El Ej¨¦rcito ecuatoriano, investigado por vender munici¨®n y armas a disidentes de las FARC
Hay siete militares y seis civiles detenidos por su relaci¨®n con el grupo que secuestr¨® y asesin¨® en marzo a tres periodistas en la frontera con Colombia
Ecuador experiment¨® por primera vez en su territorio la indignaci¨®n y estupor que impone el terrorismo cuando un grupo disidente de las FARC puso una bomba a inicios de a?o que hizo explotar un cuartel policial y medio centenar de casas en la frontera con Colombia. Dos meses m¨¢s tarde, tres trabajadores del diario El Comercio fueron secuestrados y asesinados por la misma facci¨®n: el Frente Oliver Sinisterra, liderado por Walter Ar¨ªzala, alias Guacho. Otra pareja de civiles desapareci¨® poco despu¨¦s a manos de la banda relacionada con el narcotr¨¢fico. Tambi¨¦n cuatro militares. Y ahora, tras diez meses del primer ataque, una investigaci¨®n coloca al propio Ej¨¦rcito ecuatoriano en el foco de sospecha. Siete uniformados en activo fueron detenidos la semana pasada, junto a otros seis civiles, acusados de vender armas y municiones a la banda de Guacho.
La fiscal¨ªa ha registrado cuarteles militares, oficinas y viviendas en cinco provincias del pa¨ªs y ha detenido a 14 sospechosos, entre ellos, un funcionario del Ministerio de Defensa. Uno de los arrestados fue liberado despu¨¦s. La l¨ªnea de investigaci¨®n oficial apunta a un entramado que aprovisionaba con material b¨¦lico del Ej¨¦rcito a los grupos que operan en la frontera ecuatoriano-colombiana y que est¨¢n relacionados con el narcotr¨¢fico. Para ocultar la venta fraudulenta, un ingeniero inform¨¢tico de las Fuerzas Armadas se encargaba de alterar los inventarios.
¡°Desde Quito les vend¨ªan munici¨®n. El ingeniero ten¨ªa un sistema donde primero registraba todos los bienes, armas y municiones. Despu¨¦s, ¨¦l modificaba las cantidades que hab¨ªa en las bodegas. Avisaba a los rastrilleros (quienes custodian la armer¨ªa) con los que trabajaba y as¨ª ellos ya pod¨ªan sacar el armamento y lo vend¨ªan a unas personas que eran de Borb¨®n y Esmeraldas¡±, indic¨®, tras el operativo, un agente de Inteligencia.
La tesis de la fiscal¨ªa y de la polic¨ªa es que el arsenal era trasladado a la frontera norte en encomiendas, autobuses o veh¨ªculos particulares para evitar los controles en carretera y que una mujer, tambi¨¦n apresada, hac¨ªa de enlace con el l¨ªder de la disidencia de las FARC. De hecho, hace dos semanas se intercept¨® en la provincia de Esmeraldas, fronteriza con Colombia, un taxi que llevaba 2.500 balas camufladas en arroz. En agosto, se encontr¨® m¨¢s munici¨®n en una bodega al norte del pa¨ªs en la que se vend¨ªan v¨ªveres. Adem¨¢s, un militar ecuatoriano fue sorprendido en un bus interprovincial con tres maletas llenas de balas.
Aunque los investigadores creen que la red que traficaba con armas y munici¨®n funcionaba desde 2016, el operativo para desenmascarar a los uniformados comenz¨® a desentra?arse este a?o con la detenci¨®n de uno de los miembros del grupo de Guacho en Colombia. En mayo, acord¨® colaborar con la polic¨ªa a cambio de protecci¨®n y asegur¨® que la banda criminal obten¨ªa las armas de la Polic¨ªa de Ecuador. Aunque, de momento, los ¨²nicos implicados son militares.
La investigaci¨®n ha entrado ya en la fase de instrucci¨®n fiscal y durar¨¢ 90 d¨ªas, mientras se recaban indicios para poder formular cargos contra los implicados e ir a juicio. Entretanto, el ministro ecuatoriano de Defensa, Oswaldo Jarr¨ªn, ha querido precisar este lunes que no hay ning¨²n oficial de alto rango involucrado ¡ªlos detenidos son cabos y un sargento¡ª para tratar de limitar as¨ª el desgaste de la credibilidad del Ej¨¦rcito. ¡°Reitero una y 100 veces m¨¢s, solo es munici¨®n (no armas) y alteraci¨®n de los registros de municiones. Con esto no estoy diciendo que no se vaya a profundizar en la investigaci¨®n. Los resultados finales los haremos conocer, pero lo que s¨ª corresponde es ce?irse a lo que est¨¢ oficialmente proces¨¢ndose, tanto en Fiscal¨ªa como en el proceso legal¡±, insisti¨®.
El comandante del Ej¨¦rcito, el general Roque Moreira, asegur¨® tras las detenciones que la instituci¨®n armada cooperar¨¢ en todo con la Justicia. ¡°Nos duele lo que est¨¢ sucediendo, seremos totalmente transparentes y brindaremos el apoyo para las autoridades competentes a cargo de la investigaci¨®n¡±, declar¨® ante los medios.
La presunta colaboraci¨®n con la banda de Guacho a?ade otra cicatriz a la imagen de las Fuerzas Armadas del pa¨ªs latinoamericano. Cuando comenzaron los ataques en enero, el propio presidente Len¨ªn Moreno reconoci¨® que, durante los diez a?os de Gobierno de su predecesor, Rafael Correa, el apoyo y los recursos destinados a los militares hab¨ªan sido muy reducidos y eso hab¨ªa afectado a la capacidad operativa de los uniformados. Se sustituy¨® al ministro de Defensa de entonces y se nombr¨® al general retirado Oswaldo Jarr¨ªn.
Adem¨¢s de la nueva investigaci¨®n, otras detenciones e incautaciones han revelado en los ¨²ltimos a?os la permeabilidad del narcotr¨¢fico entre la Fuerza P¨²blica. La ¨²ltima operaci¨®n fue en la Base A¨¦rea de Manta. La Polic¨ªa detect¨® un cami¨®n con 1,1 toneladas de clorhidrato de coca¨ªna dentro de la zona militar que serv¨ªa como punto de acopio para la droga y dos miembros de la Fuerza A¨¦rea Ecuatoriana fueron detenidos. Esa base fue en su d¨ªa basti¨®n de la lucha antinarc¨®ticos al colaborar con los aviones esp¨ªas de EE UU, pero en 2009 las tropas estadounidenses fueron expulsadas del territorio nacional por orden del expresidente Correa.
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