La crisis econ¨®mica sube al 27,3% la pobreza en Argentina
El ¨ªndice del primer semestre crece 1,6 puntos con respecto a los ¨²ltimos seis meses de 2017
Cada d¨ªa, miles de personas se acercan a comedores populares, parroquias, plazas y estaciones de Argentina para pedir comida. Otros rebuscan entre la basura algo para llevarse al est¨®mago. Las ayudas econ¨®micas estatales que reciben los hogares m¨¢s pobres son insuficientes para que llenen el carrito de la compra en uno de los pa¨ªses m¨¢s caros de Am¨¦rica Latina. Pero la situaci¨®n ha empeorado a¨²n m¨¢s desde el pasado abril, cuando el peso comenz¨® a depreciarse y volvi¨® a desbocar la inflaci¨®n, con aumentos de m¨¢s del 100% en alimentos b¨¢sicos como la harina. El 27,3% de los argentinos son pobres, lo que equivale a 11 millones de personas. De ese total, 4,9% son indigentes, es decir, que sus ingresos no alcanzan ni siquiera para comprar comida. La cifra, difundida hoy por el organismo oficial de estad¨ªsticas (Indec) supone un golpe para Mauricio Macri, quien lleg¨® a la Presidencia argentina con la pobreza cero como una de sus prioridades.
La pobreza aument¨® 1,6% puntos en el primer semestre de 2018 respecto a seis meses antes, pero est¨¢ por debajo del 32,2% que registr¨® la primera medici¨®n del gobierno macrista tras la recuperaci¨®n de las estad¨ªsticas oficiales. El dato no ha sido una sorpresa: organizaciones sociales y religiosas advierten desde hace meses del impacto de la inflaci¨®n, del aumento del desempleo hasta el 9.6% -el peor registro en 12 a?os- y de la p¨¦rdida de poder adquisitivo entre la poblaci¨®n con menos recursos. No refleja, sin embargo, lo peor de la crisis, acelerada a partir del derrumbe del peso a finales de agosto.
La dura realidad es visible en las calles de Buenos Aires, donde en los ¨²ltimos meses ha crecido el n¨²mero de personas que vive en la calle. Adem¨¢s de hombres solos, que son mayor¨ªa entre los sin techo, hay tambi¨¦n familias con hijos peque?os que duermen sobre colchones en las aceras. "Nos desalojaron de la pieza porque no pod¨ªa pagarla", cuenta Jennifer, a cargo de una ni?a de seis a?os, en una de las calles del centro. Esta mujer originaria de Salta, en el norte de Argentina, trabaja limpiando casas, pero le redujeron las horas hasta que le fue imposible hacer frente al alquiler. Cuenta que ella y su hija se alimentan de comida que les dan los vecinos o que encuentran en la basura, aunque tambi¨¦n se han acercado alguna vez a Plaza de Mayo, donde voluntarios de Red Solidaria ofrecen cenas calientes y abrigo para m¨¢s de 300 personas.
Macri promete m¨¢s ayuda social
"Es un n¨²mero que esper¨¢bamos que refleja las turbulencias de los ¨²ltimos meses", dijo el presidente Mauricio Macri minutos despu¨¦s de la difusi¨®n del nuevo ¨ªndice de pobreza. Macri enfrent¨® la cifra con un corto discurso desde la Casa Rosada, donde lament¨® la subida y prometi¨® m¨¢s presupuesto para la ayuda social. Ratific¨®, adem¨¢s, el rumbo econ¨®mico, un d¨ªa despu¨¦s de acordar con el FMI un aporte extra de 7.000 millones de d¨®lares a los 50.000 millones del blindaje de junio.
"Esta es la ¨²nica v¨ªa", dijo Macri, "tenemos meses dif¨ªciles por delante, las cosas van a tardar m¨¢s y tendremos retrocesos, pero nuestra meta es siempre reducir la pobreza".
Seg¨²n datos del Ministerio de Desarrollo Humano y H¨¢bitat de Buenos Aires de julio, casi 1.100 personas est¨¢n en situaci¨®n de calle en la ciudad, un 26% m¨¢s que en 2016, cuando eran 866. La cifra es cuestionada por la Defensor¨ªa general de la ciudad y organismos sociales, que hace un a?o cuadruplicaron las cifras oficiales en el primer censo popular de personas en situaci¨®n de calle. Seg¨²n el mismo, hab¨ªa tambi¨¦n m¨¢s de 21.000 personas en instituciones y en riesgo de quedarse sin techo.
Argentina fue un pa¨ªs rico que no se familiariz¨® con la pobreza masiva hasta los a?os 80. La marginalidad creci¨® en los 90, explot¨® despu¨¦s de 2001 -cuando la mitad de la poblaci¨®n qued¨® bajo la l¨ªnea de la pobreza- y sigui¨® por encima del 25% durante el kirchnerismo. A diferencia de otros pa¨ªses latinoamericanos, donde la pobreza est¨¢ naturalizada, en Argentina estas cifras generan indignaci¨®n.
"Vivimos un momento de crisis y hay mucha gente en la calle", advierte Andrea Poretti, titular de la organizaci¨®n cat¨®lica San Egidio, que reparte s¨¢ndwiches y leche chocolatada por las noches por el barrio de Flores, en el sur de Buenos Aires. "Encontramos situaciones muy variadas. Hay personas que llegan a pagar alojamiento, pero no la comida; otras ninguna de las dos cosas. Algunos tienen dificultades para salir de la situaci¨®n de calle, otros d¨¢ndoles un empujoncito pueden volver al sistema", describe Poretti. Esta organizaci¨®n public¨® este a?o la cuarta edici¨®n de la gu¨ªa D¨®nde dormir, comer, ba?arse y curarse, en la que recopila todos los servicios gratuitos en la ciudad para las personas indigentes, con direcciones y horarios de atenci¨®n.
Fuera de la capital, la asistencia a los comedores y merenderos populares lleva tambi¨¦n meses en alza y los referentes sociales ven cada vez m¨¢s similitudes con la ¨²ltima gran crisis del pa¨ªs, la del corralito. "Parece que se repiten los tiempos del 2001. La diferencia es que el pueblo argentino tiene ya esta experiencia de pobreza y lo encuentra con mayor organizaci¨®n para hacer frente a pol¨ªticas de ajuste", dice el soci¨®logo Waldemar Cubilla, al frente de una biblioteca popular en la villa de La C¨¢rcova, edificada al lado de uno de los basurales m¨¢s grandes de Argentina. "En la biblioteca recibo muchas peticiones de trabajo e incluso muchos nos proponen abrir un comedor. Es un desaf¨ªo porque reconocemos el hambre y la necesidad que hay pero somos una organizaci¨®n educativa", subraya.
Macri decidi¨® mantener los programas sociales del kirchnerismo como red de contenci¨®n y ha excluido el gasto social de los recortes previstos en 2019. El presupuesto para el a?o que viene, condicionado por la exigencia de equilibrio fiscal impuesta por el Fondo Monetario Internacional a cambio de un rescate de 57.000 millones de d¨®lares, prev¨¦ un aumento del 37% en esa partida, frente a tijeretazos en otras ¨¢reas, como la obra p¨²blica. Sin embargo, la crisis cambiaria se ha llevado por delante los esfuerzos del Gobierno para mejorar las condiciones de vida de los m¨¢s vulnerables. Macri repite en sus discursos que quiere ser juzgado por su capacidad para reducir la pobreza en Argentina. Falta casi un a?o y medio para la evaluaci¨®n final, pero los ¨²ltimos datos amenazan con una nota negativa.
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