Polonia y Hungr¨ªa se al¨ªan para esquivar el castigo de la Uni¨®n Europea

Polonia ha cerrado filas con Hungr¨ªa tras la hist¨®rica decisi¨®n del Parlamento Europeo de poner en marcha el procedimiento disciplinario para investigar el riesgo de violaci¨®n grave de los valores fundamentales por parte del gobierno de Viktor Orb¨¢n.

Ambos pa¨ªses se muestran dispuestos a ayudarse mutuamente para esquivar la investigaci¨®n de la UE sobre el deterioro de sus sistemas democr¨¢ticos. Pero deber¨¢n buscar al menos otros cuatro aliados porque la amenazante maquinaria puede arrancar con el voto favorable de 22 de los 27 socios comunitarios. En la siguiente fase, para confirmar la acusaci¨®n, s¨ª se requiere la unanimidad y, en ese punto, el cruce de apoyos entre Varsovia y Budapest puede resultar crucial.

Pocas horas despu¨¦s de la decisi¨®n del Parlamento Europeo, el gobierno polaco, controlado por Jaroslaw Kaczynski, anunciaba su intenci¨®n de ¡°votar en contra de cualquier posible sanci¨®n que quieran imponer las instituciones europeas a Hungr¨ªa¡±. Varsovia devuelve as¨ª el favor a Orb¨¢n, que tambi¨¦n expres¨® su rechazo cuando la Comisi¨®n Europea inici¨® id¨¦ntico procedimiento contra el gobierno polaco.

La alianza ilustra la deriva de los dos principales pa¨ªses de la gran ampliaci¨®n de la UE en 2004 hacia posiciones alejadas de la tradici¨®n pol¨ªtica del club comunitario. Tres lustros despu¨¦s de su ingreso, Hungr¨ªa y Polonia se exponen a un severo correctivo pol¨ªtico que podr¨ªa dejarles incluso sin derecho a voto en el Consejo de la UE. Bruselas sopesa con mucho tiento las consecuencias de un castigo tan brutal. Pero, como en el caso del Brexit brit¨¢nico, gana enteros la sensaci¨®n de que la repercusi¨®n podr¨ªa ser mucho m¨¢s grave para Varsovia y Budapest que para el resto de capitales europeas.

Orb¨¢n, como antes Kaczynski, parece apostar por una reacci¨®n nacionalista contra una presunta injerencia de la UE. Pero en c¨ªrculos comunitarios no descartan que el estatus de paria en el que pueden caer ambos pa¨ªses desencadene una sacudida de la opini¨®n p¨²blica que aleje del poder a los gobiernos euroesc¨¦pticos de los partidos de Orban (Fidesz) y Kaczynski (PiS).

El primer ministro h¨²ngaro se enfrentar¨¢ a la primera prueba de fuego la semana que viene en Salzburgo, donde el Partido Popular Europeo, al que todav¨ªa pertenece, celebra una reuni¨®n al m¨¢ximo nivel. Orb¨¢n tendr¨¢ pocos aliados en una alineaci¨®n que incluye a la canciller alemana, Angela Merkel, al presidente de la Comisi¨®n, Jean-Claude Juncker, y al del Consejo Europeo, Donald Tusk.

"La mayor¨ªa de partido est¨¢ harta y se le dejar¨¢ claro que si quiere seguir dentro tendr¨¢ que acomodarse", se?alan fuentes populares. Tras el debate del martes en el Parlamento, Orb¨¢n ha perdido los pocos aliados fuertes que le quedaban en el PPE. El anfitri¨®n de la pr¨®xima cumbre, el canciller austriaco, Sebastian Kurz, se ha desmarcado claramente del h¨²ngaro a pesar de que tiene en su Gobierno a un partido mucho m¨¢s extremo que Fidesz como es FP?.

El l¨ªder del grupo Popular en el Parlamento europeo, Manfred Weber, tambi¨¦n ha roto amarras con Orb¨¢n. Weber, conservador b¨¢varo de la CSU (partido pr¨®ximo a Orb¨¢n en cuestiones de migraci¨®n) vot¨® el mi¨¦rcoles a favor de expedientar a Hungr¨ªa tras comprobar que Budapest se empecinaba en provocar un choque de trenes dentro de su propia familia pol¨ªtica, como as¨ª ocurri¨® durante la votaci¨®n en Estrasburgo.

Fuentes de los populares auguran que en los pr¨®ximos d¨ªas se redoblar¨¢ la presi¨®n sobre el l¨ªder magiar para que frene o corrija las medidas m¨¢s pol¨¦micas de su Gobierno, como el control de las ONG internacionales?o?las limitaciones a las universidades con capital extranjero. "Las elecciones europeas est¨¢n a la vuelta de la esquina [mayo 2019] y nadie quiere que la pol¨¦mica sobre Orb¨¢n domine la campa?a en sus respectivos pa¨ªses", advierte un eurodiputado del grupo Popular.

Un gesto de acercamiento de Hungr¨ªa podr¨ªa ayudar a frenar el expediente en el Consejo de la UE, donde necesita una supermayor¨ªa de cuatro quintos para seguir adelante (es decir, 22 de 27 socios, descontado Hungr¨ªa que no participa en la votaci¨®n). Budapest ya cuenta con Varsovia para intentar bloquear esa decisi¨®n. Y espera contar tambi¨¦n con el apoyo de Rep¨²blica checa y eslovaca. Necesitar¨ªa a¨²n otros dos socios m¨¢s para evitar la apertura del expediente. En principio, lo tiene f¨¢cil y puede confiar en el respaldo de pa¨ªses como Malta o Croacia.

Pero la votaci¨®n del Parlamento, donde hace solo una semana parec¨ªa haber una mayor¨ªa muy s¨®lida para proteger a Orb¨¢n, ha mostrado que los vientos pueden girar muy r¨¢pido cuando un gobierno intenta resquebrajar la unidad del bloque central de la UE. Reino Unido ya cometi¨® un error de c¨¢lculo en ese sentido y lo est¨¢ pagando muy caro durante la negociaci¨®n del Brexit. Bruselas conf¨ªa en que Hungr¨ªa no lo repita, pero nadie se atreve a descartarlo.