Egipto arresta a un economista tras publicar un libro cr¨ªtico con Al Sisi
El mismo d¨ªa, el Parlamento prolong¨® tres meses el estado de emergencia
La polic¨ªa egipcia arrest¨® el pasado domingo Abdel Jaliq Faruq, un economista cr¨ªtico, bajo la acusaci¨®n de publicar noticias falsas, un cargo que utiliza el represivo r¨¦gimen del mariscal Abdelfat¨¢ al Sisi para silenciar a la disidencia. La detenci¨®n se produjo una semana despu¨¦s de que las autoridades confiscaran su ¨²ltimo libro, titulado ?Es realmente Egipto un pa¨ªs pobre?, en el que denuncia la pol¨ªtica econ¨®mica de los ¨²ltimos a?os. La noticia coincidi¨® con la extensi¨®n durante tres meses del estado de emergencia, que otorga al Gobierno la facultad de interceptar cualquier tipo de comunicaci¨®n, as¨ª como de censurar peri¨®dicos y libros antes de su distribuci¨®n.
La esposa del autor, Najla Salama, confirm¨® al diario electr¨®nico alternativo Katib que agentes de la seguridad nacional arrestaron a Faruq y lo condujeron a una comisar¨ªa de polic¨ªa. Faruq, de 60 a?os, atesora una larga experiencia como experto en el ¨¢mbito econ¨®mico y ha publicado numerosos art¨ªculos y libros, algunos de ellos galardonados. ¡°?l es progresista y casi siempre ha sido cr¨ªtico con el poder. Y por eso, ya fue brevemente encarcelado durante el r¨¦gimen de Mubarak¡±, comenta un amigo suyo de la universidad que prefiere guardar el anonimato.
Hostil a la ideolog¨ªa islamista, Faruq aplaudi¨® el golpe de Estado en julio de 2013 contra el presidente Mohamed Morsi, de los Hermanos Musulmanes, y lleg¨® incluso a apoyar la campa?a del mariscal Al Sisi a la presidencia en 2014. Un a?o antes, la principal editorial del Estado hab¨ªa publicado su libro La econom¨ªa de los Hermanos Musulmanes en Egipto y el mundo. El suyo no es el primer caso de un intelectual o activista perseguido por la justicia despu¨¦s de haber cambiado de opini¨®n sobre el Gobierno de Al Sisi, que ha ido ampliando el grosor de sus l¨ªneas rojas con el paso de los a?os.
El mi¨¦rcoles, tres d¨ªas despu¨¦s de presentarse en la imprenta y confiscar todas las copias disponibles del libro de Faruq, la polic¨ªa interrog¨® durante varias horas al due?o de su editorial. La obra, a la que EL PA?S ha tenido acceso en versi¨®n PDF, se plantea como una respuesta a unas declaraciones hechas por Al Sisi el a?o pasado en las que afirmaba que Egipto ¡°es un pa¨ªs muy pobre¡±. En su ensayo, el economista sostiene que el subdesarrollo que experimenta el pa¨ªs es fruto de unas pol¨ªticas fallidas, y censura el despilfarro y la corrupci¨®n que dominan diversos ministerios, especialmente los relacionados con la explotaci¨®n de los recursos naturales.
Precisamente, el arresto del economista se produjo el mismo d¨ªa que el Parlamento egipcio ratific¨® la ampliaci¨®n durante tres meses adicionales del estado de emergencia decretado por el presidente Al Sisi. El r¨¦gimen lo impuso por primera vez en abril del a?o pasado, tan solo unos d¨ªas despu¨¦s de dos atentados suicidas simult¨¢neos contras iglesias ortodoxas en el d¨ªa de Pascua, que segaron la vida de 45 personas y fueron reivindicados por la filial local del autodenominado Estado Isl¨¢mico.
Una jurisdicci¨®n excepcional
¡°La declaraci¨®n del estado de emergencia es una muestra m¨¢s del inter¨¦s del Gobierno actual de silenciar cualquier voz disidente¡±, apunta por tel¨¦fono Hussein Baoumi, investigador de Amnist¨ªa Internacional. Los defensores de los derechos humanos consideran que la principal raz¨®n detr¨¢s de esta decisi¨®n es habilitar una jurisdicci¨®n de excepci¨®n. ¡°El r¨¦gimen recurri¨® a esta opci¨®n al considerar que la justicia ordinaria era demasiado lenta y, sobre todo en la corte de casaci¨®n, no obten¨ªa los veredictos que deseaba. Los Tribunales de Seguridad del Estado de Emergencia son muy ¨²tiles porque hay menos garant¨ªas para los procesados, sobre todo porque no es posible apelar sus sentencias¡±, explica Baoumi.
La actual Constituci¨®n, aprobada en 2014, limita el estado de emergencia a un periodo m¨¢ximo de tres meses y solo permite su extensi¨®n una sola vez. Sin embargo, hecha la ley, hecha la trampa. El Gobierno deja expirar el plazo m¨¢ximo, para enseguida reimponerlo de nuevo. Durante la dictadura anterior, liderada por Hosni Mubarak, Egipto vivi¨® bajo el estado de emergencia de forma pr¨¢cticamente ininterrumpida durante tres d¨¦cadas, pues era el principal instrumento legal del r¨¦gimen para cercenar las libertades de la ciudadan¨ªa. Aunque el actual tambi¨¦n lo utiliza, prefiere asentar su tiran¨ªa sobre un repertorio m¨¢s amplio de normas, entre ellas la ley antiterrorista de 2015.
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