 millones de euros) que puede invertir en su campa?a. Al fin y al cabo, en las municipales de 2016, cuando la ley ya estaba en vigor, de la campa?a m¨¢s barata en d¨¦cadas para el dinero p¨²blico salieron 23 millonarios elegidos en las 92 ciudades m¨¢s grandes del pa¨ªs.
Ante estas trabas, ciertos nuevos pol¨ªticos est¨¢n probando rutas alternativas para rozar un establishment pol¨ªtico cada vez m¨¢s inalcanzable. Ailton Cunha, de 28 a?os y una ciudad diminuta del Estado de Minas Gerais, trabajaba en programas para la juventud en diferentes trabajos hasta que, hace poco, intent¨® entrar en pol¨ªtica. En su opini¨®n: ¡°Los pol¨ªticos actuales han creado un modelo para aferrarse al poder que dificulta la entrada de caras nuevas¡±, lamenta. Pero encontr¨® amparo en RenovaBR, una organizaci¨®n que ha reunido millones de reales en crowdfunding y los reparte entre 134 brasile?os que, como ¨¦l, quieren presentarse al Congreso.
En los ¨²ltimos meses ha ido surgiendo m¨¢s de una docena de organizaciones semejantes para ayudar a los independientes. ¡°La sociedad quiere retomar la pol¨ªtica¡±, justifica Eduardo Mufarej, fundador de RenovaBR. ¡°No creo que tengamos una gran oportunidad de ser elegidos, pero el resultado ser¨¢ solo el primer paso, un punto de inflexi¨®n. Un punto importante. Tenemos gente formada en Harvard y Yale, algo que nunca se ha visto en la cerrada pol¨ªtica brasile?a¡±. Cunha tambi¨¦n calcula que la renovaci¨®n llegar¨¢ m¨¢s en 2022 que en 2018, pero no desiste. ¡°Siempre digo que cuando vemos algo que est¨¢ mal tenemos la obligaci¨®n de actuar¡±, reflexiona. ¡°Y estamos un momento en el que era imposible ver la situaci¨®n de este pa¨ªs y quedarnos de brazos cruzados¡±.
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