Europa entierra el 'efecto Lampedusa' 14.000 ahogados despu¨¦s
Cinco a?os despu¨¦s del naufragio con 630 muertos que conmocion¨® a Italia y prioriz¨® el rescate, casi no quedan ONG en el Mediterr¨¢neo y cruzarlo es m¨¢s letal
Pocos migrantes muertos en el Mediterr¨¢neo tienen funeral. Pero los m¨¢s de 360 ahogados el 3 de octubre de 2013 frente a Lampedusa fueron despedidos con un funeral de Estado en Italia. El suceso horroriz¨® a Europa. Aquellas filas de ata¨²des id¨¦nticos de madera, con cuatro min¨²sculos f¨¦retros blancos en primera fila, se convirtieron en un s¨ªmbolo. Hubo declaraciones pol¨ªticas grandilocuentes que cristalizaron en un cambio de la pol¨ªtica migratoria italiana y europea. Rescatar a quienes se lanzaran a la peligrosa traves¨ªa se convirti¨® en una ef¨ªmera prioridad. Cinco a?os y 14.000 ahogados despu¨¦s (los ¨²ltimos 11, el martes en aguas marroqu¨ªes) esto es lo que ha cambiado (y lo que no) en el Mediterr¨¢neo mientras 1,8 millones de personas llegaban irregularmente por mar.
Del rescate a la vigilancia fronteriza
Italia despleg¨® inmediatamente una ambiciosa (y cara) operaci¨®n de rescate de pateras, Mare Nostrum, con 5 barcos, 2 submarinos y 6 aviones. Pero la clausur¨® un a?o despu¨¦s tras salvar miles de vidas porque el resto de Europa se neg¨® a compartir la factura: nueve millones al mes. La sustituy¨® una operaci¨®n m¨¢s modesta de Frontex y con una diferencia sustancial: la prioridad era ahora controlar las fronteras externas de la UE. Unos meses antes lleg¨® el barco de MOAS, la primera de las ONG que se movilizaron con la misi¨®n de salvar vidas. En aguas internacionales frente a Libia lleg¨® a haber una docena de barcos humanitarios. La UE fue ampliando los medios y poderes de Frontex, que ahora tiene 26 barcos, 4 aviones y 5 helic¨®pteros patrullando el Estrecho, el Mediterr¨¢neo Central y el Egeo. Si reciben un SOS lanzan una operaci¨®n de rescate pero no es su misi¨®n principal.
El balance de la ONU
El enviado especial del Acnur (la Agencia de la ONU para los Refugiados) para el Mediterr¨¢neo Central, Vincent Cochetel, resume para este diario el lustro transcurrido desde la tragedia: ¡°Me siento tentado de decirle, ?qu¨¦ tragedia? ?Aquella en la que los l¨ªderes europeos dijeron juntos ¡®Nunca m¨¢s¡¯? ?Queremos acordarnos? La diferencia es que ya no hay testigos, no sabemos cu¨¢ntos salen de Libia. Los mercantes pueden escabullirse de sus obligaciones. La gente se muere ante la creciente indiferencia lejos de nuestras pantallas de televisi¨®n¡±, afirma tras recordar que los padres de Charles Aznavour, el m¨ªtico cantante franco-armenio fallecido el lunes, ¡°llegaron en barco a Marsella como refugiados¡±.
La expulsi¨®n de las ONG
Este martes hab¨ªa una sola ONG en el Mediterr¨¢neo Central, la avioneta Colibr¨ª, de Pilotes Volontaires. ¡°Este verano hemos estado solos unas cinco o seis semanas¡±, explica por tel¨¦fono uno de los pilotos voluntarios, que pide preservar su identidad. La campa?a de hostigamiento de Italia con el firme apoyo europeo ha logrado echar a la mayor¨ªa de los humanitarios. Unas ONG abandonaron la misi¨®n, otras tienen sus veh¨ªculos varados por jueces o inspecciones y llegar a puertos que acepten a los migrantes requiere traves¨ªas m¨¢s largas desde el portazo de Italia. El Astral, de la espa?ola Proactiva Open Arms, est¨¢ a punto de llegar a la zona cero de los rescates. Ser¨¢ el ¨²nico barco all¨ª porque el Aquarius, de MSF y SOS Mediterran¨¦e, navega a Francia y en cuanto atraque se quedar¨¢, salvo sorpresa, sin bandera. Panam¨¢ se la quit¨® por presiones Italianas. ¡°Desde la Segunda Guerra Mundial no hab¨ªamos visto que a un barco privado le quitaran la bandera dos veces en un mes (las de Panam¨¢ y Gibraltar)¡±, asegura una portavoz del Aquarius que recalca que ¡°suspender la operaci¨®n no es una opci¨®n¡±.
Sin testigos
Ahora resulta mucho m¨¢s dif¨ªcil saber qu¨¦ ocurre en las aguas frente a Libia. M¨¢s de cien personas murieron ahogadas el 1 de septiembre sin que nadie se enterara hasta diez d¨ªas despu¨¦s, seg¨²n denunci¨® M¨¦dicos Sin Fronteras. Uno de sus equipos supo de la cat¨¢strofe al toparse en un centro de detenci¨®n libio con supervivientes que ten¨ªan hasta el 70% del cuerpo quemado de gasolina. ¡°Llamamos (con un tel¨¦fono sat¨¦lite) a los guardacostas italianos, les dimos las coordenadas, pidiendo ayuda urgente¡±, les cont¨® uno de ellos. Las lanchas salvavidas que les lanzaron desde el aire solo salvaron a parte del pasaje porque los guardacostas libios tardaron horas en llegar.
El piloto voluntario del Colibr¨ª afirma que ¨²ltimamente han visto ¡°mercantes que ignoran los avisos (de SOS) y se van, que miran a otro lado porque otros buques que han rescatado gente han tenido muchas dificultades¡± para dejarlos en tierra. La omisi¨®n del deber de auxilio tambi¨¦n es ilegal en el mar.
El alto comisionado del Acnur, Filippo Grandi, sostuvo este lunes en un discurso que ¡°los rescates mar¨ªtimos ¨Cun s¨ªmbolo de humanidad compartida- son rehenes de la pol¨ªtica. Devolver a la gente no puede ser la respuesta y negociar cada desembarco buque a buque, incluso si tiene ¨¦xito, no es una buena opci¨®n¡±.
Libia y la disuasi¨®n
El apoyo econ¨®mico y t¨¦cnico europeo ha permitido a Libia crear una Guardia Costera en la que la UE delega. Este mismo martes se gradu¨® un nuevo contingente de guardacostas. Su creciente protagonismo, combinado con las muchas dificultades que Italia ha puesto a cualquier barco que rescatara migrantes, significa menos llegadas a Italia, m¨¢s interceptados frente a Libia y m¨¢s ahogados. Los c¨¢lculos del investigador del ISPI Matteo Villa indican que septiembre fue el mes m¨¢s letal en la ruta Libia-Italia desde que hay registros: dos de cada diez murieron ahogados, siete fueron devueltos a Libia y uno lleg¨® a Europa.
Llegadas y rutas
Las llegadas irregulares por mar a Europa est¨¢n en el nivel m¨¢s bajo desde 2014. Nada que ver con el pico de m¨¢s de un mill¨®n de personas llegadas en 2015, un ¨¦xodo impulsado por la guerra en Siria. Desde enero han arribado 87.000 personas, casi la mitad de ellas por Espa?a, adonde han llegado hasta el 30 de septiembre 41.594, seg¨²n el Ministerio del Interior espa?ol. Es un r¨¦cord hist¨®rico que supera los arribados en la denominada crisis de los cayucos en 2006.
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