Una estrella del pop desaf¨ªa el poder de Museveni... tambi¨¦n desde prisi¨®n
Protestas en Uganda y campa?as internacionales piden la puesta en libertad de Bobi Wine, que obtuvo esca?o en 2017 para convertirse en el azote del presidente tras 32 a?os en la presidencia
Bobi Wine public¨® el pasado 13 de agosto, en su cuenta de Twitter, la imagen de un hombre ensangrentado y desplomado en el asiento de un coche, junto al texto: ¡°La polic¨ªa ha matado a tiros a mi ch¨®fer pensando que me estaban disparando a m¨ª. Mi hotel est¨¢ ahora acordonado por la polic¨ªa y SFC #Arua¡±. Poco despu¨¦s, el cantante y parlamentario ugand¨¦s fue detenido, as¨ª que este es el ¨²ltimo mensaje que ha publicado hasta el momento y, al mismo tiempo, el inicio de la ¨²ltima crisis a la que se enfrenta el presidente Yoweri Museveni. Wine compareci¨® este jueves ante un tribunal militar bajo la acusaci¨®n de posesi¨®n de armas de fuego. Se le retiraron los cargos uno minutos antes de que fuera de nuevo ordenada su detenci¨®n acusado ahora por una corte civil del delito de traici¨®n.
Despu¨¦s de 32 a?os, Museveni es el tercer presidente africano que m¨¢s tiempo lleva en el poder. Sin embargo, el r¨¦gimen presenta algunas grietas. Una de ellas, concretamente, la digital, se va agrandando con cada campa?a en las redes sociales que cae como un mazazo sobre un sistema envejecido. La ¨²ltima, que en Twitter cuenta con el hashtag #FreeBobiWine, amenaza con desestabilizar el poder.
Robert Kyagulanyi Ssentamu, cantante conocido como Bobi Wine, se ha convertido en el azote de Museveni, de 74 a?os, desde que fue elegido parlamentario en julio de 2017. M¨¢s all¨¢ de sus continuos encontronazos, el que se inici¨® el 13 de agosto presenta una violencia y una trascendencia sin precedentes. La crisis se desencaden¨® despu¨¦s de que el convoy de Yoweri Museveni fuera apedreado cuando apoyaba a un candidato local del partido gubernamental en Arua. Wine se encontraba en la misma localidad del noroeste del pa¨ªs, por lo que las autoridades le se?alaron inmediatamente como responsable.
La detenci¨®n de Wine, junto a una treintena de personas, y su acusaci¨®n ante un tribunal militar, provoc¨® el lanzamiento inmediato de una campa?a en las redes sociales. En #FreeBobiWine proliferan las denuncias sobre el estado en el que Wine compareci¨® ante el tribunal, con signos aparentes de haber sido maltratado durante su custodia. Los mensajes repiten que no pod¨ªa caminar por s¨ª mismo y que no pod¨ªa hablar. Se difunde la imagen m¨¢s simb¨®lica del h¨¦roe al m¨¢s puro estilo pop, en carteles e ilustraciones con su boina roja, pu?o en alto, rodeado de polic¨ªas o flaqueado por sus partidarios. Pero tambi¨¦n aparecen las im¨¢genes junto a su mujer y sus hijos, el lado humano del icono.
Wine se ha hecho fuerte en su imagen de representante de la juventud y de una nueva forma de hacer pol¨ªtica, despu¨¦s de haberse autodenominado ¡°el presidente del gueto¡± por su arraigo a Kamwookya, un barrio popular de Kampala, la capital ugandesa. En esta ciudad, cientos de personas salieron a protestar el pasado fin de semana contra el arresto de Wine. Medio centenar de manifestantes fueron detenidos, entre ellos, periodistas. El Ej¨¦rcito pidi¨® este martes perd¨®n por "la conducta poco profesional de los soldados", inform¨® Efe. Un grupo de m¨¢s de 80 pol¨ªticos, activistas y artistas, entre los que estar¨ªan los cantantes brit¨¢nicos Damon Albarn y Chris Marttin, y el Nobel de Literatura nigeriano?Wole Soyinka han publicado una carta abierta en la que condenan el arresto y las condiciones en las que Wine est¨¢ encerrado.
¡°Bobi est¨¢ sufriendo (¡) no puede sostenerse en pie, tiene la cara hinchada, muy deformada. A primera vista, seguramente no lo reconocer¨ªais¡±, cuenta en Facebook la esposa de Wine detallando las secuelas que ha podido ver en una visita a su marido. Y sentencia: ¡°Est¨¢ en un estado terrible y necesita urgentemente atenci¨®n m¨¦dica¡±. Pero al mismo tiempo, Barbara Kyagulanyi destaca la fortaleza mental con la que se hab¨ªa encontrado al detenido. Esta publicaci¨®n tuvo durante el primer d¨ªa 48.000 interacciones y se reprodujo por diferentes canales.
Durante los ¨²ltimos tiempos se multiplican las acciones de contestaci¨®n en el entorno digital ugand¨¦s. En abril del a?o pasado, Museveni ya se enfrent¨® a una campa?a con un tono similar. En aquel momento, Stella Nyanzi, una conocida activista feminista, hab¨ªa sido detenida por haber compartido publicaciones en Facebook que fueron interpretadas como ofensivas para el presidente. El arresto de la prestigiosa militante provoc¨® una amplia acci¨®n de protesta en las redes bajo la etiqueta #FreeStellaNyanzi.
Police has shot my driver dead thinking they've shot at me. My hotel is now coddoned off by police and SFC. #Arua pic.twitter.com/fw0GeV0vU9
— BOBI WINE (@HEBobiwine) August 13, 2018
A principios de julio, a trav¨¦s de #WomensMarchUg colectivos de defensa de los derechos de las mujeres pusieron la presi¨®n sobre el gobierno para que permitiesen una marcha que denunciaba una ola de brutales asesinatos de mujeres sin resolver. A pesar de que denunciaban la falta de diligencia de la polic¨ªa, las autoridades no tuvieron m¨¢s remedio que permitir la manifestaci¨®n. Adem¨¢s de la reivindicaci¨®n feminista, la acci¨®n se convirti¨® en una afirmaci¨®n de la comunidad LGBTIQ en un pa¨ªs al que Museveni ha intentado convertir en baluarte de las leyes regresivas contra la diversidad sexual.
Uganda presenta una de las tasas de penetraci¨®n de Internet m¨¢s elevadas del continente, pr¨®xima a la mitad de la poblaci¨®n, un 42,9% en diciembre de 2017, seg¨²n el observatorio Internet World Stats; una masa cr¨ªtica de 19 millones de internautas en el pa¨ªs, sin contar los de la di¨¢spora, y m¨¢s de 2,5 millones de cuentas de la red social m¨¢s popular, Facebook. El impacto de estas campa?as tambi¨¦n depende de la repercusi¨®n en los pa¨ªses vecinos, entre los que se encuentra, por ejemplo, Kenia, con un 85% de penetraci¨®n de Internet.
La campa?a por la liberaci¨®n de Bobi Wine ha despertado las simpat¨ªas de l¨ªderes y movimientos que se encuentran en la misma sinton¨ªa transformadora que el opositor ugand¨¦s. Desde el heterodoxo activista y candidato presidencial keniano Boniface Mwangi (que tiene m¨¢s de un mill¨®n de seguidores en Twitter); hasta el pastor zimbabuense Evan Mawarire que gener¨® una sacudida en el antiguo r¨¦gimen de Mugabe con la campa?a #ThisFlag; pasando por el movimiento congole?o LUCHA que se encuentra a la cabeza de la resistencia popular a Joseph Kabila.
No es extra?o que Museveni lleve a?os protagonizando una cruzada contra el mundo digital, que se est¨¢ convirtiendo en uno de sus principales dolores de cabeza. Ya en 2011, se restringi¨® Internet durante las elecciones, pero la obsesi¨®n se ha incrementado. En los ¨²ltimos comicios presidenciales en 2016 bloque¨® las redes sociales y argument¨® motivos de seguridad. Su ¨²ltima medida para controlar ese foro de ¡°mentiras¡± ha sido una tasa especial para los usuarios de las redes sociales. La decisi¨®n, precisamente, ha desencadenado una dura campa?a digital y tampoco parece casualidad que Bobi Wine fuese una de las personalidades que se implic¨® en #ThisTaxMustGo.
El presidente ugand¨¦s no es el ¨²nico en el continente africano empe?ado en poner puertas a un campo digital que cada vez es m¨¢s reacio a los largos mandatos. El camerun¨¦s Paul Biya bloque¨® Internet durante tres meses en las dos regiones angl¨®fonas del pa¨ªs en medio de la crisis de cohesi¨®n nacional m¨¢s grave de los ¨²ltimos a?os. En Chad, las redes sociales se hacen constantemente inaccesibles desde las ¨²ltimas elecciones presidenciales en 2016. Etiop¨ªa ha vivido en los ¨²ltimos a?os bajo un legendario control del universo digital. La lista contin¨²a con apagones de Internet coincidiendo con procesos de contestaci¨®n social en Togo o la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, por ejemplo. Y, sin ir m¨¢s lejos, durante los ¨²ltimos comicios en Mal¨ª, la capacidad de acceso a algunas herramientas digitales fue restringida durante la primer y la segunda vuelta y coincidiendo con la proclamaci¨®n de los resultados. Todas estas medidas de control se producen, cuando las redes sociales est¨¢n generando una corriente cr¨ªtica con las autoridades.
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