Theresa May, en el Parlamento brit¨¢nico: ¡°Espa?a no ha conseguido lo que quer¨ªa¡±

Theresa May ha insistido en que nada ha cambiado respecto a Gibraltar. La primera ministra ha recibido duras cr¨ªticas por lo que ha sido interpretado en Reino Unido como una cesi¨®n ante Espa?a. ¡°El ministro principal de Gibraltar y yo misma hemos dejado muy claro que este Gobierno permanecer¨¢ a su lado, y que hemos resistido los cambios en el Tratado de Salida de la UE que el Gobierno de Espa?a deseaba hacer¡±, ha dicho este lunes en la C¨¢mara de los Comunes.

Gibraltar no va a suponer el mayor quebradero de cabeza de May, quien concentra todos sus esfuerzos en lograr que el pr¨®ximo 11 de diciembre ¡ªla fecha fue confirmada este lunes por Downing Street¡ª, el Parlamento brit¨¢nico apruebe el acuerdo del Brexit pactado con Bruselas. Pero se ha convertido en munici¨®n extra para los euroesc¨¦pticos conservadores y para la oposici¨®n laborista, que acusan a la jefa de Gobierno de haber sido d¨¦bil en las negociaciones.

Por eso May se esfuerza en las ¨²ltimas horas en ensalzar el papel de ¡°estadista¡± de Fabian Picardo, el ministro principal de Gibraltar, en las ¨²ltimas semanas, y no deja de prometer que en las conversaciones venideras con la UE para acordar una nueva relaci¨®n futura ¡°negociar¨¢ en nombre de toda la familia de Reino Unido, incluido Gibraltar¡±.

El l¨ªder de la oposici¨®n laborista, Jeremy Corbyn, ha reprochado a May que los arreglos de ¨²ltima hora acordados con Bruselas para salvar este escollo hab¨ªan permitido que Espa?a ¡°tenga un papel¡± en las decisiones que afecten al futuro del Pe?¨®n.

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¡°Reino Unido no ha abandonado ni defraudado a Gibraltar¡±, ha asegurado May. Y lo m¨¢s importante, ¡°el texto legal del Tratado de Salida no ha sido cambiado. Eso es lo que pidi¨® en repetidas ocasiones el Gobierno espa?ol y no lo ha conseguido¡±, ha dicho.

La prensa conservadora y euroesc¨¦ptica del pa¨ªs ha acudido en esta ocasi¨®n en defensa de la primera ministra. ¡°La escandalosa apuesta de Espa?a por Gibraltar se le vuelve en contra¡±, titulaba The Daily Telegraph. Una serie de afirmaciones atribuidas a funcionarios an¨®nimos de Bruselas, seg¨²n las cuales Madrid hab¨ªa desatado la furia de los diplom¨¢ticos europeos y ¡°hab¨ªa gastado todo su capital pol¨ªtico en este ¨®rdago¡±.

En cualquier caso, May intenta pasar p¨¢gina de este asunto y dedicarse ¡°en cuerpo y alma¡± a convencer a la ciudadan¨ªa brit¨¢nica de que el acuerdo del Brexit alcanzado con la UE es el mejor posible para el inter¨¦s nacional. La primera ministra emprender¨¢ esta misma semana una gira por territorios clave de Reino Unido como Escocia, Gales o Irlanda del Norte. Conf¨ªa en inclinar de su parte a la opini¨®n p¨²blica para poder as¨ª presionar a los diputados contrarios o dudosos respecto al acuerdo.

Corbyn le anunci¨® el voto en contra del Partido Laborista, ante un acuerdo ¡°chapucero¡± que calific¨® como ¡°muy malo para el pa¨ªs¡±, y le sugiri¨® que a¨²n ten¨ªa tiempo para negociar ¡°un plan b¡± que podr¨ªa obtener el respaldo de la oposici¨®n. Era una afirmaci¨®n con trampa, porque las condiciones para ese cambio ¡ªcompromiso de permanencia en la Uni¨®n Aduanera y en el Mercado Interior o acatamiento de los est¨¢ndares y reglas medioambientales de la UE¡ª van justo en sentido contrario a todo lo que May asegura haber alcanzado con el acuerdo.

De nuevo, sin embargo, las cr¨ªticas m¨¢s duras le llegaron de los euroesc¨¦pticos de sus propias filas, que cargan contra la primera ministra cada vez que comparece en el Parlamento.

El art¨ªculo 184

¡°?Es realmente inteligente confiar el futuro de nuestra econom¨ªa a una simple promesa de buenos prop¨®sitos?¡±, le preguntaba Michael Falon, el exsecretario de Defensa del Gobierno conservador, en referencia al pol¨¦mico art¨ªculo 184 del Tratado de Salida con el que May ha intentado calmar los miedos del ala dura de su partido a una vinculaci¨®n de tiempo indefinido con las reglas de las instituciones comunitarias. ¡°Se trata de una apuesta muy arriesgada¡±, le reproch¨® Falon.

La estrategia de May consiste en convencer a los parlamentarios de que no hay alternativa al acuerdo alcanzado con Bruselas, para cortar as¨ª de ra¨ªz las especulaciones y conjuras desatadas entre euroesc¨¦pticos y proeuropeos de todav¨ªa es posible llegar a otro resultado antes del 29 de marzo, la fecha fijada para el abandono definitivo de la UE por parte de Reino Unido. ¡°Nuestro deber como parlamentarios en las pr¨®ximas semanas es examinar al detalle este acuerdo, debatirlo de un modo respetuoso, escuchar a los votantes de nuestras respectivas circunscripciones y decidir qu¨¦ es lo mejor para el inter¨¦s nacional¡±, advirti¨®. ¡°Si la C¨¢mara de los Comunes decide rechazar este acuerdo volveremos a la casilla de salida. Nadie sabe lo que puede ocurrir si no resulta aprobado. Abrir¨¢ las puertas a una mayor divisi¨®n y a m¨¢s incertidumbre, con todos los riesgos que eso supone¡±.

Sin contemplar la posibilidad de unas nuevas elecciones y con su rechazo tajante a que se celebre un nuevo refer¨¦ndum sobre el Brexit, May solo presenta como alternativa a que su plan fracase una salida abrupta de la UE cuando llegue la hora. Conf¨ªa en que el destrozo econ¨®mico que dibujan todas las previsiones tuerza la voluntad del n¨²mero suficiente de diputados.